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Unión Europea

La UE acuerda su presupuesto para 2021, a la espera del desbloqueo de Hungría y Polonia

  • Solo entrará en vigor si Hungría y Polonia levantan el bloqueo sobre el marco financiero plurianual para los próximos siete años
  • El presupuesto de 2021 asciende a 164.200 millones en compromisos y 166.100 millones en pagos

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Bandera de la UE
Bandera de la UE.

Los países de la Unión Europea (UE) y el Parlamento Europeo (PE) han alcanzado este viernes un acuerdo sobre el presupuesto comunitario para 2021, aunque este solo podrá entrar en vigor si se levanta el bloqueo que Hungría y Polonia mantienen sobre el marco financiero plurianual (MFP) para los próximos siete años.

El embajador alemán ante la UE, Michael Clauss, cuyo país preside el Consejo este semestre, ha dicho que se trata de un "buen resultado" basado en el acuerdo al que se había llegado sobre el marco financiero y ha subrayado que "esto muestra que Europa puede tirar junta en tiempos de crisis".

"Sin embargo, el presupuesto de 2021 solo puede entrar en vigor una vez que el bloqueo sobre el presupuesto general de la UE y el paquete de recuperación se levante. Sin esto, estaremos mirando a recortes drásticos en la financiación de la UE desde principios del próximo año", ha añadido.

El acuerdo prevé que el presupuesto de 2021 ascienda a 164.200 millones de euros en compromisos (el montante máximo que puede prometer la UE a los potenciales beneficiarios) y 166.100 millones en pagos (el dinero que se desembolsará efectivamente en 2021).

"La financiación bajo el borrador presupuestario se dirigirá a la mitigación de los efectos de la pandemia de COVID-19, apoyar la recuperación sostenible y las transiciones verde y digital", ha dicho el Consejo de la UE en un comunicado.

El marco financiero 2021-2027 asciende a 1,074 billones

Este acuerdo preliminar supone sortear el primer escollo para tener un presupuesto vigente el 1 de enero de 2021, pero esto solo será posible si Hungría y Polonia levantan su veto al marco financiero plurianual para 2021-2027, que asciende a 1,074 billones de euros y sirve de base para elaborar las cuentas del año próximo.

Debido a esto, los países y la Eurocámara no pueden firmar definitivamente el acuerdo, con lo que la Comisión Europea tendrá que elaborar un nuevo borrador que tenga en cuenta lo pactado "tan pronto como haya suficientes garantías sobre la adopción del próximo marco financiero plurianual".

Si los líderes comunitarios logran solventar el veto húngaro y polaco y el marco financiero es aprobado en su cumbre de la semana próxima, la Comisión podría preparar muy rápido esta nueva propuesta "técnica" de modo que el Consejo y la Eurocámara puedan dar su visto bueno definitivo antes de finales de año, han explicado esta semana fuentes del Ejecutivo comunitario.

Si, por el contrario, no se logra el acuerdo, el 1 de enero entraría en vigor el sistema de emergencia conocido como "doceavos provisionales", que no se ha usado desde 1988 y prevé que cada mes los países reciban una duodécima parte del dinero que les correspondía del presupuesto del año previo, en este caso 2020.

Esto se traduciría en entre 25.000 y 30.000 millones menos disponibles en compromisos e impediría además efectuar los pagos de ciertos programas puesto que se quedarían sin base legal, de modo que habría importantes retrasos.

Los más afectados serían los fondos de cohesión, con un recorte de entre el 50% y el 75%, un programa del que Polonia sería primera receptora, con 66.422 millones asignados entre 2021 y 2027, y Hungría sexta, con 19.949 millones, pero tampoco los programas Erasmus, Life, Horizonte o el Fondo de Transición Justa podrían pagarse.

Solución "puente" sin Hungría y Polonia para el fondo pospandemia

En cuanto al fondo de recuperación pospandemia, Bruselas cree que podría ponerse en marcha "rápidamente" una solución "puente" sin Hungría y Polonia que replicaría los efectos del fondo hasta que se logre un acuerdo y permitiría mantener en términos generales el calendario actual, que prevé que los desembolsos empiecen en junio, ha explicado un alto cargo comunitario.

Esto podría lograse a través de una cooperación reforzada entre los 25 países a favor, con un sistema de avales proporcionados por estos Estados para que la Comisión pueda emitir deuda sin el respaldo del presupuesto comunitario, o con un acuerdo intergubernamental.

Aunque todavía no hay una decisión final, el hecho de que la maquinaria se haya puesto en marcha parece haber pesado en el ánimo de Polonia. El viceprimer ministro polaco, Jaroslaw Gowin, dijo este jueves a la prensa tras reunirse con varios comisarios europeos en Bruselas que una posible solución al conflicto sería una declaración para clarificar los términos de la condicionalidad del cumplimiento del Estado de derecho.

Sin embargo, el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, ha descartado la solución puesto que "no va a funcionar" y ha pedido de nuevo desligar fondos y Estado de derecho, mientras que un portavoz del Gobierno polaco ha precisado que la intención de vetar el paquete económico comunitario no ha cambiado, matizando así lo que se interpretó como una mano tendida al acuerdo.

Tanto Hungría como Polonia están expedientados por sus problemas con la independencia judicial o la libertad de prensa, por lo que se exponen a perder millones de euros con el nuevo mecanismo de condicionalidad, pero un bloqueo de todo el paquete dejaría a la segunda peor parada.

Polonia sería el tercer beneficiario del fondo de recuperación, con casi 29.000 millones en subvenciones los dos primeros años, mientras que Hungría recibiría 6.600 millones.

Lo único que no podría impedir el veto es, paradójicamente, que se aplique la condicionalidad de Estado de derecho, que fue aprobada por mayoría cualificada sin necesidad del apoyo de Varsovia y Budapest.