Una nueva generación impulsa la ola feminista en América Latina
- Una nueva generación de feministas, conocida como "Generación Igualdad" se levanta en América Latina
- En los últimos años han hecho más visibles los feminicidios y han aumentado las protestas en contra de las violencias machistas
Plaza de Mayo, epicentro bonaerense de los grandes movimientos de Argentina. Un grupo de mujeres comienza a reunirse un 30 de abril de 1977. Su grito, “¡Aparición con día! Con vida los llevaron, con vida los queremos”, resultó el más desafiante para los generales de la dictadura argentina.
Un descampado en una ciudad fronteriza del norte de México: Ciudad Juárez, baldíos y campos abandonados, maquilas que, en los años 90, atraen a mano de obra, a muchas mujeres que llegan con la ilusión de un futuro mejor; cruces rosas, en los postes de la luz, en las paredes, en el campo algodonero, en memoria de las asesinadas, de las desaparecidas.
Un río, senderos campo a través, una vía férrea desde hasta la ansiada frontera con Estados Unidos. La ruta de la migración de decenas de miles de centroamericanos. Un viaje lleno de riesgos, sobre todo para las mujeres. Una columna de mujeres y hombres recorre parajes escondidos en busca de sus hijas, de sus hijos. Alguien se acerca a una de las mujeres y, con disimulo, le da un pequeño papel con unas someras indicaciones. Se excava en el lugar, aparecen los primeros huesos….
Un barrio de las afueras, una favela, una villa miseria, un cantegril, una comuna. El día comienza antes del amanecer. Hay que ir al mercado, a las calles. Las ventas del día alimentan a la familia.
Frente a las violencias machistas, la movilización feminista
Estas y otras muchas circunstancias están llenas de violencia, de desprecio a la vida. Las voces de las mujeres han sonado, en las peores circunstancias, en América Latina y, en los últimos años han dado lugar a una gran movilización reivindicativa, feminista. La cuarta ola del feminismo latinoamericano, plural, diverso y que acoge distintas reivindicaciones y luchas. Sin duda, el movimiento popular con mayor fuerza en toda la región.
María-Noel Vaeza, uruguaya y actual directora regional de ONU Mujeres para las Américas y el Caribe, asegura que este movimiento feminista es incluyente y los abandera la “generación igualdad”, mujeres jóvenes, con coraje y sin miedo, indignadas con una realidad repleta de discriminaciones, de machismos, partidarias de un feminismo transversal e inclusivo y también dispuestas a la colaboración con los hombres que quieren cambiar y transformar la realidad.
Una generación de mujeres que ha sacado sus reivindicaciones a las calles con mayor fuerza e impacto social que nunca. Los espacios públicos son foros y sus lemas compartidos van desde “Ni una menos”, “todas vivas las queremos” o “América Latina será toda feminista” al “violador eras tú”, representación ideada por las chilenas del grupo “Las tesis” y coreada por decenas de miles de mujeres.
Las violencias de género, la pandemia silenciosa
En 2020, las mujeres se enfrentan a dos pandemias, la de la COVID-19 y la de las violencias género. La COVID-19 ha golpeado con dureza particular a las mujeres. Las ha dejado confinadas en casa con sus agresores, sin ingresos, sin ayuda. Ha incrementado su precariedad.
“La crisis es tremenda en la región y también lo es la desesperación para alimentar a la familia. Casi 120 millones de mujeres van a buscar desesperadamente trabajo y no lo van a encontrar. Además, casi un 30% de los hogares de nuestra región están encabezados por mujeres, son monoparentales y ellas solas han de afrontar la crianza y educación de sus hijos”, señala la directora regional de ONU Mujeres, María-Noel Vaeza.
Pero las violencias de género van más allá de la COVID-19. Es, según Vaeza, "una pandemia en la sombra, crítica para las mujeres que viven en situaciones de violencia. La falta de empleo y de oportunidades económicas hace que tenga que seguir viviendo en la misma casa que su depredador”.
Además, señala María-Noel Vaeza, las violencias contra la mujer desbordan el ámbito privado y se registran también en los espacios públicos. “Es una violencia latente, en todo tiempo y lugar, que coarta los derechos humanos, los derechos de libertad, de desarrollarse y ser feliz”.
“Las Mariposas”, aquel 25 de noviembre de… 1960
Un coche transita por una carretera del interior de República Dominicana. Los ocupan tres mujeres, tres hermanas, Minerva, Patria y María Teresa, y el conductor, Rufino de la Cruz. Regresan de visitar a sus esposos encarcelados por sus actividades opositoras al dictador que gobierna la República Dominicana, el general Trujillo, actividades que las tres comparten y apoyan. En los ámbitos opositores, se las conoce como “Las Mariposas”, las hermanas Mirabal.
De pronto, son interceptadas por funcionarios de la policía secreta trujillista, que las sacan del vehículo y las apalean y ahorcan. Luego, para simular un accidente, arrojan su coche, con los cuerpos dentro por un barranco. La mayor, Minerva, tenía 36 años; la menor, María Teresa, 25 . Entre las tres, dejaban cinco hijos huérfanos.
El múltiple asesinato produjo gran conmoción pública en República Dominica. No fue ni el primero ni el último de este tipo de la dictadura trujillista, pero marcó su el principio de su final. Las hermanas Minerva, Patria y María Teresa Mirabal pertenecían a una familia acomodada, pero llevaban tiempo militando en la Agrupación 14 de junio, grupo opositor al régimen de Trujillo.
El sangriento dictador las sobrevivió apenas 6 meses. Fue abatido a tiro el 30 de mayo de 1961. Nadie honra su memoria, al contrario que la de las hermanas Mirabal. En su memoria, en 1981, en el primer Encuentro Feminista de Latinoamérica y el Caribe, realizado en Bogotá, se eligió el 25 de noviembre como día para erradicar la violencia contra las mujeres. En 1999, Naciones Unidas lo convirtió en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.