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Cine

'El año de la furia', la amistad y el amor en tiempos de la dictadura uruguaya

  • El director Rafa Russo ha presentado en valladolid esta película ambientada en el año previo al golpe de estado militar
  • También hablamos con Sara Sálamo, una de las protagonistas de esta cinta participada por RTVE

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Clip de 'El año de la furia', una película sobre la dictadura uruguaya dirigida por Rafa Russo

Entre 1964 y 1984 muchos países sudamericanos (como Chile, Argentina, Colombia, Bolivia, Paraguay o Nicaragua) sufieron dictaduras militares, lo que ha dado lugar a un subgénero de películas sobre el tema, con algunas obras maestras. Pero una de las dictaduras menos retratadas por el cine ha sido la uruguaya (1973-1985). Ahora Rafa Russo, guionista de películas como Lluvia en los zapatos, La decisión de Julia o Remember me, dirige El año de la furia, una cinta hispano-urugaya que cuenta con la participación de RTVE y que está ambientada en el año que precedió a ese golpe de estado militar de 1973. El director y una de sus protagonistas, Sara Sálamo, han presentado la película en la Seminci de Valladolid y hemos hablado con ellos.

“Quería hablar sobre la dictadura uruguya por muchas razones -asegura Rafa Russo-. Soy español, de padres argentinos, y me interesa mucho Uruguay porque siempre ha estado a la cabeza de la defensa de los derechos humanos y las libertades en Sudamérica. También es un país muy poco tratado cinematográficamente porque ha quedado aplastado entre dos gigantes: Argentina y Brasil".

"Además -continúa el director- creo que las películas que se han hecho sobre dictaduras militares siempre han respondido a un mismo patrón: mostrar el horror de lo que fue y contarla historia desde el punto de vista de las víctimas, con alguna excepción. Y pensé que había un ángulo diferente, contándolo desde el punto de vista de la gente corriente y abriendo ese abanico de personajes añadiendo un militar de medio rango al que adiestran para torturar y ser más cruel. Eso me permitía contar la historia con más matices y desde un punto de vista más emocional".

RTVE participa en 'El año de la furia', una coproducción hispano-uruguaya

RTVE participa en 'El año de la furia', una coproducción hispano-uruguaya rtve

"Las dictaduras lo impregnan todo"

La película está ambientada en Montevideo, en 1972, mientras el país se dirige a la inevitable dictadura, Diego (Alberto Ammann) y Leonardo (Joaquín Furriel), dos guionistas de un conocido programa de humor de televisión, luchan por mantener su integridad ante las presiones de sus superiores para que rebajen el tono de sus mordaces sátiras políticas y eviten ofender a los altos militares que se están apoderando del control del país.

Mientras, en el lado de los opresores, Rojas (Daniel Grao), un teniente del ejército que ha sido presionado para torturar a militantes o simpatizantes de la guerrilla de los Tupamaros, exorciza sus demonios con Susana (Martina Gusman), una prostituta que es refugio emocional ante su fuerte sentimiento de culpabilidad.

"Yo lo que quería mostrar es que las dictaduras lo impregnan todo, desde las relaciones personales y laborales hasta las de amor y amistad -asegura Rafa-. Esta película es muy coral, pero en el núcleo hay una historia de amor y otra de amistad entre dos escritores, un pupilo y un mentor, que se ve afectada por la presión que ambos escritores reciben de sus superiores para no meterse con los políticos ni los militares. Y cómo, poco a poco esas presiones van socavando su amistad. La dictadura acaba manchándolo todo”.

A eso se añaden los personajes del torturador y la prostituta que Rafa ve como una forma de romper la visión maniqueista de estas películas: “Creo que ha habido casos, no sé si en Uruguay, pero sí en Argentina, de torturadores que han acabado teniendo una relación amorosa con alguna de sus víctimas e incluso se han escapado. Siempre me ha interesado ahondar en la oscuridad del humano y buscar esos matices de grises, ¿qué es lo que lleva a alguien normal a llegar a esos extremos de crueldad? ¿Y cuáles son sus demonios personales?"

El año de la furia

El año de la furia rtve

"A veces lo único que nos queda es el humor"

Tampoco es habitual que en este tipo de películas los protagonistas sean dos humoristas. “Como guionista y escritor –asegura Rafa-, he tratado de ponerme en ese lugar. Pensar qué haría en una situación en la que se cercenan los derechos básicos de la gente, se recorta la libertad de expresión… Y me doy cuenta de que es muy difícil ser un héroe y de que cuando te meten la bala del miedo entre ceja y ceja es difícil posicionarse”.

“Añadir el tema del humor como resistencia contra las dictaduras me parecía interesante porque ofrece una rendija de escapatoria, de libertad, que a veces es imparable -añade-. A veces lo único que nos queda es el humor

La película se titula El año de la furia porque así se conoce al año anterior al golpe de estado de 1973 en Uruguay, que es cuando está ambientada la película. Pero también responde a otra influencia de Rafa: “Tiene influencias de El año en que vivimos peligrosamente (Peter Weir, 1982), que es una película que me gusta mucho y que la tuve siempre en mente. Pero "El año de la furia" es una acepción que inventó la gente corriente para denominar ese año tan terrible”.

Fotograma de 'El año de la furia'

"Hay algo invencible en el espíritu humano"

A pesar de las dictaduras que hemos visto y estamos viendo, el ser humano no parece aprender la lección, como nos comenta Rafa: “Empezamos a recorrer un sendero un poco peligroso que nos recuerda un pasado que es mejor no olvidar. Por eso creo que esta película es particularmente relevante. Poco a poco vamos abriendo la puerta a pequeños recortes de libertades y derechos y nos estamos cerrando puertas. Hay un auge de los nacionalismos, populismos y de la extrema derecha que empieza a ser peligroso".

"Pero pesar de que la película es dura y al final nada queda a salvo de la dictadura, yo termino con un mensaje positivo -añade Rafa-. Porque creo que hay algo invencible en el espíritu humano y la gente siempre encuentra una rendija para escapar. Y eso es lo que buscan todos los personajes de la película: esa rendija de libertad. Incluso el militar opresor, que la busca en una historia de amor.

“Al final hay una manifestación espontánea que evidencia eso: los opresores tratan de encontrar las maneras de perpetuarse en el poder, pero la gente siempre encuentra una manera de expresarse y rechazar esa opresión”.

Pero, al contrario de lo que pasa en las películas americanas, Rafa confiesa que los héroes no surgen con tanta facilidad: "Es muy difícil ser un héroe. Aunque hay muchos grados de heroísmo. En una situación como esta lo que muestran las películas americanas se ajusta poco a la realidad, que se trataría de mantener la dignidad y la integridad. Eso ya es suficientemente difícil y ser un héroe es casi imposible.

En cuanto a sus planes para El año de la furia Rafa nos adelanta que: "En principio estrenamos en marzo. Lo que más me preocupa en estos momentos es la situación de las salas de cine porque están en un momento muy crítico y vamos a ver lo que pasa. Pero espero que las salas puedan sobrevivir cuando todo esto pase. Confío en que sí".

El año de la furia

El año de la furia rtve

Sara Sálamo es Jenny, una chica dispuesta a luchar por sus ideas

El personaje de la película que responde más al prototipo de héroe que tenemos todos en la cabeza posiblemente sea Jenny, interpretada por la española Sara Sálamo: "Es una chica mucho más valiente que yo -asegura la actriz-. Su función en la historia es conseguir que otros personajes se mojen. Aunque en la película se nos cuenta que hay ciertos momentos en los que, te mojes o no, acabas arrollado. Es un personaje que está para que otros tomen partido. Es una chica con las ideas muy claras y que está dispuesta a luchar por ellas".

"Jenny y su madre (Maribel Verdú) tienen un hostal -nos cuenta Sara-. Vienen a Uruguay huyendo de la dictadura española y luego se van a Buenos Aires. Son gente con malísima suerte (ríe). Están como persiguiendo los malos momentos de los países. Los dos cómicos protagonistas frecuentan el hostal y de ahí surge la relación".

Sara cree que la historia refleja muy bien el momento de incertidumbre que se vivián en esos momentos previos al golpe militar “Hay una frase de la película que creo que lo describe muy bien: “El país se está convirtiendo en una cárcel de tres millones de habitantes”. Cuando te privan de la libertad de expresión o se te imponen el toque de queda es algo duro. Fue un auténtico mazazo para un país que, hasta entonces, había sido muy avanzado en políticas sociales. Fue una época durísima para Uruguay".

Fotograma de 'El año de la furia'

"La política arrastra a cualquier ser humano"

Sara confía en que aprendamos la lección y no repitamos errores como los que llevaron a esas dictaduras, pero no lo tiene claro: "Vivimos en un momento en el que creo que cada vez nos enquistamos más en lo que pensamos cada uno. Estamos lejos de buscar soluciones. Y encima las redes sociales nos inculcan que tenemos razón todo el rato, estés en el bando que estés. Eso hace muy complejo el debate y provoca que cada uno se enquiste en su verdad".

"Lo que más me gusta de la película es el punto de vista de Rafa sobre cómo la política arrastra a cualquier ser humano, se dedique a lo que se dedique -añade Sara-. Un guionista, una prostituta, una chica que tiene un hostal… la política los arrastra a todos. La política nos afecta a todos y eso creo que es muy interesante. Te mojes o no te mojes, te la política te acaba arrastrando por el trabajo, los amigos, la familia… eso repercute en tu estado de ánimo y en tus relaciones con tu pareja, con tu gato…

Hablando de relaciones, Sara confiesa que la relación entre esos dos guionistas y entre el torturador y la prostituta "Me enervan como espectadora. En la viña del señor ves como en cuestiones de amor todos somos muy torpes. Al final puedes engancharte con quien menos te lo esperas o relacionarte con alguien que dirías “ni de broma, nunca acabaría con tal persona". Somos humanos, lo que hace que, de repente, conectes con alguien vete a saber por qué".

En cuanto a la perparación del personaje, Sara asegura que: "El vestuario es importante para meterte en el papel, pero también te tienes que documentar sobre otras cosas, por ejemplo sobre la jerga que se usaba en aquel entonces, o trabajar el acento. Por suerte tengo buen oído y ya había hecho de porteña en otra película. Además el acento tiene algunas similitudes con el canario, que yo soy chicharrera (de Tenerife) y me he aprovechado de eso a la hora de trabajar el acento con el “coach”. Mucho trabajo y mucha atención, sobre todo a las frases cortas, que son las que más te delatan".

Durante el confinamiento Sara no dejó de trabajar: “Rodé una serie que se llama Relatos confinados, con la que aprendí mucho porque, además de actriz teníamos que ser técnicos. Teníamos al director por Skype y tenías que seguir sus instrucciones para ser el cámara, colocar focos… Por suerte no he estado parada. Pero los rodajes que tenía el año que viene están todos en el aire y espero que podamos llevar alguno a cabo. Es un momento muy complicado".

"Por eso recomendaría a la gente ir al cine y al teatro porque es una ventana a escapar de lo que estamos viviendo. Yo voy una vez por semana al cine porque es como abrir una ventana a otros mundos y poder respirar sin mascarilla” -concluye la actriz-.

Rafa Russo dirigiendo a Daniel Grao