Florida o el miedo a un nuevo efecto 2000
- El estado de Florida es el tercero en número de delegados y las encuestas auguran un resultado muy ajustado
- El voto por correo y el adelantado han registrado históricos incrementos por la pandemia
Los dos principales candidatos a la Presidencia de los Estados Unidos lo tienen claro y por eso han incrementado sus visitas a Florida en los últimos días. Es uno de los nueve estados-bisagra (donde puede ganar cualquiera de los dos partidos) y sus 29 delegados en el colegio electoral pueden resultar determinantes para el futuro de la Casa Blanca.
Y al tratarse de Florida, muchos tienen miedo de lo que pueda pasar. El año 2000 pasó a la historia reciente como aquel en que no se supo el ganador de las elecciones hasta más de un mes de después de celebrarse las elecciones. Ni el demócrata Al Gore ni su rival, el republicano George Walker Bush, lograron los delegados suficientes y apenas 537 votos en Florida daban la victoria a Bush.
Comenzó una disputa judicial, con el Tribual Supremo de Florida ordenando primero varios recuentos a algunos condados de Florida que después el mayor tribunal federal anuló por incumplir el concepto de igualdad. Aquella decisión del Supremo, que tantos recuerdan hoy después de que Donald Trump haya conseguido consolidar una amplia mayoría conservadora con el nombramiento de Amy Coney Barret, dio la victoria a Bush el 13 de diciembre de 2000.
Un sistema de votación frágil y polémico
Desde entonces han pasado 20 años, pero como aseguraba hace unas semanas el New York Times, "Florida no tiene problemas electorales, tiene debacles". Aquellas elecciones demostraron la fragilidad del sistema de votación en el que había que punzar el candidato elegido y una máquina óptica contabilizaba las papeletas perforadas. Si el agujero no estaba bien hecho, no contaba el voto. Aquella catástrofe logística obligó a cambiar las leyes del Estado pero a día de hoy, cada uno de los 67 condados gestiona sus elecciones y elige entre los sistemas de voto homologados.
"En algunos solo se puede señalar con un bolígrafo, en otros debes hacerlo a través de una pantalla táctil y cuando acabas tu selección de candidatos se imprime una papeleta que tienes que meter en la urna", explica Frances Colón, directora de Voto latino de la organización Florida for all. "Pero cada condado tiene su sistema de recuento y su calendario. Puede darse la situación de que un condado empiece la votación una semana antes que en el condado de al lado", añade la portavoz de esta organización, que se dedica a fomentar el voto de las minorías explicando un funcionamiento "complejo" que dice, "está dirigido a reducir el voto, sobre todo para aquellos que no tienen tanto tiempo para analizar las propuestas y las candidaturas".
Y aunque Frances Colón señala que el sistema está funcionando relativamente bien, Florida ha vivido en los últimos años varios problemas relacionados con el voto y el recuento. En 2006, varias máquinas de votación provocaron un caos de gestión. En 2012 algunos tardaron siete horas en votar, y hace cuatro años hackers rusos entraron en los sistemas de varios condados. La última vez que se sacaron las urnas, en 2018, la elección de gobernador y de uno de los senadores no pudo confirmarse hasta 12 días después.
Participación masiva por correo
A pesar de las dudas lanzadas por Trump sobre la limpieza del voto por correo, y seguramente empujadas por el miedo al coronavirus, decenas de miles de personas han votado ya en Florida de forma adelantada o vía postal, un voto que según Frances está siendo "bastante tranquilo, con una afluencia masiva pero en la que se mantienen las medidas de seguridad".
En todo caso, en un sistema que otorga toda la representación al que saque más votos, augura un recuento reñido y largo. "Los márgenes son tan cerrados que puede que estemos días o semanas sin resultados definitivos y no descartamos que los resultados sean contestados. Los ciudadanos y ciudadanas de Estados Unidos tienen que tener mucha paciencia", añade. Si sus augurios se cumplen, la paciencia de Florida será otra vez la de todos los Estados Unidos.