La Fiscalía no se opondrá al indulto del hombre que ayudó a morir a su mujer enferma de esclerosis

• Aunque pide seis meses de prisión para él por un delito de cooperación al suicidio
• El Ministerio Público subraya que María José Carrasco expresó de forma "constante" su deseo de acabar con su vida

Ángel Hernández, el hombre que ayudó a morir a su mujer enferma terminal en abril de 2019.

La Fiscalía Provincial de Madrid solicita seis meses de cárcel para Ángel Hernández, el hombre que en abril de 2019 ayudó a morir a su esposa María José Carrasco, enferma terminal de esclerosis múltiple, pero no se opondrá a su indulto, han informado fuentes de la Fiscalía Provincial.

El ministerio público imputa a Hernández un delito de cooperación al suicidio, pero al mismo tiempo anuncia que "para el supuesto de que se dictase sentencia condenatoria y se tramitase expediente de indulto, el Ministerio Fiscal, emitirá informe favorable". Considera el fiscal que en el caso concurren las atenuantes de confesión y parentesco.

En su escrito de acusación, el fiscal subraya que María José Carrasco expresó de forma "constante" su deseo de acabar con su vida por los "intensos" dolores "más allá de lo que podía soportar" por la enfermedad "crónica, degenerativa e incurable" que sufría.

María José Carrasco, enferma de esclerosis múltiple:"Pido que me ayuden a morir"

La petición llega después de que la juez de Violencia sobre la Mujer número 5 haya concluido la causa. En este caso, la Fiscalía de Madrid se opuso a que la causa encajara en un delito machista al no existir un contexto de "dominación y discriminación" del hombre sobre la mujer.

Treinta años de enfermedad

María José Carrasco, que sufría esclerosis múltiple desde hacía 30 años, murió el 3 de abril de 2019 en su domicilio cuando, estando solos el matrimonio en la vivienda. A la mujer le fue reconocida un grado de discapacidad del 82% y en 1996 le concedieron la gran invalidez.

El Ministerio Fiscal reconoce que en 1999, el acusado se acogió a una excedencia laboral y, a partir de ese momento, "se dedicó en exclusiva al cuidado de su mujer". Fue a partir de 2007 cuando Hernández comenzó a solicitar "reiteradamente" a las administraciones públicas ayudas para el cuidado y el tratamiento de la enfermedad de su mujer.

Dos años más tarde, el Tribunal médico de la Dirección General de Coordinación de la Dependencia reconoció a la fallecida el nivel I, grado III de Gran Dependencia, así como el derecho al Servicio de Atención Residencial, pero que "nunca se le llegó a prestar".

A partir de 2014, "en pleno uso de sus facultades intelectivas", la mujer exteriorizó, y no solo a su marido sino también a otras personas, su deseó acabar con su vida. Por ello, se pusieron en contacto con la asociación Derecho a Morir Dignamente, donde recibieron asesoramiento. En agosto de 2018 la mujer entró en cuidados paliativos y desde ese momento sufrió múltiples ingresos hospitalarios

Tras el deseo "constante" de la enferma de acabar con su vida, su marido vertió un medicamento en un vaso, se lo acercó a su mujer que lo ingirió con una pajita. A los diez minutos María José falleció.

Esta conducta está penada por el Código Penal al constituir un delito de cooperación al suicidio, penado con hasta 10 años.