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Coronavirus

Francia comenzará su desescalada este sábado con la reapertura del comercio: "El pico de la segunda ola ha pasado"

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El presidente francés Emmanuel Macron en una comparecencia pública esta semana.
El presidente francés Emmanuel Macron en una comparecencia pública esta semana.

El presidente francés, Emmanuel Macron, ha anunciado el plan de desescalada de las restricciones por el coronavirus, que comenzará este sábado con la apertura de comercios y servicios a domicilio hasta las 21 horas, entre otras medidas. "El pico de la segunda ola ha pasado", ha asegurado el mandatario en un mensaje televisado dirigido a los franceses.

Con las fiestas de Navidad aproximándose, el confinamiento domiciliario en Francia si la situación epidemiológica lo permite. Entonces se impondrá un toque de queda de 21 a 7 horas, con las excepciones de Nochebuena y Nochevieja, cuando no existirá restricción horaria.

Primera etapa: más actividad y desplazamientos

La primera etapa de la desescalada en Francia comenzará este sábado 28 de noviembre. A la reapertura de comercios y servicios a domicilio, se suma mayor flexibilidad a las salidas para hacer deporte y dar paseos para los franceses, que permanecen en confinamiento domiciliario desde finales de octubre. Así, podrán salir un máximo de 3 horas y en un radio de 20 kilómetros. Además, estarán permitidas las actividades extraescolares al aire libre.

Segunda etapa: fin del confinamiento domiciliario

La segunda fase anunciada por Macron sustituirá el confinamiento por un toque de queda de las 21:00 horas a las 7:00 horas. Esta etapa comenzará el 15 de diciembre siempre y cuando la cifra de contagios diarios haya descendido a 5.000 y menos de 3.000 personas se encuentren en cuidados intensivos.

Las noches del 24 de diciembre y el 31 de diciembre estarán exentas del toque de queda por las fiestas navideñas. No obstante, en todo este periodo no estarán permitidas las reuniones en la vía pública.

Además, se retomarán las actividades extraescolares en interiores y reabrirán los cines, teatro y museos.

Tercera etapa: reapertura de restaurantes y gimnasios

Finalmente, a partir del 20 de enero, si la evolución epidemiológica es favorable, reabrirán los gimnasios y los restaurantes.

Las clases en los institutos podrán retomarse con todos los alumnos a partir de esa fecha. Quince días después ocurrirá lo mismo en las aulas de las universidades.

La vacuna no será obligatoria en Francia

No será obligatorio vacunarse contra la COVID-19 en Francia, en la misma línea que ha establecido el Gobierno de España. En el país vecino, la campaña de vacunación comenzará "a finales de diciembre o comienzos de enero", según ha anunciado el presidente Macron, que ha precisado que tendrán prioridad las personas de más edad.

"La vacunación debe llevarse a cabo de manera clara y transparente, compartiendo toda la información en cada etapa. (...) No haré obligatoria la vacunación. (...) Organizaremos una campaña de vacunación rápida y masiva", ha expresado el mandatario.

Mientras tanto, en la estrategia de detección de casos de coronavirus, Macron ha prometido que a partir de enero los resultados de las pruebas PCR tardarán como máximo 24 horas desde su solicitud. Sobre el aislamiento de los pacientes, el presidente ha adelantado que será "más restrictivo con los que tienen el virus".

Aumentan las ayudas a empresas cerradas

Los restaurantes, bares, salas de deporte, discotecas y todos los establecimientos que permanezcan cerrados por las restricciones "independientemente de su tamaño" podrán recibir ayudas del Estado equivalentes al 20% de su facturación en 2019 o, como ya estaba previsto, hasta 10.000 euros del Fondo de Solidaridad. "Es probable que la crisis empeore, pero tenemos una respuesta que dar", ha afirmado el mandatario.

Francia, que ha superado este martes la barrera de las 50.000 muertes con COVID-19, ha permanecido en confinamiento domiciliario desde finales de octubre. Este mes de noviembre, los franceses sólo han podido salir del domicilio para acudir a centros educativos, al trabajo o a adquirir productos básicos, entre otras excepciones. Así, los comercios no esenciales han permanecido cerrados como parte de las restricciones ante el envite de la segunda ola, que le ha convertido en el país de Europa con más contagios.

Tras haber alcanzado picos de más de 50.000 casos diarios, en las últimas jornadas, las medidas han surtido efecto y la incidencia del virus se ha reducido: está en torno a los 200 casos por cada 100.000 habitantes, aunque es más alta en los mayores de 65 años, por lo que las autoridades llaman a "no reducir los esfuerzos". No obstante, la presión asistencial continúa siendo muy alta, con más de 2.000 hospitalizaciones diarias, según el ministro francés de Sanidad, Olivier Véran.

Desde el Gobierno, han reconocido la "significativa degradación" de la salud mental de los franceses por la incertidumbre económica y sanitaria, así como del aislamiento derivado de la pandemia. La semana pasada se divulgó que los estados depresivos se han doblado en Francia en solo seis semanas, entre septiembre y noviembre, al pasar del 10 al 21 % de la población.