El despertar del voto hispano, más decisivo que nunca
- Por primera vez, en unas elecciones presidenciales, los hispanos son la segunda fuerza de voto, desplazando a los afroamericanos
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- Especial Elecciones EE.UU. 2020
- Buenas tardes, soy Antonio Alarcón, estamos animando a los electores a votar ¿Tiene ya su plan para votar?
- Sí, voy a votar justo en la calle de atrás, en mi iglesia
Antonio Alarcón no puede votar en Estados Unidos pero llama a decenas de votantes todos los días para animarles a hacerlo en estas elecciones presidenciales. Es uno de los más de 700.000 dreamers (soñadores) que viven en el país, llegados como inmigrantes indocumentados cuando eran niños y protegidos de la deportación por el programa del expresidente Barak Obama (DACA, Acción Diferida para los Llegados en la infancia).
“Para mí eso es más que una presión doble. Saber que tú le estás diciendo a alguien que vote por ti, porque tú no puedes hacerlo. Pero también es una satisfacción al ver que las personas en algunas instancias dicen sí, tú eres un americano. Al final del día, igual que yo. Lo única diferencia es que tú no tienes un documento que diga que eres ciudadano estadounidense”, nos cuenta.
Este joven mexicano estudió en Nueva York y trabaja desde hace 10 años en una organización de ayuda a los inmigrantes, Make the Road Action. “Esta elección es histórica”, asegura. Por primera vez en unos comicios presidenciales, los hispanos son la segunda fuerza de voto, un 13% del electorado. Han desbancado a los afroamericanos y la proporción de votantes blancos nunca había sido tan baja. Se estima que entorno a 32 millones de hispanos tienen derecho a voto, la mitad de los que residen en el país. El resto, son unos 11 millones de inmigrantes indocumentados y menores.
“Ahora está todo el mundo bombardeando a los votantes, especialmente en Pensilvania, que va a ser clave en estas elecciones”, añade Alarcón mientras hace otra llamada. “A los votantes neoyorquinos les preocupa el desempleo (la tasa de paro dobla la media nacional). A los de Pennsylvania, el salario mínimo”, explica.
El voto hispano, un gigante dormido
Sin embargo, el músculo demográfico de los hispanos no ha demostrado aún su fuerza en las urnas. Desde 1996, los latinos con derecho a voto que no lo ejercen superan a los que sí van a las urnas. Su participación lleva cayendo desde 2008. Según un estudio del Pew Research Center, en las pasadas elecciones presidenciales, 7 de cada 10 de hispanos dijeron tener intención de votar. Al final lo hicieron menos de la mitad del electorado. Y este año, la intención de voto es incluso más baja. Algunos ya llaman al voto latino... el gigante dormido.
“Sabemos que muchos de los latinos vienen de países donde se reprime el voto. Entonces, cuando llegan a Estados Unidos vienen con las mismas idea de que su voto no cuenta”, argumenta Alarcón. “De los principales desafíos a los que se enfrenta un votante latino es la falta de información, saber a quién van a votar... En muchos estados, hay restricciones respecto a los documentos identificativos necesarios para votar (ID). Muchos latinos no tienen y eso los limita para ir a un centro de votación. También en muchos estados no se podían registrar como votantes personalmente, tenían que hacerlo por internet y eso limitó mucho la cantidad de votante”, explica.
Otro factor que puede explicar la caída en el interés de los hispanos en estas elecciones es que gran parte de los nuevos electores son jóvenes, una franja de edad con menor movilización.
Un electorado más joven que la media
La fuerza del voto hispano lleva años en aumento y lo seguirá estando. Según el censo, cada año unos 800.000 jóvenes hispanos alcanzan la edad para votar. Los hijos de los inmigrantes, nacidos muchos de ellos en Estados Unidos. La media de edad en este grupo étnico es mucho más baja que la de los afroamericanos o los blancos.
“Nuestro poder demográfico por fin podría ejercerse como poder político“
“Estamos llegando a un momento donde nuestro poder demográfico por fin podría ejercerse como poder político”, asegura el presidente de Latino Justice, una organización para los derechos civiles de los latinos.
“Tenemos un presidente que ha dicho y hecho cosas en contra de la comunidad latina. Hay una energía que nunca se ha visto anteriormente de que esa energía va a hacer la diferencia”, asegura Juan Cartagena, presidente de Latino Justice, una organización que vela por los derechos civiles de los latinos.
“Los estados donde este poder político puede ser decisivo son California, Texas, Arizona, Florida, Colorado”, añade.
La mayoría de los hispanos suelen votar demócrata
Tradicionalmente, la mayoría de los hispanos suelen votar demócrata. Hillary Clinton obtuvo el 66% del voto hispano en todo el país. Sin embargo, los hispanos conforman un grupo étnico muy diverso. En Florida, la mayoría de cubanos, la comunidad latina más grande del estado, apoyaron a Donald Trump. Este estado, el mayor premio de las elecciones presidenciales, volverá a ser clave.
“No podemos pensar que los mensajes para esta comunidad van a ser homogéneos“
“Vienen de diferentes países, Centroamérica, el Caribe, Latinoamérica... Algunos son conservadores y algunos votan solo votan teniendo en cuenta un tema. Algunos son católicos y solamente van a votar sobre el derecho al aborto. Otros votarán en favor de cualquier cosa que tenga que ver con la policía. Algunos son liberales o progresistas. No podemos pensar que los mensajes para esta comunidad van a ser homogéneos”, señala.
Joe Biden posee una ventaja de unos 34 puntos sobre Trump, mucho más holgada que los 10 puntos que le conceden el general de los votantes registrados. Sin embargo, Cartagena atribuye la baja participación a la desconexión de la clase política estadounidense con la cultura hispana.
“La capacidad de los dos grandes partidos de este país para entender quienes somos como latinos, es algo que todavía falta. Ellos no tienen un conocimiento cabal de nosotros. Eso de esperar hasta el último año de la elección presidencial para, por fin, hacer enlaces con la comunidad, abrir una oficina de habla hispana... Piensan muchas veces que comprar dos o tres anuncios en la televisión en español o pronunciar algunas palabras en nuestro idioma pidiendo el voto es suficiente. No. Cuando los partidos invierten para conocer a la comunidad, eso atrae resultados positivos. Biden se ha ganado el voto hispano y lo ha hecho invirtiendo", concluye.