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Coronavirus

Estados Unidos suma tres millones de casos de COVID-19 en menos de un mes

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EE.UU. bate récord de contagios de COVID-19 en noviembre

Los estadounidenses se disponen a cerrar el mes de noviembre con varias resacas. La primera, la electoral, con el persistente tira y afloja entre Donald Trump y Joe Biden por ocupar la Casa Blanca. La segunda, con un atípico Acción de Gracias en el que se ha pedido rescindir las reuniones al máximo. Y la tercera, con un nuevo récord de contagios por COVID-19: la nación.

14 horas - El día de Acción de Gracias llena los aeropuertos estadounidenses a pesar de las recomendaciones - Escuchar ahora

Según la Universidad Johns Hopkins, en el país se registraron de media 162.675 casos diarios en la última semana. A comienzos del mes de noviembre se anotaron 75.000, pero conforme se ha ido avanzando en el tiempo se han llegado a notificar 205.557, hace tan solo cuatro días.

En el mes, se han acumulado 1.138.728 positivos del 23 al 29 de noviembre, cifra sobrepasada por los 1.193.462 casos de la semana previa, 16 al 23 de noviembre. En lo que respecta a los primeros siete días por encima del millón, del 9 al 15 de noviembre, fueron un total de 1.043.018 contagios. Por ende, en 21 días se anotaron 3.376.108 infecciones, dejando el número global del país en 13.385.494.

Las muertes y los ingresos hospitalarios, sostenidos pero al alza

A diferencia que con los contagios, el número de decesos se mantiene por debajo de los 12.000 semanales, alejados por el momento de los más de 14.000 que se registraron durante la primera ola. En concreto, del 13 al 19 de marzo se anotó la mayor cantidad de fallecimientos en siete días: 15.157. No obstante, desde mediados de octubre la tendencia, mantenida a la baja, ha ido creciendo cerca de un 25 % semanal, por lo que los sanitarios no bajan la guardia.

Además, cada vez son más las personas ingresadas en los hospitales estadounidenses, según apunta la corresponsal de TVE en Nueva York, Sara Rancaño. De tal modo que el país aún no ha alcanzado su máximo en ingresos y aún se avecinan semanas duras antes de llegar a bajar estas curvas, una lucha que coincidirá con la llegada del invierno.

Un día de Acción de Gracias marcado por los desplazamientos

Los efectos de los encuentros sociales con motivo de Acción de Gracias no se percibirán hasta dentro de diez días, pero los expertos llevaban tiempo advirtiendo de la aparición de inevitables focos tras esta festividad. Por mucho que la población se agolpara a las puertas de los laboratorios para practicarse pruebas antes de viajar, ello no ha impedido que nueve millones de personas hayan abarrotado los aeropuertos -sin contar los desplazamientos en carretera-, aún alejados de los niveles previos a marzo.

Las autoridades de EE.UU. recomiendan no viajar por Acción de Gracias por el repunte de casos de COVID-19

Esto no hace más que aumentar los temores entre los epidemiólogos estadounidenses. Esta nueva oleada afecta al país al completo, pero especialmente a muchas zonas rurales que no están tan preparadas para responder a la pandemia y con un sistema sanitario más débil, informa Sara Rancaño. En el caso de Nueva York, el estado se encuentra más preparado tras los envites de meses previos. Sin embargo, Texas es ahora el que más preocupa, sobre todo El Paso, con una presión hospitalaria notablemente alta.

El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) recomendó días atrás no viajar en Acción de Gracias, una medida a la que muchos ciudadanos han hecho caso omiso, dado que nunca se han prohibido los desplazamientos entre estados. Lo cierto es que desde el organismo llevaban tiempo advirtiendo de que dar negativo en una prueba no es una garantía de seguridad, pero ello no ha impedido que muchos hayan optado por esta opción para poder visitar a sus familiares en otras partes del país.

Miles de estadounidenses desafían a la pandemia en el Día de Acción de Gracias

El peso de la pandemia recae nuevamente en los estados

A diferencia de en otros países, en Estados Unidos no ha existido una estrategia a nivel nacional contra el coronavirus. El gobierno federal se ha limitado a dar una serie de recomendaciones o guías generales a los gobernadores de los Estados, descargando en estos todas las dinámicas de actuación para frenar la pandemia. En las últimas horas, el comité de expertos de la Casa Blanca ha recomendado que los que hayan viajado se sometan a un test o que, en su defecto, hagan una cuarentena de tres a diez días.

A falta de directrices generales, a día de hoy, hay estados que siguen sin contemplar la obligatoriedad del uso de la mascarilla en sus leyes. En la mayoría, se han adoptado restricciones en esta época salvo en Utah, que ha decidido relajarlas.

En Nueva York el límite para las reuniones era de diez personas, aunque con peculiaridades, señala la corresponsal de TVE en esta ciudad. Por ejemplo, no podían juntarse 15 personas en una misma casa, pero sí quedar a cenar en el interior de un restaurante en dos mesas. El alcalde de la ciudad, Bill de Blasio, ya anunció que no obligaría a la policía a vigilar a las familias, solo a grandes multitudes. No obstante, ha optado por reabrir las guarderías y los centros públicos de primaria, en los que realizará test cada semana.

Mientras, en Nueva Jersey, se rogó no coincidir con los más mayores en las cenas. En Pensilvania quedó prohibida la venta de alcohol desde la víspera de Acción de Gracias, mientras que California apostó por el toque de queda. En Oregón, por otro lado, se pidió la colaboración ciudadana si los vecinos observaban que otros incumplían el límite de personas por hogar.