Un "centro día infantil" ofrece apoyo y repaso educativo a niños de familias vulnerables de Palma
- Los menores de estratos económicos más bajos han sido los más perjudicados por el cierre de las escuelas, según varios estudios
- Una ONG les ayuda con los estudios y sirve de apoyo a los padres para conciliar
Carolina trabaja por horas limpiando casas. Su marido, fontanero, también. Su hijo ha empezado este año primero de Primaria y cada tarde lo deja en el local de la Fundación Hadas. Esto les ayuda a conciliar. Pueden alargar la jornada laboral y recuperar, dicen, lo que perdieron durante el confinamiento de la primavera. Su situación es parecida a la de otros que trabajan en la economía sumergida. Son el eslabón más débil, y no pueden optar a subsidios de desempleo.
En el local que tiene esta ONG en Palma cada tarde asisten una treintena de niños de familias en riesgo de exclusión social. De 3 a 6 años en una sala y el resto en otra. Algunos comen aquí después de salir del colegio. Una maestra y una psicóloga les guían en los deberes. Después hay tiempo para el juego o las manualidades.
Repaso y juegos gratis
La ONG que ofrece este servicio lo llama "centro de día infantil", para que "el origen socioeconómico no condicione el futuro de estos niños", dice María José Quetgles, psicóloga y responsable del proyecto. La pandemia ha agravado su situación de vulnerabilidad ya preexistente. No podrían permitirse una academia para sus hijos, ni tampoco una canguro para poder compaginar la vida familiar con la laboral.
Svetlana Lapshina, maestra de educación infantil, está con los más pequeños. Dice que necesitan repasar, que con el confinamiento se han quedado rezagados. "Algunos niños, de familias extranjeras, no tuvieron casi contacto con la lengua", explica, "y difícilmente los padres les podían ayudar con las tareas".
El confinamiento afecta más a los niños con rentas más bajas
El cierre de las escuelas ha afectado más a los niños de familias con un nivel socioeconómico bajo. Es la conclusión de los estudios que se han hecho en otros países europeos como, por ejemplo, en los Países Bajos. Eva Aguilar, profesora de Pedagogía y Psicología Aplicada de la UIB, dice que las investigaciones hechas en el regreso a la escuela tras el confinamiento, revelan una bajada en el nivel de competencias del alumnado. “Pero lo más grave es que se han magnificado las diferencias individuales y el factor clave es el socioeconómico”, apunta Aguilar.
“Los conocimientos de los niños de familias con un nivel sociocultural alto casi no se han visto afectados, mientras los que proceden de entornos más deprimidos son los que han sufrido más”, añade. Por eso, los expertos piden que se tomen otras medidas y que se extremen las precauciones para intentar evitar otro cierre de las escuelas que ensanche las diferencias.