Dimiten en bloque los diputados pro-democracia de Hong Kong tras la expulsión de cuatro de ellos
- Una nueva ley aprobada por China permite expulsar a los diputados sin pasar por los tribunales
- El gobierno de Carrie Lam considera que los cuatro expulsados eran un peligro para la seguridad nacional
Los 19 diputados del parlamento de Hong Kong partidarios de mantener y ahondar la democracia en el enclave han anunciado este miércoles su dimisión conjunta. Lo hacen como protesta por la decisión del gobierno hongkonés de expulsar de la cámara a cuatro diputados opositores, después de que China aprobara una ley que permite hacerlo sin pasar por los tribunales.
La nueva ley aprobada por Beijing da al Ejecutivo de Hong Kong el poder para expulsar a cualquier diputado al que se suponga partidario de la independencia, colabore con países extranjeros o de alguna manera pueda ser una amenaza a la seguridad nacional. Todos los diputados de la oposición que se oponen a que China limite o acabe con la democracia representativa y la libertad de expresión en la excolonia británica pueden entrar dentro de estas categorías.
Los diputados expulsados, una amenaza para la seguridad, según el gobierno
El gobierno de Hong Kong, encabezado por Carrie Lam, ha asegurado que los cuatro diputados expulsados (Kwok Ka-Ki, Alvin Yeung, Dennis Kwok y Kenneth Leung) han vulnerado la Ley de Seguridad Nacional.
"Esto viola completamente el procedimiento de 'un país, dos sistemas' [la pervivencia de la democracia y las libertades de la excolonia británica dentro de China] e ignora los derechos humanos básicos", ha alertado Dennis Kwok.
“Esto viola completamente el procedimiento de 'un país, dos sistemas'“
Por su parte, la oficina del gobierno chino en Hong Kong ha advertido que la política del enclave debe ser dirigida "por patriotas".
En junio, Beijing impuso una nueva legislación, la Ley de Seguridad Nacional, que castigaba a cualquier persona a la que se considerara secesionista o que supusiera una amenaza a la seguridad. La ley ha servido para detener a opositores, censurar libros, allanar medios de comunicación o prohibir canciones y lemas.
El movimiento pro-democracia en Hong Kong, conocido como el de los "Paraguas Amarillos", estalló en 2014, y desde entonces las manifestaciones y protestas contra la paulatina intervención de China en el sistema del enclave se producen de manera intermitente.