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Videojuegos | Análisis

Watch Dogs Legion: la resistencia tiene mil caras

  • La tercera entrega de la franquicia de Ubisoft nos invita a liberar un Londres distópico mediante el hackeo
  • Destaca por su estética futurista y su punto fuerte es que nos permite controlar a cualquier personaje del juego

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Tráiler de Watch Dogs Legion

¿Sigue habiendo espacio para juegos que consisten en robar coches, recorrer una ciudad y asaltar instalaciones mientras huimos de la Policía? La editora francesa Ubisoft cree que el sandbox sigue vivo y nos ofrece con su Watch Dogs Legion una notable vuelta de tuerca a un género que empieza a dar síntomas de agotamiento.

Pronto se van a cumplir 20 años de la publicación de Grand Theft Auto III, piedra angular del género y una de las mayores caídas del caballo para quienes no veían el videojuego como una forma de entretenimiento a la altura del cine. Desde entonces, jugadores de todo el mundo han hecho millones de kilómetros a pie y en toda clase de vehículos mientras ascendían en la escala criminal y desbarataban conspiraciones.

El estudio Ubisoft Toronto, responsable principal de Watch Dogs Legion, ha sido consciente de que no podía ofrecer otra entrega de la franquicia de hackeo urbano sin dar un cambio de rumbo y se ha inclinado por un producto con una estética sorprendente y por dar al jugador mayor libertad a la hora de afrontar las misiones.

Ciudadanos, uníos a la rebelión

Watch Dogs Legion comienza con un prólogo en el que vemos cómo un intento de los hackers del grupo DedSec por desactivar un atentado acaba con tres bombas causando el caos en Londres. Detrás del ataque y de la maniobra para culpabilizar a DedSec está Día Cero, una misteriosa organización con ramificaciones en las altas esferas y en los bajos fondos de la capital.

El juego avanza a un tiempo en el que la seguridad de Londres está en manos de una empresa privada paramilitar, Albion. DedSec ha perdido cualquier apoyo popular y debe reconstruirse. Ahí es donde entra el jugador, que debe elegir a qué personaje controla de los que se le ofrecen y tiene que rearmar la resistencia.

A partir de ese momento saldremos a la calle e intentaremos sublevar a los ocho distritos de la capital desbaratando la propaganda de Albion, saboteando a clanes criminales y reuniendo pruebas de una conspiración tecnológica que pretende controlar la vida de los ciudadanos.

Reclutando al abuelito y al espía

En Watch Dogs Legion comenzaremos controlando a un solo personaje, pero el núcleo del juego consiste en sumar agentes a nuestra causa para tener más formas de afrontar las misiones. Podemos jugar con cualquier ciudadano de Londres si logramos reclutarlo. Tras acercarnos a alguien y pedirle que se una a la rebelión, este nos pedirá que le hagamos un favor como puede ser borrar una deuda o una huella digital o consumar a una venganza. Una vez cumplida nuestra parte, se incorporará a nuestro equipo con sus habilidades y objetos propios.

Estas misiones de reclutamiento prolongan la vida del juego todo lo que queramos, ya que tenemos espacio para 40 agentes en nuestro equipo y podemos retirar a los que ya no nos interesen.

El principal punto fuerte del juego es que podemos modelar nuestro equipo a nuestro antojo, creando un grupo variado de agentes que nos permitan afrontar el asalto a las instalaciones desde el sigilo, el hackeo o la fuerza bruta. Hay personajes uniformados, como obreros de la construcción o policías, que nos permitirán el acceso a edificios sin levantar sospechas.

Por ejemplo, podemos intentar robar información de un edificio usando robots araña que se cuelen por los conductos de ventilación. Pero si cae el agente que controla el robot araña podemos enviar a otro experto en drones que intente entrar desde el aire. Si este también es herido, podemos mandar a un agente armado hasta los dientes que utilice en el enfrentamiento directo, aunque ponga en alerta a todos los agentes enemigos.

El progreso en la misión se va guardando, de forma que el segundo agente que enviemos tendrá ya parte del trabajo hecho por el primero. Además, cada vez que un agente es herido o detenido, debe pasar un tiempo fuera de la circulación, por lo que debemos tener cuidado a la hora de enviar a nuestros agentes más valiosos.

Hackear drones de carga nos permite introducirnos en los edificios desde el aire

Hackear drones de carga nos permite introducirnos en los edificios desde el aire UBISOFT

Esta variedad de enfoques hace que cada jugador pueda organizar la partida a su manera. Afortunadamente, Watch Dogs Legion no se tema demasiado en serio a sí mismo y podemos arriesgarnos a reclutar a un anciano que tiene entre sus cualidades la de morirse espontáneamente. También podemos optar por un superagente con un coche que dispara misiles y que convertirá el juego en una película de James Bond.

Un Londres de neón bajo el terror

En el apartado artístico, Watch Dogs Legion brilla con su representación de un Londres hipertecnificado con drones policía sobrevolando todas las calles, taxis eléctricos sin conductor y cientos de anuncios luminosos que proyectan los mensajes autoritarios de los gobernantes.

Es un Londres que podemos reconocer pero que al mismo tiempo aterra, con estadios convertidos en campos de deportación y algunos de sus lugares más emblemáticos, como Covent Garden o el mercado de Camden vallados y transformados en cuarteles del ejército privado de Albion.

Así es el Londres de Watch Dogs: Legion

El juego presenta un Londres futurista pero con sus barrios y calles reconocibles UBISOFT

El juego trata temas como la inmigración, el autoritarismo y el poder actual de las grandes corporaciones y los medios sin dejar de lado el humor, mostrando un futuro que puede estar más cerca de lo que pensamos.

El apartado sonoro y musical también destaca, con emisoras de radio que nos ofrecen talk shows sobre la situación política de la ciudad y canciones de Muse, Gorillaz, Lilly Allen y Alt-J, entre otros. Además, en la versión en inglés cada personaje tiene una forma de hablar característica, en función de su origen social.

Una revuelta algo repetitiva que se disfruta en solitario, por ahora

La campaña principal de Watch Dogs Legion se puede completar en unas 20-25 horas, si no nos detenemos mucho en las misiones secundarias y de reclutamiento. Pese a que se ha intentado que las misiones sean variadas, lo cierto es que pueden hacerse algo repetitivas. La mayoría de las veces consisten en robar información de un edificio fuertemente protegido o en rescatar a algún secuestrado. Se ha introducido algún momento de puzzle, en forma de salas en las que tendremos alinear interruptores para poder suministrar energía a un dispositivo. Pero lo cierto es que la variedad la aporta principalmente el jugador con su forma de afrontar cada reto.

¿Y el multijugador? Habrá que esperar hasta diciembre. Ese mes saldrá una actualización que introducirá un mundo abierto online, misiones cooperativas para grupos de cuatro jugadores y eventos temporales. Una renovación que sin duda expandirá el ecosistema de un juego con mucho potencial.

CONCLUSIÓN

Watch Dogs Legion es un buen intento por renovar un género, el sandbox urbano, en el que parecía que quedaba poco margen para la novedad. Su concepto de 'Juega con cualquiera' y unas mecánicas de hackeo e infiltración divertidas hacen que la atención del jugador no decaiga pese a lo repetitivo de las misiones. Su brillante apartado artístico y la recreación de un Londres futurista pero reconocible son otros de sus puntos fuertes.

El próximo modo online dará la medida real y alargará la vida de un título que no llega a ser del todo rompedor pero que sí ofrece algunas ideas novedosas.

- Análisis realizado con una copia para PS4 facilitada por Ubisoft-