Enlaces accesibilidad
Elecciones EE.UU. 2020

Trump apunta al corazón del medio oeste mientras Biden busca conquistar Georgia

  • El candidato demócrata se ha señalado como el heredero de Roosevelt y ha prometido ayudar a EE.UU. a superar la pandemia
  • El presidente estadounidense ha prometido que protegerá el "fracking" y que llevará nuevas inversiones a la región

Por
Trump protagoniza un acto electoral en Michigan mientras Biden busca conquistar Georgia

A una semana de las elecciones de EE.UU., el presidente de Estados Unidos, Donald Trump ha apuntado directamente al corazón del medio oeste con promesas de proteccionismo comercial y ayuda a las industrias de combustibles fósiles, mientras que su rival, Joe Biden, se ha buscado conquistar a Georgia, donde un demócrata no gana desde 1992.

"¡Estas elecciones son una cuestión de supervivencia económica para Michigan!", ha clamado el presidente Trump durante un mitin en el aeropuerto de Lansing, la capital estatal.

Entretanto, Biden se ha visto una zona rural de Georgia, un estado tradicionalmente republicano, pero donde las encuestas muestran una carrera más apretada en estas elecciones debido a un posible aumento de la participación de afroamericanos e hispanos.

El 'fracking' como argumento para la campaña de Trump

El presidente estadounidense ha argumentado que sus políticas comerciales traerán nuevas inversiones a la industria del automóvil de esa región y ha prometido que protegerá la fragmentación hidráulica o "fracking", una controvertida técnica de extracción de gas y petróleo que tiene un peso importante en Michigan y otros estados clave, como Pensilvania.

Trump ha vuelto a acusar a Biden de querer "abolir la industria petrolera" y prohibir el "fracking", a pesar de que el demócrata repetidamente ha negado su intención de restringir esa práctica, pero que Trump reitera en Twitter subiendo vídeos pasados con declaraciones de Biden sobre el tema.

La campaña de Trump asegura que unas 10.000 personas han acudido al evento a pesar de que la temperatura apenas superaba los cero grados centígrados y no paraba de caer una fina lluvia.

Michigan tiene una importancia especial para el mandatario porque, en 2016, fue el primer candidato republicano en ganar ese estado desde 1988, año en el que los demócratas impusieron su poderío.

Asimismo, Trump ha aprovechado para atacar a la gobernadora de Michigan, la demócrata Gretchen Whitmer, dos semanas después de que más de una docena de personas vinculadas a una milicia de extrema derecha fueran detenidas y acusadas de planear su secuestro y posible asesinato.

"No creo que yo le guste mucho a ella (Whitmer)", ha dicho con sorna Trump, quien sin pruebas arrojó dudas sobre los planes para secuestrarla y dudó de que sean ciertos, en contradicción con el FBI.

En respuesta, el público ha comenzado a corear "¡enciérrenla, enciérrenla!"", un lema que ya usaron sus simpatizantes en 2016 para atacar a la que entonces fuera su rival, Hillary Clinton.

Primer evento de campaña para Melania

Paradójicamente, casi al mismo tiempo, la primera dama, Melania Trump, ja reconocido en un mitin en Pensilvania que, a veces, no le gusta la forma en la que se expresa su marido.

"No siempre estoy de acuerdo con la forma en la que dice las cosas", ha declarado despertando las risas del público, pero matizó: "Es importante para él hablar directamente con la gente que representa".

Melania, que hasta ahora no había hecho campaña en solitario por su esposo, ha centrado su mensaje en la pandemia de COVID-19 y ha acusado directamente a Biden de haber politizado esa tragedia.

"Ahora sugiere que él podría haber hecho un mejor trabajo. Bueno el pueblo estadounidense puede mirar a los 36 años de Joe Biden en el Congreso y los ocho años en la Vicepresidencia y determinar si creen que finalmente podrá hacer algo para el pueblo estadounidense", ha arremetido.

Biden busca ser el próximo Roosevelt

Rodeado de pinos y banderas, Biden ha dado un discurso pausado y solemne en el que ha citado al Papa Francisco y al expresidente Franklin D. Roosevelt (1933-1945), venerado en EE.UU. por haber sacado al país de la Gran Depresión y haberlo guiado en la Segunda Guerra Mundial.

Biden ha querido perfilarse como el heredero de Roosevelt y ha prometido que ayudará a EE.UU. a superar este difícil momento histórico, definido por la polarización política, la pandemia y las protestas contra el racismo.

"Una y otra vez a lo largo de nuestra historia -ha visado-, hemos visto charlatanes, estafadores y falsos populistas que buscaban jugar con nuestros miedos, que apelan a nuestros peores instintos y usan las costras de nuestras heridas más antiguas para su propio beneficio político. Aparecen cuando la nación ha sido golpeada de la manera más fuerte y cuando somos más vulnerables".

Además, su discurso ha estado lleno de referencias a su fe católica y, citando una reciente encíclica del Papa, ha pedido amparo ante el "populismo falso" que apela a los instintos "más bajos y egoístas".

Obama se burla de Trump

Como parte del impulso final, la senadora demócrata y aspirante a la Vicepresidencia, Kamala Harris, ha protagonizado dos eventos en Nevada, mientras que el expresidente Barack Obama ha acudido al estado clave de Florida, donde de nuevo se ha burlado de Trump y ha arremetido contra él por la gestión de la pandemia.

"Déjenme decir una cosa, -ha empezado- yo he vivido en la Casa Blanca durante un tiempo".

"¿Saben? Es un ambiente controlado. En la Casa Blanca, puedes tomar medidas para evitar ponerte enfermo. Excepto este tipo (Trump), que parece incapaz de hacerlo. Ha convertido la Casa Blanca en una zona de guerra", ha declarado Obama.

Actualmente, las encuestas dan a Biden el liderazgo con un 52,1 % del voto popular, mientras que Trump acumula el 43 %, según la media ponderada que elabora la web especializada FiveThirtyEight.