25 años de la Declaración de Pekín: avances y retrocesos en los derechos de las mujeres
- Desde 1995 se ha avanzado en aspectos como la educación o la salud reproductiva de las mujeres
- El coronavirus agrava la violencia de género y puede suponer el empobrecimiento de millones de mujeres
Hace 25 años, la Conferencia Mundial de la Mujer, celebrada en Pekín, marcó un hito en la concienciación y acción en pro de la igualdad de género. Y este jueves, en Naciones Unidas, se revisará lo conseguido y se plantearán nuevas iniciativas para mejorar la situación de las mujeres y garantizar sus derechos, sobre todo en una crisis global como la que vivimos, provocada por la pandemia del COVID-19, y que ha provocado ya serios retrocesos en las condiciones de vida de las mujeres.
El secretario General de la ONU, Antonio Guterres, ha advertido de que la pandemia del coronavirus puede hacer retroceder los avances en los derechos de las mujeres por lo menos dos décadas. "El COVID-19 ha subrayado y explotado la continuada negación de los derechos de las mujeres. Mujeres y niñas se están llevando la peor parte del enorme impacto social y económico de la pandemia", ha destacado.
Avances y retrocesos en los derechos de las mujeres
RTVE ha hablado con la directora ejecutiva adjunta de ONU Mujeres, Anita Bhatia, para acercarnos a un balance de lo que han supuesto estos 25 años de lucha por la igualdad entre mujeres y hombres en el mundo. "Hay varios avances. El número de países que han alcanzado la paridad de género en la educación, por ejemplo, en alimentación, en las tasas de alfabetización. El número de mujeres que mueren durante el parto se ha reducido y la tasa de mortalidad materna mundial ha disminuido también. Asimismo notamos que la proporción de mujeres en los parlamentos se ha duplicado en todo el mundo. Se ha fortalecido la protección social", explica.
“En 25 semanas hemos perdido 25 años de progresos en el trabajo de la mujer“
Desde Naciones Unidas se reconocen esos avances, pero en ONU Mujeres son conscientes de que queda mucho por hacer: "Podemos decir claramente que la agenda no se ha cumplido. El progreso es, yo digo, dolorosamente lento o incluso podemos decir que hoy en día hay retrasos", admite Anita Bhatia, que se lamenta: "En 25 semanas hemos perdido 25 años de progreso sobre muchos temas, incluido el tema de trabajo de la mujer".
A partir de ahora 47 millones de mujeres serán más pobres. Ese es uno de los aspectos que ha señalado Antonio Guterres en el acto conmemorativo de la Asamblea General, donde ha subrayado la recesión que sufren ya millones de mujeres por el Coronavirus, al formar el grueso del trabajo informal e irregular en el mundo y ser las primeras que han perdido sus puestos de trabajo.
Violencia contra las mujeres
"Los feminicidios son de tal magnitud en algunos países que las cifras más parecen de territorios de guerra", ha afirmado contundente Guterres. Los confinamientos y las dificultades en la movilidad provocados por el COVID-19 también han empeorado la situación de las mujeres víctimas de violencia.
"En todas partes del mundo, hemos visto que el lugar donde piensas que puedes tener seguridad es el lugar donde no puedes tenerla. Es una inseguridad tremenda. Es realmente una vergüenza mundial y es una vergüenza en cada sociedad donde no hemos podido bajar la tasa de violencia, ¿Cómo podemos tener ese nivel de violencia aceptable en un mundo civilizado? Pero existe y esa es la razón por la cual el secretario general de Naciones Unidas ha dicho que es una “shadow pandemic (pandemia en la sombra)”, asegura Anita Bhatia.
En la Asamblea General de la ONU la directora ejecutiva de ONU Mujeres, Phumzile Mlambo-Ngccuka ha llamado la atención sobre la importancia de la participación de las mujeres en la participación política y la toma de decisiones en todos los ámbitos. Cuando se creó Naciones Unidas en 1945 ninguna mujer era jefa de Estado; en 1995, 12 mujeres lideraban sus países y hoy son 22. "Los cambios llegan despacio y no son suficientes", ha afirmado.
“Los cambios llegan despacio y no son suficientes“
"Lo más importante es que los gobiernos tengan claramente la visión de poner el tema de la mujer como un tema central en toda la política pública. Sin tener esa visión, se pueden hacer muchas cosas, pero no van a llegar a las mujeres. Es el momento de repensar el papel fundamental que puede jugar una mujer de la mujer en una sociedad. Cambiar leyes es fundamental, porque es necesario tener la infraestructura legal para tener derechos humanos y derechos propios de las mujeres. Cambiar mentalidades también es muy importante porque todo empieza en la casa. Ahí, en la familia, en la unidad familiar, es donde tienes la primera concepción de qué cosa es justa, qué cosa es correcta", concluye Anita Bhatia.