Sánchez y Abascal se acusan de fomentar el "odio" en España en un debate que deja toda la presión a Casado
- Sánchez le pide "no dejarse arrastrar" por la "ultraderecha" y Abascal le ofrece construir una alternativa para "rescatar" a España
- El PP dice que el sentido de su voto a una moción "inútil" lleva "semanas" decidido pero no lo revelará hasta el jueves
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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y el líder de Vox, Santiago Abascal han protagonizado un 'cara a cara' este miércoles durante el debate de la moción de censura en el Congreso en el que se han acusado mutuamente de sembrar el "odio" y de falta de patriotismo. Sin embargo, las miradas de ambos han puesto el foco en el líder del PP, Pablo Casado, a expensas de conocer cuál será el sentido de su voto. Mientras que el primero ha pedido a Casado frenar a la “ultraderecha” votando ‘no’, Abascal le ha pedido el voto a favor y le ha ofrecido construir juntos una alternativa política al Gobierno.
Lo han hecho durante el primer día de debate de la moción de censura, en el que Abascal se ha presentado como candidato a liderar un “Gobierno de emergencia nacional” y se ha comprometido a convocar elecciones inmediatas de prosperar la iniciativa. Sin embargo, la moción se prevé fallida dada la escasez de apoyos parlamentarios -únicamente los 52 'síes' de Vox-, aunque ha servido a Abascal y a Sánchez para defender sus posturas.
Abascal ha cargado contra un Gobierno “de caos y ruina” que está “contra el Estado, la nación y el rey” y que ha utilizado la pandemia del "virus chino" -término que ha reiterado durante todo el debate- para "acelerar la guillotina de libertades” en España. Como candidato a presidir el Gobierno, sus propuestas han sido ilegalizar los partidos que buscan "destruir" España, "blindar" las fronteras y combatir la inmigración ilegal y "superar" el estado autonómico, al que ha criticado en abundancia.
Sánchez, por su parte, ha cargado contra un candidato que “odia a España tal y como es”, que quiere "volver a la España centralista de Franco", con una propuesta de "furia y choque" y un "nacionalismo exacerbado". Tras responder a Abascal, el presidente del Gobierno no ha vuelto al Hemiciclo, pese a que tiene el derecho a intervenir en cualquier momento del debate.
Ambos instan a Casado a "no ponerse de perfil"
Durante su discurso, Sánchez ha pedido a Casado que “no se deje arrastrar por la tentación totalitaria” regalándole “un éxito a la ultraderecha”. "De usted depende que el autoritarismo, la furia y la intolerancia prevalezcan en la derecha (...) interrumpa esta deriva que se inició en el momento en que la ultraderecha infiltró sus ideas en el cerebro del Partido Popular y marcó la ruta a los nuevos dirigentes del PP”, le ha dicho el presidente, quien ha pedido a Casado “cortar con la ultraderecha como hacen los dirigentes europeos”.
“No basta con abstenerse, con ponerse de perfil”, ha proseguido, instando a Casado a “regresar al comportamiento y al sentido de Estado que se exige al PP”. “Cruce ese puente y vote no, y si lo hace así, creo que podremos encontrarnos”, ha proseguido, diciendo que al líder ‘popular’ lo ve como un “adversario” y no “un enemigo” político con el que puede llegar a acuerdos pese a las legítimas discrepancias. Ha advertido, a su vez, que Vox “cada vez va a pedir más” al PP y les seguirán llamando “derechita cobarde”.
También Abascal ha apelado durante su intervención al voto afirmativo del partido de Pablo Casado y le ha ofrecido construir una alternativa política, cultural, económica y territorial para “rescatar” a España de la crisis y de un Gobierno que está “contra el Estado, contra la nación y contra el rey”: "Nadie va a venir a salvarnos. A España sólo la pueden rescatar los españoles", ha asegurado, lamentando que algunos hayan “perdido la fe” en el pueblo español y sólo pongan su esperanza en Bruselas, en Davos o en otros organismos internacionales.
"Señorías del PP, cada día la distancia política es aún mayor", ha reconocido Abascal, aunque ha recordado que Vox les ha "dado el Gobierno" en algunas comunidades autónomas, como Madrid o Murcia: "Ahora nos toca pedirles el voto a ustedes".
Sus apelaciones al PP se han dado en un debate en el que cuestiones como el dictador Francisco Franco, el papa, ETA, los muertos por coronavirus y el amor a la patria han enfrentado a Sánchez y Abascal, que se han situado en posiciones extremas como "agua y aceite".
El PP tiene decidido el voto "desde hace semanas"
Entre tanto, tras días de debate interno, el PP sigue sin desvelar si finalmente votará ‘no’ o abstención, ya que el partido ha descartado apoyar una moción que consideran “inútil” y una “pérdida de tiempo”. Así lo ha afirmado este miércoles el secretario general del partido, Teodoro García-Egea, quien ha marcado distancias con Vox asegurando que el Partido Popular está “centrado en ser útil a los españoles” y no en esta “tomadura de pelo”. Sin embargo, el sentido de su voto puede tener varios significados que no se escapan de la tela de juicio del resto de partidos.
Fuentes del PP sí han avanzado que el discurso de Casado será “contundente” con Abascal y con ambos y han aclarado que el sentido del voto lleva decidido “desde hace semanas”, por lo que no influirá ninguno de los discursos del debate de la moción. Las mismas fuentes no contemplan que ningún diputado de su grupo se salte la disciplina de voto, algo que “solo lo podrían hacer por motivos morales y éticos”.
También aseguran que “lo vivido hoy” reafirma al PP como “alternativa seria y responsable de Gobierno”, que la intervención de Abascal no ha “sido de moción de censura”, que el debate “no es ni de forma ni de fondo” propio de una moción y añaden que en el Congreso se ha podido ver “una fotografía previa” a la que vendrá el jueves, la de una “ovación a Sánchez”.
Este miércoles, otros líderes políticos han intervenido también en el pleno, en orden de menor representación parlamentaria a mayor -los restantes intervendrán el jueves y después se procederá a la votación-. Precisamente, la mayoría de los partidos han señalado que la moción está más enfocada al PP que al Gobierno.
Abascal cita uno a uno a las más de 850 víctimas de ETA
En uno de los momentos del debate, Abascal ha sorprendido recitando uno a uno los nombres de las 857 víctimas de ETA mientras los diputados de Vox permanecían de pie. Abascal ha ido intercalado la lectura de esos nombres con algún comentario más personal en el caso de haber conocido a la víctima de ETA o para lamentar, como en el caso de Miguel Ángel Blanco, que "el 60% de jóvenes no conocen su nombre", en referencia a un informe de Gad3.
Lo ha hecho horas después de su 'cara a cara' con Sánchez, ya durante un turno de respuesta a EH-Bildu, quien había apelado a la Cámara a "decir no al fascismo y al odio". "De esos casi 1.000 crímenes, hay más de 300 que están sin resolver", ha afirmado Abascal, quien ha pedido "memoria, dignidad y justicia".
Rufián: "Vox no busca gobernar, busca destruir"
El líder parlamentario de ERC, Gabriel Rufián, ha celebrado el debate parlamentario y ha explicado el motivo: “Ustedes, antes, las mociones de censura las hacían con tricornios y pistolas”. Pero ha asegurado que “Vox no busca gobernar, solo busca destruir”, por lo que ha hecho un llamamiento a sus votantes de barrios obreros y humildes: "No son de los tuyos, votan cada semana contra ti".
“Vox es una enorme maquinaria política, mediática, policial y judicial amoral creada, engrasada y financiada de resentimientos y odio hasta ahora nunca representados en política”, ha asegurado Rufián. En este sentido, ha reprochado al PSOE que "de su miedo y sus complejos vive la ultraderecha desde hace 40 años": "Abascal no necesita que le contesten en el atril, sino cada martes con -medidas sociales- el Boletín Oficial del Estado (BOE)".
También se ha dirigido a PP y a Cs, a quien ha dicho que “silenciar al fascismo no es censura”, asegurando que en España “haría falta” una derecha como la de Angela Merkel. “Vox son sus matones”, les ha espetado, añadiendo que debería darles “vergüenza” que hayan accedido a cuestiones como reducir “a la mitad” las partidas en violencia de Género en Andalucía, donde ambos partidos gobiernan gracias al apoyo del partido de Abascal.
En su turno de respuesta, Abascal ha dado las gracias a Rufián por "preocuparse" ante el ascenso de Vox entre las clases obreras, aunque le ha reprochado "ni vuelve a Cataluña ni deja el escaño" porque "tiene que combatir a Vox" como un "superman", pero le ha pedido "dejar de hacer el ridículo" porque "hay una cola enorme" para ello. "Le han dicho al PP cómo tiene que ser la derecha y que es fan de Merkel", ha añadido, considerando después que un partido como ERC "sería ilegal en Alemania".
Arrimadas, a Vox: "Su poyecto no seduce a los españoles"
Inés Arrimadas (Ciudadanos) ha lamentado que el debate de la moción sea "tóxico" y no se centre en una pandemia que, según se ha defendido, justifica que su partido esté dispuesto a pactar con el Gobierno los Presupuestos. Arrimadas ha cargado contra Vox, contra el PSOE y contra Podemos por el debate, pero especialmente crítica ha sido con Abascal porque "parecía que estaba haciendo una moción de censura al virus chino": "Esto no es serio". "Su proyecto (el de Vox) no seduce a sus cuatro millones de votantes ni a una mayoría de españoles": "Venir aquí a decir que es el peor Gobierno en 80 años... ¿no creen que eso no es un arma que utilizarán después? ¿Creen que representa a muchísimos españoles la nostalgia del Gobierno de Franco?".
"Nos ha llamado inmorales por presentar ahora una moción de censura ¿cómo le llamamos a usted por sostener a este Gobierno?", ha reprochado Abascal a Arrimadas, quien ha hecho esta recomendación: "No deben ponerse ustedes en medio entre los que pactan con ETA y los que les dan consejeros, no deben ponerse en medio entre el PSOE y Vox".
El miércoles se retomará la sesión con las intervenciones de Unidas Podemos, Vox, el PP y el PSOE y se prevé la votación de la moción a mediodía, cuando se prevé que la mayoría del Congreso rechace a Abascal como presidente de Gobierno.