El FMI advierte de las posibles "cicatrices duraderas" económicas de la pandemia
La pandemia de la COVID-19 podría dejar "cicatrices duraderas" en la economía mundial, como las elevadas cargas de deuda y un incremento de la pobreza y la desigualdad, pese a la "tentativa recuperación" en marcha, ha advertido este jueves el Fondo Monetario Internacional (FMI).
"La crisis amenaza con provocar cicatrices duraderas en la economía mundial, como un menor crecimiento de la productividad, más pesadas cargas de deuda, elevadas vulnerabilidades financieras y mayor pobreza y desigualdad", ha señalado el comunicado emitido por el Comité Financiero y Monetario del Fondo, principal órgano consultivo del organismo, durante su asamblea anual.
En rueda de prensa, Kristalina Georgieva, directora del Fondo, ha remarcado que "aunque hay en marcha una recuperación económica tentativa, apoyada por una extraordinaria respuesta macroeconómicas" el principal riesgo es "una retirada prematura".
Pronostica una recesión menos severa por los estímulos fiscales
Durante la semana de reuniones, que se han celebrado de manera virtual debido a la pandemia, el organismo ha insistido en dar la voz de alarma sobre el daño estructural que dejará la actual pandemia, especialmente sobre los países y los trabajadores más vulnerables.
En su informe de Perspectivas Económicas Globales, el organismo multilateral ha pronosticado una recesión menos severa en 2020, del -4,4 %, gracias a los enormes estímulos fiscales y monetarios aplicados por las autoridades de todo el mundo, y plantea una recuperación del 5,2% para 2021.
Desde el estallido de la pandemia, el Fondo ha aprobado 280.000 millones de dólares en préstamos a más de 80 países. Si bien el organismo ha defendido las medidas gasto, también ha avisado de que la enorme montaña de deuda que se ha ido acumulando será un desafío en el medio plazo por lo que las autoridades deberán calibrar con cuidado la gradual retirada de estímulos y evitar abruptos ajustes.
Lagarde ve "probable" que se "frene la fortaleza de la recuperación"
Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo (BCE), ha dicho a través de un comunicado al Comité Financiero y Monetario del Fondo que ve "probable" que la incierta evolución de la pandemia "frene la fortaleza de la recuperación" en la zona euro y que afecte al empleo.
Lagarde ha pedido que no se retiren de manera "prematura" las políticas de apoyo público a la economía, tanto en el aspecto monetario como en el fiscal, a la vez que se "recoloquen" los recursos a sectores "más viables" para reducir al mínimo "los daños permanentes a nuestras economías y, por lo tanto, fundamentales para el crecimiento a mediano plazo y las perspectivas de inflación".
La presidenta del BCE también ha señalado que tras la caída sin precedentes de la producción en el primer semestre del año, "los indicadores económicos apuntan a un fuerte repunte de la actividad en el tercer trimestre" en la zona Euro. Sin embargo, ese repunte será desigual entre los distintos sectores y regiones, por lo que la nueva recuperación sostenida sigue "dependiendo en gran medida de la forma en que la pandemia afecte a las decisiones de consumo, ahorro e inversión".
Por otor lado, Lagarde ha enumerado las medidas de política monetaria aprobadas por el BCE para apoyar la economía durante su reapertura gradual y salvaguardar la estabilidad de los precios a medio plazo, entre las que se encuentran la recalibración del programa de compras de emergencia para casos de pandemia (PEPP), aumentando su tamaño en 600.000 millones de euros, o la reinversión de los pagos principales de los títulos con vencimiento adquiridos en el marco del PEPP hasta por lo menos el final de 2022.
"En general, las medidas de política monetaria que hemos adoptado desde principios de marzo están proporcionando un apoyo crucial a la economía, favoreciendo el acceso a la financiación y contribuyendo a mantener condiciones de financiación favorables para todos los sectores y jurisdicciones", ha añadido.