Corea del Norte celebra los 75 años de su partido con la exhibición de nuevo arsenal y promesas de seguir fortaleciéndolo
- Según el líder norcoreano Kim Jong-un, Corea del Norte, que posee ya armas nucleares, seguirá fortaleciendo su ejército
- El desfile ha sido observado con mucho detalle fuera del país en busca de nuevos modelos de armamento
Corea del Norte ha conmemorado este sábado el 75 aniversario de la fundación del Partido de los Trabajadores, en el gobierno, con un insólito desfile militar realizado antes del amanecer y pese a la amenaza sanitaria en tiempos de pandemia.
El desfile, que no fue transmitido en directo por la televisión estatal KCTV, si fue objeto de un atento análisis tanto por sus vecinos de Corea del Sur como por numerosos observadores internacionales. Un interés centrado en la posibilidad de que el líder norcoreano, Kim Jong-un, pudiese aprovechar para mandar mensajes a audiencias nacionales y extranjeras.
Corea del Norte, equipada con armas nucleares, seguirá fortaleciendo su ejército, según ha manifestado su líder Kim Jong-un. "Continuaremos fortaleciendo nuestro ejército, con fines de autodefensa y disuasión", ha dicho el líder norcoreano en un discurso transmitido por la televisión estatal en el que aseguró, no obstante, que "nunca" la usará para atacar de manera preventiva.
En busca de señales bélicas
Analistas políticos han estado barajando la posibilidad de que Corea del Norte pudiese revelar nuevos modelos de armamento pero los medios estatales no han publicado imágenes ni informes sobre el tema. A finales de diciembre, el líder norcoreano amenazó con presentar una "nueva arma estratégica", pero algunos expertos creen que Pyongyang no pretende enfurecer a la Casa Blanca antes de las elecciones presidenciales estadounidenses.
Según informó el Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur en un comunicado, se apreciaron señales de un desfile con equipo militar a gran escala tanto en equipamiento como en personal en Pyongyang, agregando que los servicios de inteligencia de Corea del Sur y Estados Unidos "están monitoreando de cerca el evento".
Los expertos están convencidos de que Corea del Norte ha continuado con sus programas nucleares y balísticos, que justifica por la amenaza estadounidense, incluso durante las negociaciones con Estados Unidos, en un punto muerto durante más de un año.
Exhibición de un nuevo misil balístico intercontinental
El ejército norcoreano terminó exhibiendo un nuevo misil balístico de alcance intercontinental con una envergadura superior a la del Hwasong-15, proyectil de mayor alcance probado por el régimen hasta la fecha. Este nuevo proyectil, cuyo nombre se desconoce, no ha sido testado aún por Pionyang.
Numerosos expertos esperaban que Pyongyang exhibiese precisamente un nuevo misil balístico estratégico mar-tierra (MSBS) o un misil balístico intercontinental (ICBM) capaz de llegar a Estados Unidos, o incluso un misil con múltiples cuerpos de reentrada que permitirían así engañar a los sistemas de defensa estadounidenses.
Corea del Norte lleva sin lanzar a modo de prueba un ICBM desde noviembre de 2017 -cuando probó precisamente el Hwasong-15-, coincidiendo con su giro diplomático para tratar de negociar con EE.UU. un acuerdo de desnuclearización, aunque las conversaciones con Washington en este terreno llevan estancadas casi dos años.
Dudas sobre el cumplimiento de las sanciones de la ONU
Entre las novedades exhibidas en el desfile se han contado también unas nuevas lanzaderas erectoras móviles (TEL por sus siglas en inglés) de gran tamaño transportando el mencionado nuevo misil, y también otro nuevo proyectil de alcance intermedio aparentemente llamado Pukguksong-4.
Pionyang también ha mostrado nuevos sistemas de radar anti-aéreos, nuevas lanzaderas de misiles con sistema de tracción de oruga e incluso blindajes nuevos para sus unidades de infantería.
Todo ello plantea dudas sobre el cumplimiento de las sanciones impuestas por el Consejo de Seguridad de la ONU como castigo a sus pruebas de armas, con las que la comunidad internacional pretende cortar el suministro de materiales y tecnología para el programa nuclear y de misiles del ejército norcoreano.
Conmemoración en tiempos de pandemia
Mostrar estas armas estratégicas en un desfile es "consistente con las promesas de Kim Jong un", y sería menos provocativo que un ensayo militar, afirma Rachel Lee, experta en temas de Corea del Norte que anteriormente trabajó para el gobierno de Estados Unidos.
En este contexto, el mensaje enviado por el régimen durante el desfile debe estar dirigido sobre todo a la población norcoreana, destacando "los logros del Partido, la unidad en torno al líder, la mejora de la economía antes el Octavo Congreso del Partido”, continuó refiriéndose a una reunión programada para enero.
Aun así, el evento, que involucra a miles de personas, podría ser muy propicio para la propagación del coronavirus, a menos que se tomen "precauciones extremas", observa Harry Kazianis, del Center for National Interest. Sin embargo, este tipo de medidas, ironiza, es "muy improbable: Las mascarillas y los misiles no combinan bien".
... y otras circunstancias difíciles
La conmemoración se desarrolla también en un contexto interno muy duro, tanto por el impacto del coronavirus, por más que el régimen de Pyongyang no haya confirmado nunca un solo caso de coronavirus en su suelo, como por una serie de tifones que han afectado severamente al país, sometido ya a drásticas sanciones.
También por este motivo, y a diferencia de los desfiles anteriores, este año no se ha invitado a ningún medio extranjero. Además, muchas embajadas y representaciones diplomáticas en Corea del Norte están cerradas por restricciones vinculadas al coronavirus, lo que reduce también el número de observadores extranjeros.
Pyongyang cerró sus fronteras en enero en un intento por prevenir la propagación del virus que apareció en la vecina China y a partir de la cual, se extendió a todos los rincones del mundo. El mes pasado, los soldados norcoreanos mataron a tiros a un ciudadano surcoreano que se encontraba en aguas del norte, alegando que fue para evitar el riesgo de una epidemia si era portador del coronavirus.
El asunto provocó una fuerte reacción en Corea del Sur y fue seguido por una disculpa extremadamente rara por parte de Kim Jong-un. A finales de julio, el régimen acusó también a un presunto fugitivo que pasó por Corea del Sur antes de regresar al Norte de haber traído el Covid-19, una forma de culpar de la contaminación a Seúl y a los desertores más que al comercio con China. A partir de este caso, Pyongyang anunció que el país había sido puesto en "estado de máxima emergencia" por el líder Kim Jong-un.