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Las discotecas en Cataluña abrirán hasta las tres de la madrugada tras las restricciones por la COVID-19

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La Generalitat y el ocio nocturno acuerdan abrir las discotecas en Cataluña hasta las tres de la madrugada
El pacto tiene previsto entrar en vigor este miércoles.

La Generalitat de Cataluña ha alcanzado un acuerdo para reanudar la actividad en las discotecas de la región, que podrán estar abiertas hasta las tres de la madrugada. Lo ha confirmado FECASARM -Federación Catalana de Asociaciones de Actividades de Restauración y Musicales- en un comunicado. Este pacto, que se prevé que entre en vigor este miércoles, se ha conseguido tras semanas de negociaciones entre ambas partes.

No obstante, esta reapertura no será completa, sino que traerá consigo restricciones muy parecidas a las ya reflejadas en las fases de la desescalada en España. Por ejemplo, la pista de baile no podrá ser usada y tendrá que estar ocupada por sillas o mesas o, en su defecto, por sillas y con un aforo máximo del 50 %. Además, los locales deberán tener programadas actuaciones en directo, crear un registro de los asistentes y facilitarles gel hidroalcohólico para su uso en cualquier momento. Por otro lado, el uso de la mascarilla será obligatorio mientras no se esté consumiendo.

Desde FECASARM valoran positivamente la decisión, aunque encuentran "limitado" el horario. Así lo ha declarado Joaquim Boadas, secretario general de la federación, que considera las tres de la mañana una mala franja, pues "no hay transporte público y la gente permanecerá en la calle haciendo botellón". No obstante, asegura que continuarán trabajando en un plan sectorial que permitirá la recuperación gradual de las pistas de baile y una ampliación de las horas de apertura. Entre los establecimientos que se beneficiarán de esta nueva normativa serán las salas de baile, las de fiesta, bares musicales o karaokes, mientras que han quedado fuera los locales con reservados anexos.

El sector continúa reclamando ayudas pese a este pacto

Este acuerdo llega después de que el 27 de julio la Generalitat declarara el cierre del ocio nocturno provocada por la COVID-19 durante los meses de verano. Esta medida, adoptada desde el Plan Territorial de Protección Civil de Cataluña -PROCICAT- no fue muy bien recibida dentro del sector, que un día después recurrió la sentencia ante el Tribunal Superior de Justicia de la región.

Este levantó las restricciones el 31 de julio pero, menos de un mes después, desde Sanidad se decretó el cierre de bares, restaurantes y salas de baile hasta la 1 de la madrugada, un nuevo varapalo económico para la hostelería.

Es por ello que, mientras se fraguaba esta negociación, algunos trabajadores y empresarios del sector acamparon en la plaza de Sant Jaume de Barcelona para protestar por estas normativas, que han dejado al 80 % de las compañías en situación de insolvencia. "Necesitarán ayudas eficaces por parte de la administración para reponerse de esta crisis", defendía David López, presidente de FECASARM, que declaraba haberse puesto en contacto con representantes del Ministerio de Turismo y de Trabajo para llevarlas a cabo.