Janet Yellen, la primera mujer al frente del Tesoro que rompió todos los techos de cristal
- Fue la primera mujer en dirigir la Reserva Federal
- Está consideraba una demócrata más preocupada por el desempleo que por la inflación
Janet Yellen es la elección del nuevo presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, para dirigir la Secretaría del Tesoro. Yellen será la primera mujer en asumir este cargo igual que fue la primera mujer en asumir la máxima responsabilidad al frente de la Reserva Federal, el banco central de la mayor economía del mundo.
Yellen, de 74 años, ocupó la presidencia de la Fed entre 2014 y 2018, cargo para el que fue nominada por Barack Obama tras la marcha de Ben Bernanke. Se ocupó de culminar la normalización de la política monetaria estadounidense tras las medidas extraordinarias adoptadas por su predecesor para hacer frente a la crisis financiera global, incluyendo cinco subidas de los tipos de interés.
La nominación de Yellen, que debe ser ratificada por el Senado, se produce en un momento en el que la reconstrucción de la economía estadounidense, golpeada por la pandemia de coronavirus y con elevados niveles de desempleo, presenta un desafío central para la Administración de Biden.
Pero la economista que rompió todos los techos de cristal no será la única mujer en el gabinete financiero de la Administración Biden. Neera Tanden, presidenta del Center for American Progress, ha sido nombrada directora de la Oficina de Administración y Presupuesto. De confirmarse, sería la primera mujer de color y con ascendencia sudasiática en ocupar el cargo.
Cecilia Rouse, decana de la Escuela de Asuntos Públicos e Internacionales de la Universidad de Princeton y exmiembro del Consejo de Asesores Económicos, ha sido designada para dirigir el órgano y, de confirmarse en el Senado, sería la primera afroamericana en hacerlo. Además, Biden ha anunciado a Wally Adeyemo como el primer afroamericano nominado para secretario adjunto del Tesoro y a Jared Bernstein y Heather Boushey como miembros del Consejo de Asesores Económicos.
De asesora con Clinton a presidir la Fed
Nacida en Brookyn (Nueva York), hija de un médico de familia y una maestra de primaria que le infundió el hábito de leer la prensa económica, Janet Yellen quería estudiar Ciencias Exactas, pero optó por la Economía porque era rigurosa como las matemáticas, pero menos abstracta.
Después de su graduado en la Universidad de Brown, realizó el doctorado en Yale junto al Premio Nobel James Tobin (teórico de la conocida tasa sobre las operaciones financieras bautizada con su nombre).
En 1977 conoció a quien sería su marido, el economista George Akerlof. Akerlof recibió en 2001 el Premio Nobel de Economía compartido con Michael Spence y Joseph E. Stiglitz.
Yellen y Akerlof se mudaron unos años a Reino Unido para enseñar en la London School of Economics, de donde regresaron en 1980 para seguir dando clase en Estados Unidos. La enseñanza es su primera y verdadera profesión.
Fue asesora del presidente Bill Clinton entre 1997 y 1999 y perteneció al equipo de gobierno de la Fed entre 1994-1997. En 2010, Obama la nombró vicepresidenta de la Fed y en 2014 sustituyó a Ben Bernanke al frente de la institución.
La mancha en el expediente profesional de Yellen es su etapa como presidenta de la Reserva Federal de San Francisco (de 2004 a 2010), justo en el momento que California se convirtió en epicentro de la burbuja inmobiliaria que provocó la crisis de las hipotecas basura. Ella fue de las primeras economistas en alertar sobre los riesgos de esa burbuja, pero desde su puesto en la rama californiana del banco emisor, no actuó para frenarla.
En la Fed, Yellen continuó la política de Bernanke de defensa de los programas de inyección masiva de liquidez y en su apuesta por mantener los tipos de interés en su mínimo histórico. Por eso se ganó el calificativo de "paloma" en el argot económico: más preocupada por combatir el desempleo que por contener la inflación.
Según las personas que la conocen y han trabajado con ella, cuenta con una personalidad equilibrada y educada, argumenta con solidez y firmeza sus posiciones y tiene una innata capacidad para construir consensos a partir de esos argumentos.