Zapatero pide "apoyo y lealtad al Gobierno" a antiguos dirigentes críticos como González y Guerra
- Felipe González y Alfonso Guerra se han mostrado muy críticos por los pactos del Gobierno con ERC y con EH-Bildu
- En referencia a Bildu, Zapatero defiende que "la democracia es incluir a quienes fueron los peores enemigos"
El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero ha dicho sentirse “orgulloso” del Gobierno de coalición del PSOE y Unidas Podemos, un Ejecutivo que defiende ahora “con el mismo afán” que el que él mismo presidió entre 2004 y 2011. Ante las críticas que han vertido algunos exdirigentes socialistas como el expresidente Felipe González o el que fuera su número dos, Alfonso Guerra, ha pedido “apoyo y lealtad” al Gobierno.
González, que lleva meses siendo muy crítico con el Ejecutivo de coalición, llegó a asegurar la semana pasada que tiene "sentimiento de orfandad" en el PSOE que dirige Pedro Sánchez y aseguró que él no pactaría con ERC ni con Bildu porque "no son interlocutores válidos". Guerra, por su parte, ha asegurado recientemente que "sostener una alianza con Bildu, nacionalistas y Podemos no es una tarea democrática" y dijo que "hay muchos españoles y sobre todo socialistas que tienen un nudo en la garganta" por ello.
En respuesta a ambos durante una entrevista en 'La hora de la 1' este lunes, Zapatero ha parafraseado a González al asegurar que "el poder se ejerce generacionalmente" y ha celebrado que "afortunadamente es así. "Cada tiempo tiene su afán, en cada tiempo hay logros como los de la Transición, otros tuvimos otra etapa y conseguimos algunas cosas y ahora corresponde a esa nueva generación", ha asegurado.
El expresidente ha proseguido diciendo que fue una "característica común" en las generaciones del PSOE tener "la máxima capacidad de apoyo y lealtad al Gobierno" socialista. Cuando le han preguntado si González y Guerra no han sido leales a este Gobierno con sus declaraciones, se ha limitado a decir: "A mí es lo que me inculcaron y yo lo voy a hacer siempre".
"Yo estoy orgulloso del Gobierno que presidí y del actual del PSOE, que ahora defiendo con el mismo afán para que el país mejore y para que los valores progresistas avancen que cuando yo presidía el Gobierno", ha proseguido.
En este sentido, ha dicho que él "respetará" las declaraciones "de todo el mundo", tenga "más o menos fundamento", porque es un "demócrata convencido", pero "la inmensa mayoría de militantes del partido quieren que los dirigentes que tuvimos respeten y apoyen al Gobierno y es lógico": "Yo me siento en un deber de hacerlo porque a mí me apoyaron, es un principio bastante fácil".
"Cuando uno está en la tarea de Gobierno se les desoye bastante y, si eres presidente, sabes lo que quieres hacer", ha proseguido el expresidente en relación a las declaraciones de antiguos dirigentes del partido.
"Unas cosas te salen bien y otras menos bien, pero el ruido no confunde", ha proseguido, recalcando que en el actual Ejecutivo lo que debe de haber es una "buena relación en el seno de coalición" y un "proyecto claro" respaldado con "una mayoría parlamentaria lo más amplia posible". "No hay presidente que no quiera tenerla, decir lo contrario es un poco infantil", ha criticado.
"La relación entre Sánchez e Iglesias es de confianza"
Sobre las visibles discrepancias en el seno del Gobierno de coalición, que se han aireado durante los últimos meses por cuestiones relativas a los Presupuestos con medidas como la de los desahucios, o por la gestión de los fondos de la UE, Zapatero ha considerado que la relación es "bastante buena": "Es mejor que la que conocí con -el expresidente Mariano- Rajoy entre Soraya Sáenz de Santamaría -su vicepresidenta- y José Manuel García Margallo -el entonces ministro de Exteriores-".
"Es el primer Gobierno de coalición", ha dicho, y ha recordado que es el primero de la democracia que afronta una pandemia. "Hay diferencias, cómo no, representan proyectos diferentes", ha proseguido, aunque ha recalcado que la relación entre el presidente, Pedro Sánchez, y el vicepresidente cuarto y líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, "es de confianza y esto es extraordinariamente positivo".
En este sentido, ha asegurado que la única vez que "estuvo a punto de romperse el PSOE" fue con un Gobierno del PP.
Por otra parte, Zapatero no comparte las críticas por el apoyo de EH-Bildu a los Presupuestos y ha recordado que él mismo sufrió una manifestación de 50.000 personas en su contra diciendo que "se había vendido Navarra a ETA": "Y ya nadie se acuerda de aquello, ¿nadie va a pedir responsabilidades? Porque era muy grave".
Sobre Bildu: "La democracia es incluir a los que fueron los peores enemigos"
"Hace diez años un gobierno modestamente presidido por mí logró el afán y el objetivo más importante, que era el fin de la violencia. De manera limpia. Sin pagar ningún precio político y sin hacer ninguna concesión", ha aseverado Zapatero, que ha recordado la oferta planteada entonces por la clase política.
El ofrecimiento a la banda terrorista fue el de dejar la "violencia" para participar en el juego democrático. "Y en la participación nunca se les dijo: pueden participar, pero no votar los Presupuestos", ha añadido.
Por eso, ha criticado que el PP no tenga "otro argumento que hablar de EH-Bildu" para explicar por qué no los apoya, pero asegura que son buenos y que deberían tener el respaldo de todas las fuerzas políticas. Así, ha criticado aquellos "discursos exagerados, infundados y que excitan las emociones" y que son practicados por fuerzas del arco parlamentario: "Hay demasiados indicios falsos en el debate político y hay que evaluar las políticas por hechos reales, no por indicios falsos".
"La democracia es generosidad, incluir al máximo posible a los que fueron los peores enemigos. No significa perder la memoria, sino engrandecer la memoria", ha asegurado.
Zapatero ha pedido extender también esa "generosidad" a las negociaciones con ERC porque es necesaria para "afrontar y superar cualquier situación de grave conflicto político", como el vivido en Cataluña durante el otoño de 2017: "Los conflictos más difíciles nunca se solucionan poniendo las posturas más inflexibles, sino con inteligencia, aproximación y generosidad".
Precisamente, ha dicho, "la actitud de ERC y de Gabriel Rufián -su portavoz parlamentario- en estos últimos tiempos y la de quien es presidente de la Generalitat no es la que era en 2017, es un partido de diálogo y hará muy bien el Gobierno en preservar el diálogo, que es el único escudo frente a la confrontación y la terapia para evitar una crisis como la que tuvimos en 2017".
Por último, el expresidente ha criticado la carta que más de 70 mandos retirados del Ejército han enviado al rey Felipe VI en la que alertan sobre los riesgos que sufre la "cohesión nacional" por culpa del Gobierno "socialcomunista" que apoyan "filoetarras e independentistas". "Merece mi reproche", ha dicho, y ha señalado que quien "ha ejercido la función militar debe tener prudencia a la hora de pronunciarse" con respecto a estos temas.