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Elecciones EE.UU.2020

Un juez desestima una demanda de Trump en Pensilvania y le deja prácticamente sin opciones para revertir el resultado

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Un juez desestima una demanda de Trump en Pensilvania y abre el camino a la certificación de la victoria de Biden en el estado

El bloqueo del presidente saliente de Estados Unidos, Donald Trump, al proceso de transición ha cumplido este sábado dos semanas sin conseguir su objetivo, y con el mandatario enrocado en esa estrategia a pesar de las ínfimas posibilidades de revertir el resultado de las elecciones.

Trump ha vuelto a denunciar en Twitter un fraude electoral del que no hay pruebas y ha pasado de puntillas por la última cumbre del G20 de su mandato, a la que se ha conectado brevemente por vía telemática antes de escaparse a jugar al golf.

"Va a salir una información muy importante sobre fraude electoral sobre Georgia. ¡Estén atentos!", ha tuiteado Trump este sábado.

El mensaje es muy similar al que él y su equipo llevan repitiendo desde el pasado 7 de noviembre, cuando las proyecciones de los principales medios de comunicación confirmaron la victoria del demócrata Joe Biden en las elecciones del día 3.

Sin Pensilvania, es prácticamente imposible poder darle la vuelta al resultado

Horas más tarde de su comentario en Twitter se conocía que un juez federal ha desestimado la demanda más importante que la campaña del mandatario saliente había presentado en Pensilvania, y le ha dejado prácticamente sin opciones para revertir el resultado de las elecciones en ese estado del que dependen las llaves de la Casa Blanca.

La decisión del juez Matthew Brann implica que los condados de Pensilvania tienen vía libre para certificar el resultado de las elecciones del 3 de noviembre, para lo que este lunes se cumple el plazo límite, y confirmar así como ganador del territorio al presidente electo, Joe Biden.

Una imagen del presidente electo de EE.UU., Joe Biden.

La demanda pretendía invalidar millones de votos emitidos por correo con el argumento de que la posibilidad de los votantes de corregir errores en sus papeletas en ciertos condados perjudicaba al partido de Trump, el Republicano.

El magistrado ha resuelto que la campaña de Trump había recurrido a "argumentos legales defectuosos y sin mérito, y a acusaciones especulativas" en su intento de desechar millones de votos.

"En los Estados Unidos de América esto no puede justificar la supresión del derecho al voto de un solo votante, y mucho menos de todos los votantes de su sexto estado más poblado", ha escrito Brann.

El equipo de Trump solo tiene hasta el 8 de diciembre

La decisión supone un profundo revés para la estrategia legal de la campaña de Trump, que ya ha perdido otros casos en Pensilvania, además de en Michigan, Georgia, Nevada y Arizona en su denuncia sin pruebas de que se ha perpetrado un fraude electoral.

Esta demanda era la última de gran calado que le quedaba activa en Pensilvania, y el abogado del presidente saliente, Rudy Giuliani, la defendió personalmente durante una audiencia el pasado martes.

Giuliani insiste en que hay un "plan nacional" para echar a Trump

Sin Pensilvania, es prácticamente imposible que Trump pueda darle la vuelta al resultado de las elecciones, puesto que la ventaja de Biden en el Colegio Electoral es tal (de 306 votos frente a 232), que el actual mandatario debería demostrar un fraude mayúsculo en varios estados para imponerse.

Trump ya recibió otros dos reveses este viernes: el primero en Georgia, que certificó la victoria de Biden; y el segundo en Michigan, donde dos legisladores estatales a los que invitó a la Casa Blanca afirmaron, tras el encuentro, que no tenían información que pudiera cambiar el resultado de las elecciones en su estado.

232
Partido Republicano 232 votos electorales Candidato a la presidencia: Donald Trump Nº Votos obtenidos: 73.789.238 votos (47,2%)
306
Partido Demcrata 306 votos electorales Candidato a la presidencia: Joe Biden Nº Votos obtenidos: 79.819.502 votos (51%)

Sin dar la vuelta al resultado en múltiples estados, algo extremadamente improbable, Trump no podrá impedir que Biden asuma la presidencia el próximo 20 de enero, y las vías para lograrlo se cierran con cada día que pasa.

El equipo de Trump solo tiene hasta el 8 de diciembre para desarrollar su estrategia legal, porque ese día todos los estados deberían haber resuelto cualquier disputa y el gobernador de cada territorio debe enviar los resultados certificados al Congreso.

Negativa de la agencia del Gobierno encargada de certificar los resultados

Lo que sí está teniendo un verdadero impacto práctico en la transición es la negativa de la Administración General de Servicios de EE.UU. (GSA, en inglés), una agencia federal, de certificar la victoria de Biden, pues sin ese trámite, el presidente electo no tiene acceso a recursos clave para prepararse para gobernar.

Biden ha advertido que ese retraso puede provocar que "muera más gente" en EE.UU., porque él no tiene acceso a los planes del Gobierno de Trump para distribuir la vacuna, lo que puede provocar retrasos en la implementación de los mismos una vez que llegue al poder en enero.

Además, la falta de certificación impide a Biden tener acceso a información de inteligencia y conseguir que el FBI empiece a revisar los antecedentes de las personas que él quiere que formen parte de su gabinete, algo que agilizaría las cosas para que empiece a gobernar desde el primer día.

Sin embargo, la responsable de la GSA, Emily Murphy, se resiste a certificarle como ganador porque "no quiere ser desleal a la Administración que la contrató", de acuerdo con una fuente gubernamental citada este viernes por el diario The Washington Post.