Más de mil mujeres asesinadas: 1.074 vidas rotas que obligan a prolongar la lucha
- Desde enero de 2003 hasta la fecha, 1.074 mujeres han sido asesinadas por sus parejas o exparejas
- El 016 es el teléfono de atención a víctimas, gratuito y no deja huella en la factura; el correo: 016-online@igualdad.gob.es
España ha perdido desde 2003, año en el que se iniciaron los registros oficiales de violencia de género, 1.074 vidas por asesinatos machistas, una cifra que obliga a mantener la intensa lucha contra esa lacra sin olvidar que detrás de ese número lo que hay son 1.074 mujeres a las que se les negó la posibilidad de seguir viviendo.
Ellas, las víctimas, merecen ser recordadas en este Día contra la violencia de género y en todos que le resten a esa indeseable efeméride, porque es su ausencia la muestra más cruda de que la igualdad real aún no ha llegado y el argumento más válido para no detenerse frente a cualquier tipo de violencia que sufran las mujeres por el hecho de serlo.
RTVE.es considera, además, que homenajear a las víctimas de violencia de género debe ser una labor permanente y, por eso, sigue trabajando en el especial ‘1000 mujeres asesinadas’, un proyecto interactivo del Laboratorio de Innovación de RTVE y la redacción de Noticias que relata quiénes eran cada una de esas mujeres.
[Si conociste a alguna víctima y quieres participar en su homenaje, envía un WhatsApp al 676 676 148]
Desde que el 'site' se lanzó en junio de 2019, cuando el oscuro contador llegó al número 1.000, han sido asesinadas 74 mujeres más. Distintos orígenes, distintas edades, distintas profesiones, distintas circunstancias familiares y una única cosa clara en común: la violencia de género truncó sus sueños.
El trabajo de documentación y el contacto con los familiares para recabar datos sobre ellas demuestra, una vez más, que no hay un único perfil de víctima y que cualquier mujer puede terminar siéndolo.
Sara, Judith, Lorena, María Pilar...
Hace exactamente un año, el 25 de noviembre de 2019, Sara fue asesinada en Granadilla de Abona, Santa Cruz de Tenerife. Tenía solo 26 años y su futuro era prometedor. En los últimos seis meses, había trabajado como programadora en el Instituto Tecnológico y de Energías Renovable, y ya tenía otro proyecto entre manos en otra empresa tecnológica. Desde hacía poco tiempo, la joven residía en el piso de su abuela, junto a su pareja y presunto agresor. Aunque la anciana luchó para defenderla aquel 25 de noviembre, no pudo frenar a su asesino.
También Judith era una chica que “quería comerse el mundo”, según contaron sus excompañeras de trabajo después de que la violencia machista le cortara las alas el 18 de enero de 2020 en Terrasa (Barcelona). La joven, soñadora e idealista, adoraba viajar, ir a la playa y salir con sus amigas. Había trabajado en varios centros de belleza y estaba realizando prácticas de auxiliar de enfermería en el hospital Parc Taulí de Sabadell. Dos años antes de ser asesinada, comenzó una relación con un agente de los Mossos d’Esquadra, con quien convivió durante un tiempo. El verano de 2019 Judith decidió que quería romper con él y se trasladó a casa de su madre. Desde entonces, tuvo que soportar que su expareja la acosara continuamente.
Un mes más tarde de que asesinaran a Judith, la misma barbarie puso fin a la vida de Lorena, una gijonesa de 41 años. Para sus familiares, ella fue "la mejor hermana, tía, hija y cuñada" posible. Era una mujer que siempre trataba de ayudar a los que la rodeaban, sin nada a cambio y sin quejarse. Todo lo que hizo en vida, dicen sus seres queridos, "fue sincero y de corazón". Trabajaba de limpiadora en una empresa ubicada en el barrio gijonés de Tremañes y, hasta noviembre de 2019, vivió con el hombre que fue su pareja durante ocho años, el mismo que presuntamente acabó con su vida después de que ella pusiera fin a la relación.
Solo el 21% denuncia
Ninguna de ellas tres había denunciado a quienes, presuntamente, acabaron con sus vidas, algo que ocurre en la mayoría de casos -solo en el 21% de consta denuncia previa- y que también se refleja en algunas de las biografías que se recogen en el proyecto '1.000 mujeres asesinadas'.
María Pilar era una cirujana de 49 años que trabajaba en el Hospital de La Princesa de Madrid y que llegó a formar parte de la base de datos VioGén, el principal sistema de seguimiento de los casos de violencia machista y el que valora el riesgo de las víctimas. La razón: una agresión que sufrió por parte de su expareja en 2018 en plena calle y de la que fue testigo una pareja de agentes. Sin embargo, María Pilar no quiso interponer una denuncia contra su pareja y, por tanto, no recibió ninguna medida de protección.
La mujer vivía con su hijo en el barrio de Tetután, lugar al que se había mudado hacía pocas semanas. En su trabajo tuvo oportunidad de conocer y formar a muchas personas y una de sus alumnas la recuerda como alguien "gentil y amable” que “escuchaba a todo el mundo y explicaba las cosas con calma, mil veces si era necesario”. María Pilar, dice, “tenía un aura que transmitía calma y serenidad".
De las 41 mujeres que han sido asesinadas en lo que va de año, 35 no habían denunciado a su agresor, pero sí es habitual que antes de que se produzcan los asesinatos o se den situaciones que derivan en lesiones graves las autoridades reciban llamadas previas de la propia mujer o de terceras personas.
Para proteger también a todas esas mujeres que son víctimas de la violencia machista, pero que no llegan a denunciar, el Ministerio del Interior implementará el llamado "Formulario Cero", un proyecto que aprovechará esos testimonios de familiares o integrantes del entorno social de la víctima para desarrollar mecanismos policiales de protección, según ha adelantado esta semana la cúpula de ese departamento.
De los 63.944 casos activos de mujeres maltratadas que a 31 de octubre figuran en VioGén, la Policía Nacional hace el seguimiento de 26.031 desde las Unidades de Atención a la Familia (UFAM), mientras que 25.690 le corresponden a la Guardia Civil, un cuerpo la que le corresponde actuar en el ámbito rural, donde las especificidades, señalan, son distintas a las del ámbito urbano.
Muchas de las víctimas que viven en zonas rurales sufren una situación de maltrato prolongada en el tiempo, tienen más miedo a ser juzgadas, tienen más dependencia económica de sus parejas, el anonimato es casi imposible y las medidas de alejamiento que puedan decretarse son más difíciles, por que en pueblos pequeños ni siquiera pueden fijarse en 500 metros.
Andalucía, la comunidad con mayor número de asesinatos machistas
En un año en el que, como ha alertado la ONU, se ha puesto de manifiesto que las mujeres están sufriendo más los efectos de la pandemia "en todas las esferas", el número de asesinatos machistas ha alcanzado la cifra de de 41, hasta la fecha.
Sin embargo, este 2020 es, por el momento, el año con menos víctimas mortales, mientras que los más cruentos fueron 2008 (76) y 2003 (73).
En cuanto a la nacionalidad de las 1.074 asesinadas, 705 eran españolas, mientras que 351 eran extranjeras y en 18 no consta su procedencia.
Los datos oficiales que ofrece la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género también revelan que Andalucía es la comunidad autónoma que encabeza el macabro listado, con 216 asesinatos, seguida de Cataluña (169), la Comunidad Valenciana (136) y la Comunidad de Madrid (110).
Les siguen, por orden, Canarias (73), Galicia (63), Castilla y León (52), Castilla-La Mancha (46), Baleares (39), País Vasco (36), Murcia (31), Aragón (28), Asturias (28), Navarra (12), Extremadura (12), Cantabria (10), La Rioja (6), Melilla (5) y Ceuta (2).
Respecto a los agresores de las 1.074 mujeres, 216 se suicidaron tras cometer el crimen, por lo que no podrán ser juzgados, y 141 lo intentaron.
Además, desde 2013, 301 menores han quedado huérfanos y 37 niños han sido asesinados por sus padres o las parejas o exparejas de sus madres.
VioGén cuenta con 63.944 casos de violencia de género activos
Viogén, el sistema policial de seguimiento de las víctimas de violencia de género, tenía registradas a fecha de 31 de octubre a 549.569 víctimas de la violencia de género. De ellas, 63.944 casos estaban activos: 13 de riesgo extremo, 403 de riesgo alto y 6.597 de riesgo medio. El sistema detectaba, además, a 433 menores en situación de riesgo (3 extremo y 39 alto).
No hay que olvidar que, si bien el asesinato es la máxima expresión de la violencia de género, no es la única. La última radiografía sobre esta lacra la ofrece la Macroencuesta de Violencia sobre la Mujer de 2019, que se se publicó en septiembre y reveló que el 57,3% de las mujeres que viven en España ha padecido algún tipo de violencia machista a lo largo de su vida (11,3 millones): más de 4 millones han sufrido violencia física; 2,8 millones, violencia sexual y más de 8 millones aseguran haber sido víctima de acoso sexual.
Ese mismo estudio apunta que una de cada tres mujeres (6,6 millones) ha sido maltratada física, sexual, psicológica o económicamente por una pareja o expareja y que casi 3 millones han recibido malos tratos físicos o violencia sexual por parte de un compañero sentimental.
Además, más de 1,68 millones de niños viven en hogares en los que su madre sufre violencia de género por parte de su pareja o expareja y la mitad de ellos ha padecido también el maltrato del agresor.
Las asesinadas son "la punta del iceberg"
La Delegada del Gobierno para la Violencia de Género, Victoria Rosell, incidió este lunes en que las mujeres asesinadas "son la punta del iceberg" y recordó que debajo hay más de 60.000 denuncias, más de 63.000 usuarias de VioGén indetificadas por la policía como de riesgo apreciado y más de 15.000 usuarias de servicios de atención vía ATENPRO, Cruz Roja o la Federación Estatal de Municipios y Provincias.
"En la punta están las asesinadas, que son las más visibles y evidentemente es el delito más cruel, pero hay todo un sistema de machismo y de violencia de género que se desliza por todas las instituciones y con el que hay que acabar mediante políticas de igualdad y de educación, no con políticas represivas una vez se ha producido el delito", señaló Rosell en una entrevista en La tarde en 24 horas.
La Delegada del Gobierno para la Violencia de Género admitió que, aunque la legislación española fue puntera, tiene ya 16 años y ha demostrado sus carencias, tras lo que recalcó la necesidad de que la ley englobe y ampare a todas las mujeres que sufren violencia "por el hecho de ser mujeres" y "no por el hecho de ser parejas de alguien".
Mientras eso no ocurra, el homenaje a las víctimas que forman parte del registro oficial será también un tributo a todas las mujeres que han sufrido cualquier tipo de violencia machista y siguen al margen de las estadísticas.