El voto afromericano, el arma contra el racismo sistémico en EE.UU. tras un verano de protestas raciales
- La comunidad busca poner fin a la violencia racial, injusticia y desigualdad ante la pasividad de Trump
- Los activistas tratan de movilizar al electorado en un año marcado por las protestas | Especial: elecciones EE.UU.
Los asesinatos de George Floyd, Breonna Taylor o el tiroteo a Jacob Blake a manos de la policía han avivado las protestas contra la violencia racial en Estados Unidos en pleno año electoral. Deportistas de élite, artistas y políticos se han unido a las miles de personas que han salido a las calles del país bajo un mismo lema: las vidas negras importan.
La comunidad afroamericana clama justicia e igualdad ante la pasividad del presidente Donald Trump, que en su primer mandato ha evitado abordar un problema latente: el racismoDe hecho, la percepción de las relaciones entre negros y blancos se ha desplomado desde 2018 y ya es la más negativa desde 2001: el 55 % de ciudadanos cree que son muy o algo malas, frente al 44 % que las considera positivas, según un sondeo de Gallup. La misma empresa concluyó en verano que el 87 % de afroamericanos están en contra del presidente.
"Donald Trump ha sido el presidente más abiertamente racista de los últimos 100 años, ha alentado el nacionalismo blanco entre departamentos policiales, ha criticado a deportistas por arrodillarse contra el racismo y no solo ha demonizado a buena parte de la sociedad, sino que ha alentado a extremistas", subraya la experta en conflictos raciales de la American University, Cathy Schneider.
La igualdad, tarea pendiente
La violencia policial es solo uno de los síntomas del racismo sistémico en Estados Unidos, según la comunidad afroamericana, que denuncia que la desigualdad está presente en todos los aspectos de la vida cotidiana.
“El racismo sistémico viene es un problema muy serio y todavía hay muchas cosas pendientes“
Ronald Hampton dirigió la Asociación de Policía Negra tras más de 20 años de servicio en Washington y todavía percibe discriminación por el color de piel: "Es un problema muy serio que viene de muy lejos y, aunque la esclavitud fue abolida, todavía hay muchas cosas pendientes", denuncia a RTVE.es. Entre ellas, el empleo: según el Departamento de Trabajo, el 12,1 % de hombres afroamericanos están en paro, una tasa que se reduce al 7% en blancos y al 8,9 % en asiáticos.
Además, los afroamericanos todavía ven ejemplos de segregación en su día a día. "Por ejemplo, hay colegios que eran una mezcla de blancos y negros, pero por los cambios en nuestros barrios, ahora hay colegios solo de blancos o solo de negros. Las familias blancas no quieren enviar a sus hijos a colegios con niños negros y tienden a abandonar los barrios más poblados por afroamericanos", explica el expolicía.
La politización de la justicia
Lo mismo ocurre con el sistema judicial o el tratamiento que reciben de la policía, una cuestión que se puso de manifiesto en los últimos disturbios contra los asesinatos a afroamericanos y que originó el derribo de estatuas confederadas, no solo en EE.UU., sino también en Europa. Entonces, Trump respondió con "ley y orden", ordenó toques de queda y ;para combatir los "actos de terrorismo domé.
El otro conflicto se produce en el sistema judicial, que la profesora tilda de "increíblemente partidista" porque "toman decisiones en base a lo que favorece a los republicanos". Se refiere al fiscal general de Kentucky, el republicano Daniel Cameron, que evitó publicar la sentencia del jurado que exculpó a dos policías por el asesinato de Breonna Taylor.
Pero la justicia no es la única evidencia de los conflicos raciales en Estados Unidos. La organización Southern Poverty Law Center contabiliza y localiza los grupos extremistas dedicados a promover el odio en el país en los últimos 20 años. Solo entre 2016 y 2019, las organizaciones de nacionalistas blancos casi se duplicaron, al pasar de 85 a 155.
Su movilización de cara a una posible derrota electoral de Donald Trump supone uno de los mayores temores de la comunidad afroamericana, especialmente desde que el presidente ordenara a uno de esos grupos a "retroceder y prepararse" en el primer debate de la campaña, si bien desmintió posteriormente que conociera al grupo. "Me preocupa que Trump no acepte una derrota y acabe movilizando a estas milicias organizadas con armas", señala Schneider.
La incógnita de la participación electoral, clave
Los votantes afroamericanos son tradicionalmente demócratas y alrededor del 90 % votará a Joe Biden en estas elecciones, según los sondeos.
Pero la incógnita en estos comicios reside en la participación, que cayó por primera vez en los comicios de 2016. "Es una de las cuestiones más difíciles de predecir y puede ser que muchos afroamericanos no voten, independientemente de su ideología contraria a Trump o su tradición demócrata", señala el politólogo de la Universidad de Texas en Dallas, Harold Clarke. En cambio, la profesora Schneider cree que este electorado está "increíblemente movilizado a pesar de los intentos de los republicanos por impedirles el voto".
De ahí que activistas, organizaciones y defensores civiles lleven meses insistiendo en la importancia del voto como principal arma contra el racismo, tal y como resume Hampton. "El problema es que, para abordar el racismo, primero hay que reconocer que hay un problema y ni Trump ni sus aliados admiten que existe.