El fiscal general de EE.UU. da luz verde para investigar las "denuncias sustanciales" de fraude electoral
- William Barr ha instado a no perseguir aquellas que sean "extravagantes o descabelladas"
- La orden del fiscal general provoca la dimisión del responsable de delitos electorales
- Especial: elecciones en EE.UU. 2020 | Enviados especiales de RTVE en Twitter
El fiscal general de los Estados Unidos, William Barr, ha dado luz verde este lunes a los fiscales federales para investigar las presuntas irregularidades en las elecciones del pasado 3 de noviembre a pesar de que hay pocas pruebas de fraude, al tiempo que les ha instado a no perseguir aquellas denuncias que sean "extravagantes o descabelladas".
"Le autorizo a investigar las denuncias sustanciales de irregularidades en la votación y la contabilización de votos antes de la certificación de las elecciones en sus jurisdicciones", ha escrito Barr en una carta a los fiscales federales y al FBI.
Y ha advertido: "Si bien las acusaciones graves deben tratarse con gran cuidado, las afirmaciones especulativas, imaginativas o descabelladas no deben utilizarse como base para investigaciones federales".
La orden del fiscal general ha provocado inmediatamente la dimisión del director de delitos electorales del Departamento de Justicia, Richard Pilger. En una comunicación interna filtrada a medios estadounidenses, Pilger lamenta que la orden de Barr "deroga una norma de 40 años de no interferencia [federal] en investigaciones de fraude electoral durante el periodo anterior al de certificación de las elecciones".
Una oportunidad de impugnar el resultado
En el memorando, el fiscal general ha mostrado su preocupación por los protocolos existentes en el Departamento para una investigación de este tipo, que señalan específicamente que no deben activarse hasta que los resultados son oficiales.
Barr ha considerado estos protocolos, que tienen como objetivo que sean los estados y no el Gobierno federal quien decida las elecciones, "pasivos y demorados", y ha dicho que "pueden dar lugar a situaciones en las que una mala conducta electoral no pueda rectificarse de manera realista".
Con esta orden, Barr ofrece la posibilidad de que Donald Trump recurra al Departamento de Justicia para tratar de impugnar el resultado de las elecciones, que dan la victoria a Joe Biden con 279 votos electorales, y ha puesto a los fiscales federales al servicio de su estrategia.
Trump insiste en el fraude electoral
La campaña del mandatario saliente y el Partido Republicano han interpuesto más de una decena de demandas -algunas ya retiradas- en varios estados denunciando supuestas irregularidades, pero aunque esos casos fuesen ciertos no parecen ser suficientes para revertir el resultado.
Para ganar las elecciones en los tribunales, Trump debería darle la vuelta al escrutinio en Pensilvania, Georgia y Nevada o Arizona, todos ellos estados en los que Biden ya ha sido declarado ganador o lidera el escrutinio de forma clara.
"Todos sabemos por qué Joe Biden se precipita a proclamarse falsamente como el ganador y porque sus medios aliados están intentando con tanto ahínco ayudarle: no quieren que se exponga la verdad", aseguró Trump el pasado sábado en un comunicado. Poco antes, había colgado un mensaje en Twitter que rezaba, en mayúsculas: "¡Yo gané estas elecciones, por mucho!".
A pesar de todo, las posibilidades de éxito de los procedimientos judiciales son muy escasas, porque habría que encontrar argumentos convincentes para invalidar decenas de miles de votos no en un estado, sino en cuatro o cinco de ellos, y hasta ahora el equipo de Trump no lo ha logrado.
Mientras tanto, Joe Biden parece prestar poca atención a esta batalla legal y apenas ha tenido una palabra para el presidente saliente desde su discurso de victoria el sábado por la noche.
Resueltamente volcado hacia la transición, el exvicepresidente de Barack Obama, ha creado una página web (BuildBackBetter.com) y cuentas de Twitter para el período comprendido entre su inauguración y su toma de posesión. Ahí anuncia sus prioridades: la lucha contra la pandemia, la reconstrucción económica, la justicia racial y la lucha contra el calentamiento global.