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No, la pandemia no ha terminado como asegura un exdirectivo de Pfizer

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Detalle de la captura con el bulo sobre el fin de la pandemia.
Detalle de la captura con el bulo sobre el fin de la pandemia.

Verifica RTVE ha recibido en su servicio de Whatsapp un texto en el que un exdirectivo de la compañía farmacéutica Pfizer (que ha desarrollado junto con BioNTech una vacuna contra el coronavirus) asegura que la pandemia en el Reino Unido ha terminado y se opone, además, a la vacunación contra el SARS-CoV-2. Como ha comprobado Verifica RTVE, el artículo es real y en él se incluye ese bulo y otras afirmaciones sin base científica.

El artículo fue publicado a mediados de octubre en una web de carácter negacionista por Michael Yeadon, quien fuera vicepresidente y responsable científico de la Unidad Respiratoria y de Alergias de Pfizer, según asegura en su perfil de Linkedin. En el texto afirma que la pandemia de coronavirus “ha terminado” en el Reino Unido y critica duramente al Grupo de Asesores Científicos para Emergencias (SAGE), un colectivo de expertos que asiste al Gobierno británico en la toma de decisiones para dar respuesta a la actual crisis sanitaria.

Yeadon acusa al SAGE de haber cometido negligencias y de “torturar a la población en los últimos siete meses” por su papel en las medidas restrictivas decididas por el Ejecutivo del país. “La pandemia ha terminado y puede ser fácilmente gestionada por un Servicio Nacional de Salud que funcione correctamente”, llega a sostener el exdirectivo de Pfizer. Se trata de una afirmación falsa, como demuestran los últimos datos que ha arrojado el COVID-19 en ese territorio. Como la mayoría de países europeos, Reino Unido está viviendo una segunda ola de la pandemia en la que ha estado registrando picos de contagios en las últimas semanas. Para frenar esa tendencia, el Ejecutivo de Boris Johnson tuvo que decretar un nuevo confinamiento en Reino Unido que ha terminado el pasado 2 de diciembre. El país acumula, a fecha de hoy, más de 1,6 millones de contagios y en torno a 60.000 muertes desde el comienzo de la pandemia.

Para sostener sus críticas, Yeadon asegura que el SAGE parte de dos premisas “erróneas”. La primera, según él, es haber estimado que el 100% de la población es susceptible al virus porque nadie tenía inmunidad contra él. Para Yeadon, el 30% de los ciudadanos británicos contaban ya, al comienzo de 2020, con células capaces de defenderles contra el SARS-CoV-2, aunque nunca hubieran contraído el virus. Se trata de una aseveración que choca con la información proporcionada por la Organización Mundial de la Salud, que advierte que pueden contagiarse de COVID-19 “personas de todas las edades” y, a continuación, explica que quienes más pueden sufrir sus consecuencias son las personas mayores y aquellas con patologías previas.

Asimismo, en su artículo, Yeadon tampoco ve correcto calcular el porcentaje de la población que se ha infectado basándose en cuántos presentan anticuerpos contra el virus. Insiste también en que ciertas zonas del Reino Unido han conseguido ya la “inmunidad de rebaño” y, por tanto, la pandemia “ha finalizado” pese a “pequeños y limitados brotes que pronto desaparecerán”. Sin embargo, solamente 3,4 millones de los británicos (menos del 6% de la población del país) han desarrollado anticuerpos contra el SARS-CoV-2, según los datos del último estudio serológico llevado a cabo por el NHS en agosto. De hecho, el propio Servicio Nacional de Salud advirtió a finales de octubre sobre una posible reducción “en el nivel de inmunidad de la población en los meses posteriores a la primera ola”, ya que se observó una menor tasa de positivos en los test de anticuerpos entre junio y septiembre.

De acuerdo con la OMS, la pandemia podrá darse por finalizada cuando el “60-70% de la población mundial tenga inmunidad, lo que permitirá romper realmente las cadenas de transmisión”, como dijo Soumya Swaminathan, científica-jefe de la organización. Esos porcentajes, que también se apuntan en un estudio de la Universidad de Minesota como el umbral para lograr la “inmunidad de rebaño” y “detener la pandemia”, están lejos de lograrse tanto en el Reino Unido como a escala planetaria.

Alineado con los postulados ‘antivacunas’

El artículo de Michael Yeadon se ha difundido en una semana en la que el Reino Unido ha anunciado la aprobación de la vacuna desarrollada por Pfizer y BioNTech, que enviará a este país 40 millones de dosis según el acuerdo alcanzado entre ambas partes.

Pese a haber trabajado en la farmacéutica estadounidense, Yeadon se muestra contrario a la vacunación, que considera “innecesaria” para extinguir la pandemia. “No hay que vacunar a quien no está en riesgo de padecer una enfermedad”, insiste el extrabajador de Pfizer, quien cree también que quienes están sanos no tienen por qué recibir un antídoto que “no ha sido probado extensivamente en sujetos humanos”. Poco después matiza que solo aceptaría la vacunación si se hace con un “consentimiento plenamente informado” y solo si se ofrece a la población más vulnerable”. De lo contrario, según asegura, se opondrá “totalmente” a una estrategia que desprende “olor a maldad”. Se trata, nuevamente, de juicios de valor y afirmaciones sin ninguna base científica.

La vacuna de Pfizer-BioNTech cuenta con un 95% de efectividad, según desvelaron las compañías después de probar el fármaco en más de 41.000 personas. En otros ensayos, como el de Moderna, participaron 30.000 personas solo en Estados Unidos. Según la OMS, “cuantas más personas de una comunidad se vacunen, menos personas permanecerán vulnerables, y por lo tanto se reducirán las probabilidades de transmisión del agente patógeno entre personas”. Un alto porcentaje de población vacunada permitirá alcanzar esa “inmunidad colectiva” que “dificulta la propagación de enfermedades infecciosas”.

Por tanto, en Verifica RTVE podemos concluir que la pandemia de coronavirus no ha terminado ni en Reino Unido ni a escala global. Todavía no se ha logrado la llamada “inmunidad de rebaño”, que se alcanzará cuando el 60-70% de la población esté inmunizada. En esa tarea jugarán un papel relevante las vacunas desarrolladas contra la enfermedad.