Polonia insinúa que será necesaria una cumbre adicional para desbloquear el plan de recuperación europeo
- Mantiene su oposición a que las ayudas se vinculen a respetar el Estado de derecho, postura que también comparte Hungría
- Bruselas confía en llegar a un acuerdo en las "próximas horas o días", pero no descarta activar el fondo de recuperación sin ellas
El Gobierno de Polonia ha deslizado este martes la posibilidad de que pueda ser necesaria una cumbre adicional de jefes de Estados y de Gobierno de la Unión Europea para desbloquear el presupuesto anual europeo para 2021 a 2027 y el fondo de recuperación.
El primer ministro del país centroeuropeo, Mateusz Morawiecki, ha afirmado en rueda de prensa que barajan esta opción y que "actualmente no se debe descartar ningún escenario": "Puede ocurrir que sea necesaria un cumbre adicional, nos estamos preparando también para largos meses de conversaciones y negociaciones. Naturalmente también estamos preparados para un posible presupuesto provisional".
Este jueves y viernes se celebra una cumbre del Consejo Europeo y desde Bruselas recuerdan que sería la fecha límite para sellar un acuerdo que pueda ser ratificado a tiempo para que las cuentas entren en vigor el 1 de enero de 2021, como estaba previsto.
Por ello, el principal objetivo de los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete es encontrar una salida al veto impuesto por Polonia y Hungría por su oposición a vincular el cumplimiento de los principios del Estado de derecho al desembolso de fondos europeos.
Una decisión que, de no llegar a un acuerdo, podría retrasar la entrada en vigor de las cuentas plurianuales y del paquete de ayudas para combatir la crisis derivada de la pandemia, que en total movilizarán 1,8 billones de euros. Cabe recordar que el plan requiere unanimidad para salir adelante.
Intensificación de las conversaciones entre Varsovia y Budapest
Durante su comparecencia, Morawiecki ha manifestado que tiene en cuenta "diversas eventualidades", pero ha insistido en que "hay una cuestión fundamental" en la que Polonia no está dispuesta a ceder.
Un discurso que coincide con el lanzado hasta ahora por Budapest, con quien han intensificado las conversaciones. De hecho, antes de la comparecencia de Morawiecki, el portavoz del Gobierno polaco ha anunciado que el primer ministro húngaro, Viktor Orban, viajará esta misma tarde a Varsovia para tratar el asunto.
Las advertencias desde Bruselas han añadido presión sobre sus Gobiernos, que afrontan críticas internas puesto que quedarse fuera del fondo o retrasar el presupuesto conllevaría la pérdida de miles de millones de euros para ambos países.
Alemania insta a levantar el veto
Por su parte, Alemania ha instado este martes a los dos países a levantar el veto para desbloquear así las ayudas del fondo de recuperación económica que asciende a 750.000 millones de euros.
"Sería irresponsable seguir retrasando este apoyo esencial para nuestros ciudadanos. Necesitamos desbloquear rápidamente esta ayuda económica tan crucial para muchos estados miembros", ha afirmado el ministro alemán para Europa, Michael Roth, antes del último Consejo de Asuntos Generales bajo presidencia alemana.
En este sentido ha subrayado que "las consecuencias sociales y económicas de la crisis cada día son más visibles" y ha recordado que en julio se acordó "un paquete muy sustancial de recuperación" y también que todos los estados miembros se han comprometido con los principios del Estado de derecho como "un valor esencial de la unión".
Por ello, Roth ha insistido en que "la presidencia alemana está comprometida a continuar trabajando hasta el final, hasta la media noche del 31 de diciembre. Esta es una semana decisiva".
'Plan B' de la Comisión Europea
Pese a ello, la Comisión Europea estudia desde hace días las opciones para poner en marcha el fondo de recuperación sin Polonia y Hungría, una solución que -defiende- podría hacerse muy rápido para canalizar estas ayudas al resto de socios mientras se logra un acuerdo a 27.
Este podría establecerse a través de una cooperación reforzada, que permite que los países que quieran (con un mínimo de nueve) emprendan acciones comunes, con un sistema de avales proporcionados por los Estados para que la Comisión pueda emitir deuda sin el respaldo del presupuesto, o con un acuerdo intergubernamental entre los países participantes.
El marco financiero plurianual, por el contrario, no puede aprobarse sin Hungría y Polonia, con lo que no podría entrar en vigor el presupuesto de 2021 y tendría que adoptarse una suerte de prórroga de las cuentas de 2020 hasta que haya nuevo presupuesto anual.
Este sistema conllevaría un recorte que Bruselas cifra en entre 25.000 y 30.000 millones de euros y no permitiría seguir financiando algunos programas comunitarios puesto que se quedarían sin base legal. Esto afectaría a la política de cohesión, el programa Erasmus, el de investigación Horizonte Europea o el nuevo Fondo de Transición Justa.