'Curtiss Hill', un trepidante cómic inspirado en las primeras carreras de coches
- Con su nueva aventura Pau consiguió el premio Ciutat de Palma de cómic 2019
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El dibujante mallorquín Pau Rodríguez (La saga de Atlas & Axis, Baboon!, La isla de las piedras y el libro técnico Turbo. Cómo dibujar coches dinámicos) ha unido sus dos temas favoritos, las aventuras de animales antropomórficos y el mundo del automovilismo, en el cómic Curtiss Hill: El mejor amigo del perro (Escápula Comics), cuyo título es el nombre del protagonista, un perro piloto de carreras en los años 30. Una trepidante aventura donde también conoceremos a su adversario Rowlf Zeichner a través del trabajo de la fotoperiodista Maugène Berk, que irá descubriendo las caras e historias ocultas de ambos. Un proyecto que ganó el Premio Ciutat de Palma de cómic 2019.
Pau nos comenta cómo se elaciona este universo con su mayor éxito: "Con Atlas & Axis confirmé que los cómics con animales para todos los públicos eran los que mejor se me daban, o al menos lo que más gusta, consiguiendo que se publiquen en once idiomas. Tomé la decisión de continuar por esta vía, construyendo poco a poco una colección de cómics del mismo estilo -grandes aventuras animales para todos los públicos, con emociones fuertes y humor-ambientados en diferentes épocas".
"Otra cosa que también se me da bien es dibujar coches, así que en Curtiss Hill quise juntar esas dos cosas con una tercera, que también se me da bien: contar una historia manteniendo el interés del lector" -añade Pau-.
Una competición por la amistad, el amor y la supervivencia
Pau nos resume el argumento de la hisotia: "Curtiss Hill y Rowlf Zeichner afrontan las peligrosas carreras de coches de los años 30 de manera opuesta: uno pone ante todo la deportividad y el juego limpio, y el otro antepone la victoria a todo lo demás, aunque haya que hacer trampas. La fotoperiodista Maugène Berk nos descubrirá las motivaciones ocultas de cada uno, y quién es un auténtico campeón fuera de las pistas, en una competición por la amistad, el amor y la supervivencia, en la que ambos personajes cambiarán para ser mejores".
"Curtiss es un millonario filántropo y un caballero en los circuitos -continúa Pau-, mientras que Rowlf es un extranjero que corre por dinero, mal perdedor y tramposo. Os invito a leer el cómic para saber cómo son en realidad fuera del circuito. No son de una raza definida, aunque en este cómic, más que racismo, el problema es la especie: En Kalkany el odio de los perros a los gatos está a punto de desencadenar un conflicto armado".
La periodista Maugéne Berk juega un papel fundamental en la trama porque gracias a sus averiguaciones descubriremos cómo son en realidad los protagonistas: "Es nuestro hilo conductor para seguir la historia, y un catalizador para la transformación de ambos protagonistas, atraídos por ella. Son unos perritos calientes".
Un mundo a punto de entrar en guerra
Pau nos comenta que el mundo de Curtiss Hill se parece mucho al Estados Unidos de entreguerras, afectado por la gran crisis económica. "Sí, la crisis de 2008 -que fue de risa comparada con la de ahora- nos hizo pensar en todos los paralelismos que había con el crack de 1929, y quisimos ambientar las historias en esa incertidumbre, que si se ha de repetir la Historia, no acaba nada bien".
"También era una época apasionante por el desarrollo tecnológico espectacular y porque aún había muchos pioneros en la aviación y el automovilismo" -añade-.
Cinco autores que comparten un mismo universo
Una de las cosas que no todo el mujndo sabe es que pau pertecene a un curioso grupo de dibujantes que comparten un mismo universo e incluso se intercambian los personajes. "En el salón del cómic de Gijón -nos cuenta- coincidimos Dani Acuña, Diego Olmos, Santi Arcas, Rubén del Rincón y yo (todos para recoger un premio), que ya éramos amigos de nuestros viajes a Angoulême, y como esto del cómic nos apasiona, empezamos a imaginar un proyecto conjunto en el que hiciéramos lo que realmente queríamos hacer (en vez de lo que nos estaba dando de comer pero no nos satisfacía plenamente). Lo que haríamos por gusto, si el dinero no fuera problema".
"Y se nos ocurrió dibujar historias ambientadas en esa época y en una misma ciudad, utilizando cada uno como secundarios los protagonistas de los demás -añade Pau-. Todo en tonos sepia, para no hacer algo demasiado diferente unos de otros, y darle el toque de esa época. Hicimos unos pocos dibujos y páginas cada uno, pero es un esfuerzo tan grande que no puede hacerse sin remuneración".
"Cuando me quedé sin encontrar editor para mis próximos proyectos -continúa-, decidí jugármelo todo al patreon: Me lié la manta a la cabeza y me puse a dibujar mi historia (Curtiss Hill) para mis lectores más fieles, que me están apoyando cada mes en www.patreon.com/pau mientras confiaba en encontrar un editor que financiara la producción. Por suerte, Curtiss ganó el premio Ciutat de Palma, y pude acabarlo. Ahora el editor soy yo, lo he publicado en castellano y catalán, y he vendido los derechos a Dark Horse y Paquet para su publicación en inglés y francés".
"Mi pasión por los coches me viene de Franquin"
Pau es uno de los mejores dibujantes de coches de la actualidad e incluso ha publicado el libro Turbo. Cómo dibujar coches dinámicos "Creo que esa afición me viene principalmente de los dibujos de Franquin (Spirou). Me encantaba cómo dibujaba las máquinas. También Akira Toriyama, Miyazaki o Jan. Cuando empecé a dibujarlos yo, vi que no era nada fácil, y mucho menos darles esa vida y ese movimiento, así que me piqué, empecé a estudiar revistas de coches y me enganché".
En el cómic destacan las espectaculares carreras de esos coches de época: "Lo que me gusta de las carreras de los años 30 es el desarrollo que alcanzaron los coches en esa época -afirma Pau-, con menos limitaciones que posteriormente, y lo valientes que eran los pilotos, que se jugaban la vida y tenían muchísimos boletos. Conté con la ventaja de saber lo que vino después para crear un ingeniero adelantado a su tiempo, Dino Canino".
LLeva toda la vida documentándose
Pau confiesa que para recrear esas carreras "Llevo toda la vida documentándome, y por fin he tenido la ocasión de utilizar esos conocimientos para dar una ambientación extraordinaria a la historia que quería contar. Porque en realidad lo de los coches es secundario, podrían haber sido aviones, caballos, bicicletas... Lo bueno, en mi opinión es la historia, y cómo está contada".
Y entre sus influencias cinematográficas sobre el tema destraca unclásico moderno: "Aunque no es de la misma época, una película que para mí consigue unas sensaciones buenísimas es Rush, sobre la rivalidad entre Niki Lauda y James Hunt. Y mientras dibujaba escuchaba un libro titulado Hombres, mujeres y motores, con los recuerdos de Alfred Neubauer, director de equipo en la época de Curtiss Hill, que cuenta historias increíbles, pero ciertas. ¡Lo recomiendo!"
Destacar el color del cómic que también nos ayuda a situarnos en esos años: "En parte lo hice por ayudar a ambientar la historia en esa época, y en parte para unificar un poco el estilo gráfico de los cinco" -asegura Pau-.
Curtiss Hill se irá a la guerra
En cuanto a sus proyectos, Pau tiene muchos planes para esta serie: "Mi plan para Curtiss es llevarlo a la guerra en el continente a seguir creciendo como personaje, y a más largo plazo tengo también pensadas más aventuras con su hijo ilegítimo compitiendo en el Grupo B de rallies".
Pero no es el único proyecto que tiene en marcha: "Las cinco banderas es el cómic en el que estoy trabajando ahora. Se trata de la historia verídica de un joven de 17 años durante la década en la que perdió las riendas de su destino, que fue marcado por cinco banderas: la republicana española, la francesa, la británica, la alemana nazi y la franquista".
"La escribió él mismo en los años 40, y llevo tres años documentándome para estar a la altura de esa aventura con mayúsculas, que incluye brigadas internacionales, carros de combate, campos de concentración, trabajos forzados, la batalla de Dunkerque, fugas, gas iperita... Es la historia real de mi abuelo entre 1936 y 1946" -concluye Pau-.