La Audiencia Nacional inicia este martes el juicio contra los tres acusados por los atentados de Cataluña de 2017
- Los tres acusados se enfrentan a una petición fiscal de entre 8 y 41 años por su presunto papel en la célula yihadista
- El doble atentado se perpetró el 17 de agosto de 2017 y dejó 16 fallecidos y 140 heridos
La Audiencia Nacional ha comenzado este martes a juzgar a los tres acusados de formar parte de la célula yihadista que perpetró el ddoble atentado, que dejó 16 fallecidos y 140 heridos en las calles de Barcelona y Cambrils (Tarragona).
La sede de la Audiencia Nacional de San Fernando de Henares albergará la veintena de sesiones previstas de este juicio que se celebrará más de tres años después del atentado y que se alargará hasta diciembre.
En el banquillo se sientan Mohamed Houli Chemlal, superviviente de la explosión en el chalé de Alcanar (Tarragona); Driss Oukabir, a cuyo nombre se alquiló presuntamente la furgoneta utilizada en Las Ramblas; y Said Ben Iazza, quien según las acusaciones supuestamente prestó su documentación y su furgoneta para comprar y transportar precursores explosivos.
La Fiscalía pide para los dos primeros 41 y 36 años de prisión, respectivamente, por los delitos de integración en organización terrorista, fabricación, tenencia y depósito de sustancias explosivas; y conspiración para el delito de estragos terroristas, mientras que para el tercero solicitan 8 años de cárcel por colaboración con la célula.
La primera sesión ha arrancado este martes a las 10:10 horas con una queja del abogado que defiende a Oukabir por el sitio que le han dejado en la sala de vistas, detrás de la Fiscalía y las acusaciones.
Houli se ha acogido a su derecho a no declarar, si bien se ha remitido a sus manifestaciones durante la investigación, su voluntad de colaborar y su arrepentimiento, mientras que Oukabir y Ben Iazza han respondido solo a las preguntas de su defensa para negar su integración en la célula yihadista e insistir en que no conocían al imán de la mezquita de Ripoll, Abdelbaki Es Satty, líder espiritual de los terroristas.
Ninguno fue procesado como responsable de las muertes
Ninguno fue de ellos fue procesado como responsable de las muertes y de los heridos porque el tribunal consideró que no participaron directamente en los atentados aunque pertenecieran a la célula responsable de los mismos, un criterio que comparte la Fiscalía pero que choca con el de las acusaciones populares, que piden condenar por asesinato terrorista a dos de los tres acusados. En consecuencia, la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) y la Asociación 11-M Afectados por el Terrorismo solicitan prisión permanente para Oukabir y Houli Chemlal, por 15 presuntos delitos de asesinato terrorista. Para el tercero, solicitan entre 25 y 30 años de cárcel.
"Es un juicio un poco peculiar porque la mayoría de los miembros de la célula fallecieron en su momento, entonces solo se va a juzgar a dos personas y un colaborador", ha dicho el abogado de AVT, Antonio Guerrero, en declaraciones a la prensa a su llegada a la sede de la Audiencia Nacional. Creen que Oukabir y Chemlal "estaban concertados con el resto de los miembros de la célula, había un plan criminal entre todos ellos".
También figuran como acusación el consistorio de Cambrils, que pide prisión permanente para Oukabir y Houli Chemlal; y el Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat, que solicitan penas de hasta 95 y 44 años de prisión, descendiendo a 8 años la reclamada para Ben Iazza por colaboración con organización terrorista.
El relato de hechos de Fiscalía y acusaciones, en cambio, sí coincide en lo fundamental: en 2015 se constituyó una célula yihadista con la finalidad última de perpetrar un atentado terrorista en España y que estaba formada por jóvenes de origen marroquí residentes en la localidad gerundense de Ripoll.
Los seis supuestos autores fueron abatidos por los Mossos
En su escrito de acusación, el Ministerio Fiscal relata que poco antes de las cinco de la tarde del 17 de agosto de 2017, Younes Abouyaaqoub entraba a Las Ramblas "a gran velocidad" al volante de una furgoneta alquilada, con la que zigzagueó "arrollando a las personas que por allí caminaban".
También explica que horas después y tras haber comprado cuchillos y un hacha y haber fabricado falsos cinturones de explosivos, cinco miembros de la célula intentaron replicar el primer ataque en el paseo marítimo de Cambrils, al que llegaron "atropellando a viandantes" y "agrediendo a las personas que se encontraban a su paso".
El 'cerebro' y líder espiritual era Abdelbaki Es Satty, el imán que falleció en la explosión de la vivienda de Alcanar un día antes de los ataques donde la célula hacía acopio de decenas de bombonas de butano para atentar. Esa deflagración, en la que resultó herido Houli, fue el detonante que hizo que los jóvenes cambiaran sus planes y decidieran llevar a cabo el atropello en la Rambla.
Tanto la Fiscalía como las acusaciones sitúan a Oukabir y Houli en la casa de Alcanar y en el traslado hasta allí de sustancias explosivas. Al primero se le relaciona con el alquiler de la furgoneta que luego se utilizó para el atropello en Barcelona. Mientras, a Said Ben Iazza se le acusa de prestar una furgoneta que era propiedad de su tío.
Los seis supuestos autores de ambos atropellos murieron abatidos por agentes de los Mossos d'Esquadra la misma noche o en días posteriores.
El origen de la célula y su plan
La fiscal también explica de qué manera se constituyó la célula alrededor del imán de Ripoll Abdelbaki Es Satty, quien habría adoctrinado al grupo de jóvenes de origen magrebí, algunos de ellos hermanos o conocidos desde niños.
Así, sostiene que tres meses antes del ataque los terroristas empezaron a comprar material para fabricar explosivos, y a finales de mayo, coincidiendo con el Ramadán, tres de ellos convocaron a otros cinco, incluido Houli Chemlal, a una reunión en un parque de Ripoll y "les comunicaron que necesitarían su ayuda para derrumbar la Sagrada Familia y otros monumentos emblemáticos de la ciudad de Barcelona con explosivos que iban a preparar".
Para ello, añade la fiscal, "se proponían utilizar furgonetas alquiladas cargadas de explosivo junto con bombonas de butano, para lograr una mayor onda expansiva, así como bombas de tubo rellenas de metralla, a modo de granadas, y chalecos explosivos".
Los argumentos de la Fiscalía
Para Oukabir la fiscal solicita 36 años de prisión por los mismos delitos que Houli Chemlal, puesto que estaba "plenamente asentado" en la célula terrorista en la que se integró "a mediados de 2017". Subraya que Driss Oukabir estaba "aislado de su entorno habitual y dispuesto para la consecución de sus fines", lo cual se demuestra con su participación en el "traslado de sustancias explosivas" desde la vivienda del imán hasta Alcanar y con alquiler de furgonetas.
El tercer acusado, Ben Iazza se enfrenta a la menor petición de pena, 8 años por colaboración con la célula, por prestar a Younes Abouyaqoub una furgoneta que era propiedad de su tío, que utilizaba en su negocio de alimentación, "a sabiendas de que iba a ser usada para la adquisición y transporte de productos químicos".
El escrito de acusación de Fiscalía también señala que prestó su documentación personal, para ocultar la verdadera identidad del comprador de los productos químicos, "con la finalidad de ayudarles en la consecución de sus fines de hacerse con los precursores necesarios para la elaboración de sustancias explosivas".
Otros "posibles objetivos"
También apunta que Es Satty efectuó una búsqueda en Internet sobre el atentado de Manchester de mayo de 2017 y sobre "cursos de fabricación de explosivos para principiantes".
La Fiscalía relata otras búsquedas sobre "posibles objetivos" como embalses, la Alhambra de Granada, la fiesta de la Tomatina de Buñol o la Audiencia Nacional; sobre precursores de explosivos, sobre todo el peróxido de acetona, conocido como madre de Satán; y partidos de fútbol como el Barça-Manchester United del 27 de julio, o la Super Copa de España entre el Barcelona y el Real Madrid.
El 14 de agosto, según el escrito, la mayoría fue al chalé de Alcanar, incluido Houli Chemlal, donde algunos se dedicaron a la elaboración y fabricación de sustancias explosivas, siguiendo las indicaciones de Es Satty. El 16 de agosto se produjo la explosión de la casa y un día después se perpetró el doble atentado, que fue reivindicado por el Daesh.