Trump corteja a las mujeres blancas conservadoras que se han hartado de él
- Trump no tiene esta vez asegurado el voto de las mujeres blancas urbanas de clase trabajadora, según las encuestas
- En los últimos mítines, el presidente pide a las mujeres "suburbanas" que le quieran para no perder estados decisivos
- Especial elecciones presidenciales en Estados Unidos 2020
La 'Revolución Americana' tardó en incluir a las mujeres. En Estados Unidos, las blancas fueron las primeras y no consiguieron su derecho a voto hasta el 26 de agosto de 1920, cuando se aprobó la Decimonovena Enmienda, que, desde entonces, forma parte de la Constitución de Estados Unidos. Pero otras mujeres, las que no eran blancas, las afroamericanas y de otras minorías, tuvieron que esperar más. Hasta 1965, cuando la ley prohibió la discriminación racial en el acceso al voto y permitió el voto de las afroamericanas y también benefició a los nativos y a los latinos, derecho ampliado en 1975, cuando se prohibió, de forma explícita, impedir el voto de aquellos que no hablasen o entendiesen bien el inglés.
Un siglo después del primer reconocimiento del voto femenino, las elecciones presidenciales de este 2020 se presentan muy reñidas y puede ser decisivo el voto de las mujeresy, en particular, el de las blancas, de áreas suburbanas, clase trabajadora, sin educación superior y republicanas de toda la vida.
"Mujeres suburbanas, por favor. ¿Me van a querer?"
Como en las anteriores elecciones, en 2016, su candidato indiscutible parecía ser Donald Trump; tanto que, en agosto, el presidente no dudó en tuitear: "La mujer suburbana votará por mí". Pero las encuestas ahora indican que su voto no es tan seguro, así que Trump les ha dedicado algunos guiños en las últimas semanas, sobre todo en estados decisivos. Al fin y al cabo, ellas suelen votar más.
En Pennsylvania, un estado en el que ganó hace cuatro años y en el que podría perder en éstas según las encuestas, Trump se dirigió a ellas en particular: "Mujeres suburbanas, por favor, ¿me van a querer? Por favor, por favor. Yo salvé los malditos barrios, ¿está bien?"... "Vamos a ver que las mujeres quieren realmente a Trump".
“No se preocupen por mi caracter. Tengan en cuenta que he conseguido que estén más seguras“
En Georgia, les dijo que sabía sabe "que les gusta la política" que hace, pero no su "personalidad". "Yo les digo que no se preocupen por mi carácter y tengan en cuenta que yo he conseguido que estén seguras", añade.
En Michigan, les aseguró merecer sus votos porque va "a hacer que sus maridos vuelvan a trabajar” y que las quería "mucho más que a los hombres". Por eso, afirma, va a "salvar a los suburbios".
Ellas prefieren a Biden aunque sean republicanas
En las pasadas elecciones, aunque Hillary Clinton consiguió el 54% de los votos de las mujeres, Trump atrajo el voto del 52% de las mujeres blancas y, en particular, el de las que no tenían formación universitaria. En esta ocasión, las encuestas preelectorales de la CNN señalan que las mujeres "suburbanas", como las denomina Trump, están más dispuestas a votar a su rival, un 18% más que las que se mostraron dispuestas a votar a Hillary Clinton.
Y es que vistos estos cuatro años y los resultados de la pandemia, quizás muchas cambien su tendencia tradicional y den su voto al demócrata. En las elecciones de 2016, la mayoría prefirió a Donald Trump antes que Hillary Clinton, quien provocó en ellas un profundo rechazo y desconfianza. Cuatro años después, el demócrata Joe Biden no es, por decirlo así, ni mucho menos su tipo, pero, en esta ocasión, les parece un mal menor. Además, como se renueva un tercio del Senado, sus votos podrían hacer los demócratas recuperan la mayoría en esta cámara. Trump lo barrunta y sabe lo decisivo que fue para él su voto hace cuatro años.
La pandemia sí puede dañar a Trump
Quizás influya que esas mujeres "suburbanas" no estén para muchas frivolidades en esta época de pandemia. Al fin y al cabo, como en otros lugares, han sido las que más han perdido sus trabajos, en particular las que se ocupan en el sector servicios. En casa, ellas saben bien lo que conllevan y el dinero que cuestan los cuidados. Y, en estos momentos, los modales y comportamientos de Trump les parecen fueran de lugar, les desagradan.
Su voto será un voto cargado de pragmatismo. Ahora, solo falta recontar las papeletas y ver los resultados. Tarea que parece tampoco estará libre de polémica.