Francia supera la barrera de las 50.000 muertes con coronavirus desde el comienzo de la pandemia

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Un miembro del personal médico en la unidad de cuidados intensivos del hospital franco-británico de Levallois-Perret, en el norte de París, el 9 de abril de 2020.

Francia ha superado este martes la barrera de las 50.000 muertes con coronavirus, mientras el número de nuevos contagios y de hospitalizaciones disminuyen drásticamente tras casi un mes de confinamiento por la segunda ola. En las últimas 24 horas, 1.005 personas han fallecido con la COVID-19.

El Ministerio de Sanidad francés ha notificado 9.155 nuevos casos, que elevan la cifra total a 2,15 millones desde que comenzó la pandemia. El descenso no se aprecia si lo comparamos con los datos de este lunes, con 4.452 positivos, porque los números suelen ser bajos tras el fin de semana. Pero el descenso es evidente frente a los 45.522 contagios detectados y notificados el martes pasado.

Francia ha permanecido en confinamiento domiciliario desde finales de octubre. Este mes de noviembre, los franceses sólo han podido salir del domicilio para acudir a centros educativos, al trabajo o a adquirir productos básicos, entre otras excepciones. Así, los comercios no esenciales han permanecido cerrados como parte de las restricciones ante el envite de la segunda ola, que le ha convertido en el país de Europa con más contagios. No obstante, las autoridades sanitarias consideraron este viernes que ya se ha superado el pico.

Tras haber alcanzado picos de más de 50.000 casos diarios, en las últimas jornadas, las medidas han surtido efecto y la incidencia del virus se ha reducido: está en torno a los 200 casos por cada 100.000 habitantes, aunque es más alta en los mayores de 65 años, por lo que las autoridades llaman a "no reducir los esfuerzos". No obstante, la presión asistencial continúa siendo muy alta, con más de 2.000 hospitalizaciones diarias, según el ministro francés de Sanidad, Olivier Véran.

Desde el Gobierno, han reconocido la "significativa degradación" de la salud mental de los franceses por la incertidumbre económica y sanitaria, así como del aislamiento derivado de la pandemia. La semana pasada se divulgó que los estados depresivos se han doblado en Francia en solo seis semanas, entre septiembre y noviembre, al pasar del 10 al 21 % de la población.