Los Presupuestos culminan un año marcado por los roces en el Gobierno de coalición
- El 'con quién' pactar y medidas como el ingreso mínimo vital o la regulación de los alquileres han marcado las diferencias
- Pablo Iglesias y Nadia Calviño son quienes más puntos de desencuentro han mostrado a lo largo de lo que va de legislatura
La aprobación este jueves en el Congreso de los Diputados de los Presupuestos culmina un primer año de legislatura marcado por los roces y tensiones en el seno de coalición, pero también por los encuentros. El PSOE y Unidas Podemos saben que tendrán que seguir haciendo frente a las discrepancias que surjan en el futuro, pero cuentan por ahora con el respaldo de una mayoría parlamentaria más amplia que la de la investidura y se garantizan la necesaria estabilidad para poder seguir gobernando otros tres años más.
Los Presupuestos “más sociales de la historia” -como dicen sus responsables- han salido adelante este jueves en el Congreso con una mayoría sobrada de 189 diputados y 161 en contra y han puesto fin, dos años después, a las cuentas públicas del exministro Cristóbal Montoro (PP) para 2018. Desde la moción de censura que invistió presidente a Pedro Sánchez en junio de 2018, han tenido que pasar dos elecciones generales, el primer gobierno de coalición de la democracia reciente y una pandemia para que el Ejecutivo haya podido aprobar unas cuentas públicas.
Ahora, la mayoría de la investidura que aupó al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al poder en 2018 se ha visto reforzada con el 'sí' de ERC, Eh-Bildu -ambos se abstuvieron en la investidura- y el PdeCat -que votó en contra- y tan solo el BNG se ha caído de la misma.
Pulso por los socios a elegir para los Presupuestos: Cs o ERC
El proyecto de Presupuestos Generales del Estado ha sido uno de los principales puntos de fricción entre los socios de Gobierno tanto en lo que respecta al contenido como a las formaciones en las que buscar el apoyo. Especialmente, cuando el Ciudadanos de Inés Arrimadas se ha mostrado dispuesto a colaborar y buena parte de la oposición y un sector crítico dentro del PSOE han presionado contra ERC y EH-Bildu.
Arrimadas y Gabriel Rufián (ERC) han recalcado una y otra vez que había que elegir entre la 'vía' de Cs o la de los republicanos y EH-Bildu. Unidas Podemos estaba de acuerdo y siempre ha optado por la segunda opción. Por contra, el PSOE y sus ministros nunca han dejado de llamar a PP -pese a su negativa constante- y a Ciudadanos a participar de las cuentas públicas en una ecuación más transversal. De hecho, este mismo jueves la autora de los Presupuestos y titular de Hacienda, María Jesús Montero, ha insistido en que el Gobierno tratará de "consolidar y ampliar" las mayorías parlamentarias.
La vicepresidenta económica, Nadia Calviño, llegó a reconocer recientemente que se sentiría más "cómoda" con el apoyo del PP a las cuentas públicas. Pero Unidas Podemos nunca ha estado de acuerdo en mirar hacia la formación naranja para los Presupuestos, tanto es así que el vicepresidente segundo y líder de la formación, Pablo Iglesias, ha reconocido este jueves en TVE que se alegra de que haya una mayoría "de fuerzas progresistas" apoyando al Ejecutivo en la que no está Ciudadanos.
Iglesias y Calviño, extremos opuestos en el Gobierno
Los dos vicepresidentes son los que han protagonizado los roces más sonados dentro de la coalición. Calviño fue quien, en mayo, dio un golpe sobre la mesa contra el pacto al que habían llegado PSOE, Unidas Podemos y EH-Bildu para la derogación "íntegra" de la reforma laboral y por el que el PSOE acabó rectificando para aclarar que solo se derogarían los aspectos "más lesivos". El vicepresidente segundo y líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, no estaba de acuerdo: "Lo pactado obliga".
Esa tensión entre ambos ha continuado hasta el punto de que la formación morada presentó con ERC y EH-Bildu una enmienda -los del Gobierno del que es partícipe- para ampliar la paralización de los desahucios. Calviño llegó a pedir a Iglesias no crear "conflictos" y centrarse en lo "importante".
También la ministra de Defensa, Margarita Robles, llegó a recordar a Iglesias durante una entrevista que el presidente del Gobierno era Pedro Sánchez, y le pidió "humildad" y "lealtad", algo que provocó las críticas dentro de Unidas Podemos.
Los precios del alquiler, el Ingreso mínimo vital y otros choques
Robles no solo hizo este llamamiento a Iglesias por la enmienda sobre desahucios. Durante el último año, desde Unidas Podemos se han aireado las diversas discrepancias entre los partidos de la coalición como elemento de presión para lograr sus objetivos. El propio vicepresidente ha reconocido este jueves en TVE que, siendo "el socio minoritario", su trabajo es "sacar el máximo partido posible" a sus 35 diputados para lograr medidas sociales dentro o fuera de los Presupuestos.
Un ejemplo claro de esta presión se dio horas antes de que Sánchez e Iglesias presentaran conjuntamente el pasado 26 de octubre el contenido de su proyecto de Presupuestos en una comparecencia conjunta. Pese a que los medios ya estaban convocados, Unidas Podemos lanzó un órdago a través de la prensa asegurando que el acuerdo para las cuentas públicas no estaba aún cerrado y que se estaba negociando con la parte socialista la ampliación del Ingreso Mínimo Vital (IMV) y la regulación de los alquileres.
Ese mismo día, el PSOE accedió a introducir algunas mejoras del IMV a los Presupuestos y acordó con Unidas Podemos que el control de precios de alquiler se llevará a cabo a través de la Ley de Vivienda en un plazo de cuatro meses -para febrero-.
Y al margen de los Presupuestos, otro de los roces recientes ha tenido que ver con el 'cuándo' se tramitarán los indultos a los líderes del 'procés' condenados y estará lista la reforma del delito de sedición en el Código Penal que propone el Gobierno. La formación morada ha instado esta semana a Justicia a que fuera antes de las elecciones catalanas del 14 de febrero para llegar a las mismas con "normalidad", pero fuentes de Moncloa han recalcado este mismo miércoles que la tramitación de los indultos no puede depender de un calendario electoral y que la "voz autorizada" en materia de Justicia es el ministro Juan Carlos Campo.
También fue polémico el borrador que se dio a conocer a la prensa y que excluía al vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, y a la mayoría de ministros de Podemos, de la gestión de los fondos de la UE. Tras las pertinentes críticas vertidas por Unidas Podemos a través de la prensa, Sánchez rectificó, incluyendo a la totalidad de ministros en la gestión.
Pero de los momentos más tensos y que derivó en una "fuerte discusión" entre Sánchez e Iglesias -según el vicepresidente- se dio con la salida del rey emérito de España a raíz de las nuevas investigaciones sobre sus finanzas. Iglesias desconocía que Sánchez había participado en lo que, para él, era una "huida" del monarca. Unidas Podemos registró una propuesta de Comisión en el Congreso para investigar al emérito pero se encontró con el veto del PSOE, que siempre ha rechazado una investigación parlamentaria al respecto.
Respecto a todas estas diferencias, Iglesias ha defendido este jueves que se enmarcan dentro de la la "nueva cultura de coalición", pero lo positivo, añade, es que el hecho de tener dos formaciones en el Gobierno garantiza que los programas de investidura "no queden en papel mojado". El propio presidente ha dicho en varias ocasiones durante estos meses que el acuerdo de gobierno es "sólido", que tiene "plena confianza" en su Consejo de Ministros y que es "un solo Gobierno" aunque reconoce que en algunos asuntos las sensibilidades son diferentes.
Ahora, con la aprobación de los Presupuestos, Sánchez e Iglesias, PSOE y Podemos, tienen un balón de aire con el que poder dar continuidad a la legislatura y seguir resolviendo las discrepancias que vendrán.