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Coronavirus

El impacto del COVID-19 en EE.UU. hubiese sido menor de haber seguido los consejos de la ciencia, según Fauci

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Viajeros con mascarilla en el metro de Nueva York, Estados Unidos.
Viajeros con mascarilla en el metro de Nueva York, Estados Unidos.

El impacto del coronavirus en EE.UU. hubiese sido menor de haber seguido las recomendaciones de las autoridades médicas, ha afirmado este jueves Anthony Fauci, principal epidemiólogo del Gobierno del presidente Donald Trump, que ha criticado en público a sus asesores científicos.

El director del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas ha indicado que la pandemia, de la que se han contagiado casi siete millones de personas y ha causado más de 200.000 muertes en EE.UU., hubiese sido menor "si el país, en lugar de estar dividido, hubiese seguido un plan orientado por las recomendaciones de salud pública".

Invitado a participar en una teleconferencia con la Asociación de Cámaras de Comercio Mexicano Americanas de Texas (TAMACC), Fauci ha señalado que "aquello de fase 1, fase 2, no debió considerarse un obstáculo para la reactivación económica, sino una vía para alcanzarla".

Trump ha insistido en numerosas ocasiones en una reactivación apresurada de la economía y, más recientemente, en la reapertura de escuelas y universidades, al tiempo que ha mostrado menosprecio por los consejos de los científicos.

Incluso ha reconocido que minimizó adrede la gravedad de la COVID-19 al principio de la pandemia para no crear pánico en su intento de no dañar la economía del país.

"El enemigo no es quien trata de controlar el virus, el enemigo es el virus", ha afirmado Fauci, que recordó que se transmite por la vía respiratoria, por ejemplo "cuando hablamos en un restaurante con mucha gente, en el gimnasio o en un bar".

Fauci ve improbable conseguir una vacuna en los próximos meses

El epidemiólogo estadounidense ha indicado que "es razonable" pensar en tener "una vacuna efectiva contra el coronavirus hacia noviembre o diciembre, y es concebible, aunque improbable", que se cuente con ella en "en octubre o antes", tal y como desea Trump para que llegue antes de las elecciones presidenciales del 3 de noviembre.

"Y cuando la haya, debería ser gratuita, para todos", ha añadido el funcionario al asegurar que él mismo recibirá la vacuna una vez que sea aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA).

El principal epidemiólogo del Gobierno ha calificado de "extremadamente importante" que los grupos minoritarios sean vacunados y que la vacuna "segura para todos", en referencia al deseo de las autoridades de salud de que los ensayos clínicos incluyan a personas de estas minorías.

Según los investigadores, es importante este hecho porque los medicamentos y las vacunas pueden funcionar distinto en los diferentes grupos étnicos y raciales que hay en Estados Unidos.

Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de los NIH, durante un Comité Senatorial de Salud, Educación, Trabajo y Pensiones en Capitol Hill, Washington.

Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de los NIH, durante un Comité Senatorial de Salud, Educación, Trabajo y Pensiones en Capitol Hill, Washington. EFE/Graeme Jennings

Mayor incidencia en latinos, afroamericanos e indígenas

El funcionario ha indicado que la mayor incidencia de COVID-19 entre latinos, afroamericanos e indígenas, comparados con la población blanca, no tiene una causa genética.

Según datos de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), el 40 % de las víctimas por COVID-19 son latinos, a pesar de que estos solo representan el 18 % de la población del país.

"No tenemos datos que señalen causas genéticas", ha agregado. "La mayor incidencia en el contagio y en las muertes se debe a otras condiciones de salud, como diabetes, alta presión sanguínea y obesidad".

A ello habría que sumar "determinantes sociales", como que los latinos tienen empleos que les hacen estar "más expuestos", no suelen tener un "buen acceso al cuidado de la salud" y muchos de los 11 millones de indocumentados que se calcula viven en el país tienen además "miedo de pedir asistencia" médica.