Biden presenta la nueva estrategia contra la COVID-19: mascarillas obligatorias, más tests y medidas de seguridad
- El presidente electo pide unidad y el uso de mascarilla a los estadounidenses ante un "invierno oscuro"
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Joe Biden perfila ya su transición con el Gobierno de Trump con cuatro frentes abiertos: atajar el avance de la pandemia del coronavirus, la recuperación de la economía, lograr la igualdad racial y combatir el cambio climático. Estados Unidos es el único país del mundo que ha superado los diez millones de contagiados de COVID-19 y, con más de 237.000 muertos, el control de la pandemia es la prioridad de la futura Administración demócrata.
“Se lo suplico: lleven mascarilla. Su uso no es una declaración política“
El presidente electo ha desgranado este lunes las líneas principales de su plan contra la pandemia, con especial hincapié en la obligatoriedad del uso de mascarillas a nivel nacional, puesto que hasta ahora su uso solo se ha impuesto en algunos estados. "Se lo suplico. Lleven mascarilla. Háganlo por ustedes, por su vecino. Una mascarilla no es una declaración política, pero sí una buena manera de empezar a unirnos", ha destacado en una comparecencia desde Wilmington (Delaware).
El plan incluye, entre otras medidas, el refuerzo de centros de pruebas diagnósticas gratuitas, un equipo de más de 100.000 rastreadores, el aumento de los equipos de protección para personal sanitario y medidas de seguridad y distanciamiento social para garantizar la apertura segura de colegios, negocios y residencias. "Nos enfrentamos a un invierno oscuro. El desafío ante nosotros es todavía inmenso y sigue creciendo", ha añadido.
Unidad contra el virus
En los últimos meses, la división política entre los estadounidenses también se ha puesto de manifiesto en el cumplimiento de las medidas de seguridad contra el virus. Donald Trump, que contrajo la COVID-19, matuvo sus actos multitudinarios en campaña y en la Casa Blanca, donde apenas se veía una mascarilla, ha contradicho a sus científicos y ha llegado a amenazar con el despido de su principal asesor, Anthony Fauci. Mientras, Biden y sus correligionarios transmitían un mensaje completamente diferente en el que imperaba la importancia del distanciamiento social y, especialmente, el uso de mascarillas.
En la misma línea de los últimos días, el presidente electo ha apelado a la unidad de todos los ciudadanos para seguir con una recomendación básica contra la pandemia. "No seré presidente hasta el 20 de enero, pero mi mensaje es que no importa a quién votaran, podemos salvar miles de vidas con una mascarilla. [...] Compartimos un mismo objetivo: derrotar al virus. Y sabemos que, en el futuro más cercano, la mascarilla sigue siendo el arma principal contra él", ha añadido.
Biden, que celebraba por la mañana el anuncio de los avances en la vacuna de Pfizer, ha prometido además que la distribución de una vacuna será grautita para todos los estadounidenses, con especial atención a las personas con menos recursos, al tiempo que reconocía que su disponibilidad no será inmediata.
Nuevo comité científico
Y mientras Trump sigue sin aceptar su derrota, ni mucho menos mencionar una transición, el demócrata y la futura vicepresidenta, Kamala Harris, ya han puesto en marcha el comité científico que les guiará en la reconstrucción de Estados Unidos.
El equipo estará formado por 13 expertos en salud pública, científicos, médicos y epidemiólogos que trabajarán junto a gobiernos federales y buscarán recuperar el liderazgo del país en sanidad global. "Seguiremos a la ciencia y nos ajustaremos a los nuevos datos cuando lleguemos al Gobierno y escucharemos y cooperaremos con líderes de todo el país", ha prometido.
El comité estará dirigido por David Kessler, comisario de la FDA con George Bush y Bill Clinton, Viivek Murthy, cirujano general de EE.UU. entre 2014 y 2017, y Marcella Nunez-Smith, decana de equidad sanitaria de la Universidad de Yale. Por el momento, Anthony Fauci no figura en la lista, aunque el demócrata prometió en campaña que lo contrataría si Trump lo despedía y no descarta contar con más expertos.
Los asesores trabajarán en la creación de una estrategia nacional con gobernadores, alcaldes y otras autoridades estatales, algo que no ha ocurrido bajo el Gobierno de Trump. Y, además de revertir la ruptura de su predecesor con la Organización Mundial de Salud, Biden se prepara ya para recuperar el liderazgo de EE.UU. en la la salud global.
EE.UU. supera los diez millones de contagios
La propagación de la COVID-19 se ha acelerado en las últimas semanas en Estados Unidos, el país más afectado del mundo que este lunes superaba el umbral de los diez millones de contagios, cerca del 20 % de los casos detectados en todo el mundo. Más de 500.000 casos fueron detectados durante la última semana de octubre, un 26 % más de los registrados durante los siete días previos, según el último balance de la Organización Mundial de la Salud, y desde el 5 de noviembre, se está superando la cifra récord de 100.000 positivos en un día.
El incremento de casos está siendo especialmente rápido en zonas del Medio Oeste, y estados como Nueva York, Texas, California o Florida acumulan el mayor número de muertes. El presidente electo ha advertido que heredará una situación lejos de estabilizada cuando llegue a la Casa Blanca en enero, de ahí la necesidad de cambiar la estrategia inmediatamente.
"Las proyecciones indican que podríamos perder más de 200.000 vidas en los próximos meses y no podemos obviar el trabajo a realizar entre ahora y hasta que la vacuna esté disponible. [...] No repararé en esfuerzos para darle la vuelta a la situación", ha asegurado el futuro líder del país.