'La extremaunción', una tragicomedia que reflexiona sobre la vida, la muerte y el poder del humor
- Oriol de la Torre y Albert Mañosa consiguieron el II premio de Novela Gráfica Bruguera con este cómic
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Por fin tenemos en nuestras manos La extremaunción, la obra con la que Oriol de la Torre y Albert Mañosa consiguieron el II Premio Bruguera de Cómic y novela Gráfica. Una tragicomedia en tres actos que reflexiona sobre la vida, la muerte y el poder del humor, protagonizada por un monologista que ha basado su obra en reírse de la iglesia y que se arrepiente en su lecho de muerte, por lo que pide que le visite un sacerdote. El joven que acude desde el seminario, sin embargo, tiene otros planes para él.
"La obra -nos comenta Albert- gira entorno a la lucha de un moribundo por desprenderse de un legado con el que no quiere cargar antes de dar el tránsito final. Sin embargo, este legado se va a rebelar en contra de su voluntad de la forma más inesperada. Es una historia mordaz, a veces hilarante, pero sin perder el clima de suspense".
Oriol nos detalla cómo surgió la idea para el cómic: "Hace ya bastantes años, cuando nos llegó una oferta desde el Vaticano que no pudimos rechazar... jejeje... Eso no es cierto, claro. La idea de esta historia que hemos acabado explicando juntos fue de Albert, quien me la dio a leer hace ya bastantes inviernos. Me gustaron mucho sus primeros diálogos y tras hacer unos primeros esbozos, optamos por probar de contarla en este formato. De algún modo, el formato cómic tiene la ventaja de poder emplear cualquier localización, utilizar grandes efectos especiales a bajo coste y, sobre todo, no tienes que pelearte demasiado con los actores".
"Luego, más que querer hablar de antemano sobre determinadas cuestiones, fue la propia historia la que fue demandando los temas a desarrollar -añade Albert-. Cuando empecé a escribir el primer guión pensaba más en un sketch corto en formato cinematogràfico, pero enseguida vi que los personajes adquirían mucha profundidad, y que ellos mismos trazaban y ampliaban la trama de forma natural. Así que me dejé llevar. Aparte de dilemas morales y existenciales, sobre todo pesa en el argumento el papel del humor como mecanismo de autodefensa o como arma subversiva. Luego también se toca la bipolaridad del dogmatismo, el legado vital, el honor, el sacrificio. Pero nunca hubo una motivación previa para sacar esos temas a relucir, sino más bien la intención de construir un argumento coherente, divertido e interesante. No es una obra pensada para formar una crítica contra el cristianismo, solo es un trasfondo, nada más".
Los protagonistas
Albert Mañosa, nos presenta a los protagonistas: Álvaro Costa es un viejo dramaturgo que se ha hecho célebre por sus piezas de marcado corte anticlerical. Es un apóstata radical, un cómico cínico que ha basado gran parte de su obra en el escarnio continuo a la iglesia. Pero de pronto, a las puertas de la muerte le sobreviene un pavor inesperado. Su fe infantil vuelve a latir con fuerza. Así que pide los servicios de un sacerdote para poder limpiar sus pecados antes del desenlace fatal. Por si acaso".
"El padre Alfonso es el sacerdote que acude desde el seminario para atender al moribundo -añade Albert-. Se presenta como un personaje opaco y neutro desde el principio. Que no se vean sus ojos tras los cristales de las gafas ya denota que esconde algo turbio, que no es de fiar. Cuando se quedan los dos personajes a solas se intuye que algo oscuro va a ocurrir. Este señor no ha venido solo a escuchar lamentos".
"En cuanto a la relación entre ambos no me gustaría profundizar demasiado, porque podría estropear algunas sorpresas. Digamos que Álvaro Costa se mueve más en grises, y el Padre Alfonso es puro blanco o negro. El choque, pues, se intuye inevitable" -concluye Albert-.
"Cuando te puedes reír de algo es que ese algo ya no te da miedo"
Destacar el inteligente sentido del humor del cómic que os arrancará más de una sonrisa. "No poca de la gente que se ha leído el cómic nos ha asegurado que se ha reído con él y eso es también un gran honor -afirma oriol-. La comedia en sí ya es más que graciosa por sus giros y el tono que gastan los personajes; y creí que los gags gráficos debían estar a la altura de la misma. El humor es muy importante más allá de su capacidad para distender, pues permite atisbar la inteligencia de un modo distinto al reglado, supone siempre una toma de distancia e implica replantear o contar ciertas cosas sin necesidad de teorizarlas en exceso. Si bien es cierto que hay distintas clases de humor, también lo es el hecho de que sea un termómetro bastante fidedigno del estado de las libertades y de lo que podríamos llamar algo así como salud moral colectiva. Y ahora supongo que tocaría discutir sobre qué demonios sea eso... pero en todo caso, creo firmemente que esto último es más que importante".
"Dentro del cómic -conitnúa Oriol- hay alguna reflexión sobre el humor, pero sobre todo contiene distintos momentos, tanto explícitos como implícitos, para poder reflexionar sobre cuál deba ser su papel más allá de nuestras páginas. No pretendemos aleccionar a nadie, pero corren tiempos algo más que convulsos que, por así decirlo, tampoco nos han dejado indiferentes y no son tiempos para ir haciendo el avestruz".
Albert opina que hay que hasta la muerte puede afrontarse con humor: "Cuando te puedes reír de algo es que ese algo ya no te da miedo. Y este concepto, por sencillo que parezca, conlleva unas connotaciones muy profundas. Lo describió muy bien Umberto Eco en El nombre de la rosa. Una simple broma, o un chiste, puede hacer tambalear el muro más grueso de cualquier dogma o creencia. De hecho, muchas veces el poder y el control se sustenta con el miedo. Solo con el nivel "permitido" de humor ya puedes medir el nivel de libertad en el que vives. Es un tema más profundo y filosófico de lo que parece. Además, en la actualidad hay un retroceso brutal en ese sentido. Muchos cómicos se están autocensurado hoy en día por temor a recibir multas, amenazas, o a que los metan en la cárcel. Es muy preocupante, una lucha que no hay que perder".
"Por otro lado -concluye Albert-, todo puede tratarse con humor, incluso la muerte. La risa también tiene su efecto terapéutico, aunque solo sea para aliviarse unos instantes. Aunque es evidente que, llegado el momento, quizás no sea muy graciosa tu propia muerte, y de eso también va un poco el cómic".
La portada es un homenaje a Bergman
La estupenda portada del cómic es un homenaje a una de las mejore películas de Ingmar Bergman, como nos comenta Oriol: Esa imagen de El Séptimo Sello me parece muy potente a distintos niveles, pero principalmente me interesó por tratarse de una referencia europea y que proviene del cine, pues la narrativa visual de nuestro cómic creo que resulta bastante cinematográfica; también por el hecho de encajar más o menos en su mismo género y por ser en blanco y negro; como lo es también el cómic, y obviamente, por arrojarnos ante la situación de estar jugando una partida al ajedrez con la muerte".
"Así que -continúa el dibujante-, de las distintas portadas que pensé para presentar nuestra historia, nos acabamos quedando con ésta porque, de alguna manera y salvando un título que ya de por sí resulta bastante transparente, creo que también sugiere bastante bien qué pueda encontrarse uno dentro del libro. A ver, no es que nuestro protagonista sea exactamente un cruzado, aunque quizás un poco sí... Ya el tema pandemia, que en la película aparece como contexto, cabe decir que no tuvo nada que ver; aunque viendo la que cae, también es una coincidencia curiosa. De haber sabido que se pondrían de moda los respiradores, quizás los hubiera dibujado un poquito mejor".
En cuanto a su estilo, Oriol lo define como "un dibujo tipo muñeco de línea clara y bastante personal, donde se combinan las líneas rectas y las curvas de un modo algo peculiar. Hay gente a quien le gusta y gente a la que no. La alternancia entre ojos tipo botón y ojos con la esclerótica, creo que también son interesantes. Supongo que por todo ello, quizás pueda situarse dentro de una línea más franco-belga que norteamericana o asiática, diría. Aunque no son compartimentos estancos y también tengo referentes de dichos lugares. Si tuviera que mencionar ahora a algunos, podríamos mentar aquí al gran Quino, fallecido hace solo unos meses, a Don Martin, a Crumb o a Peter Bagge entre los primeros; y a Otomo, Miyazaki o Toriyama entre los segundos. Mientras que entre los referentes europeos, podría situar fácilmente a Perich, a Franquin, a Moebius, a Uderzo..."
"Sobre el tema de la ausencia de color -añade Oriol-, cabe decir que al principio todo el cómic tenía que ser en blanco y negro puro y duro. Sin embargo, al ver que esos grises permitían vislumbrar mejor el volumen de los personajes y que parecía dar tiempo integrarlos en toda la pieza antes de presentarla a concurso, se añadieron. Quizás al fin, incluso con los grises, haya quedado un todo demasiado duro, pero también pienso que encaja bastante bien con la historia".
Influencias y referentes
En cuanto a las influencias concretas de este cómic, Albert asegura que: "La idea principal era recrear en cómic ese tipo de historias de suspense donde todo sucede en un mismo espacio, con pocos personajes. Ese género tan característico al que pertenecen películas como La soga de Hitchcock, Los odiosos ocho de Tarantino, Cayo largo, El exorcista, etc. Ofrecer un relato claustrofóbico, pero también a la vez cómico, ese era nuestro reto. Y parece que por las opiniones generales que estamos recibiendo lo hemos logrado. De hecho, todo el cómic se reduce al diálogo entre dos personajes encerrados en una misma habitación, pero no se pierde la tensión dramática en ningún momento y encima te provoca la risa. Claro, para lograr eso se han tenido que oxigenar muy bien los diálogos con el apoyo gráfico, y en eso Oriol es un crack. Como el hilillo de humo de un cigarro puede hacerte mantener la atención cuando hay mucha letra... Hay que pensar que el primer guión que escribí era pura parrafada, y estaba escrito más bien en un formato cinematográfico, pues lo llevaba más por la mano, como Oriol. Cuando él lo cogió y empezó a poner caras e imágenes a todo ese universo tuvimos que ampliar y adaptar muchas cosas para que tanto el texto como la imagen estuvieran armonizados".
"Seguramente habrán muchas influencias en la obra, pero de forma no consciente -añade Albert-. Si que veo mucho de Monty Python en lo narrativo, de película de cine negro en la puesta en escena. Ahora me viene a la cabeza algo de la película Magnolia... En cuanto a cómics no te sabría decir. Sí que lo veo más en el apartado gráfico, pero Oriol os dará más detalles sobre eso".
"Sobre mis personajes favoritos de Bruguera -asegura Oriol- situaría a los pensados por Jan, Raff, Vázquez, Rovira, Ibáñez... En todo caso, pienso que hay un montón de referencias a otros cómics y muchos de los recursos visuales empleados en este cómic, hunden sus raíces en el universo gráfico que nos regaló este sello. Albert, por ejemplo, vincula al patito que aparece en la bañera donde se baña el sacerdote a uno de esos pequeños personajes fuera de historia que tanto gustaba emplear Ibáñez. Sin embargo, esa misma escena, por bien que bastante fragmentada, tiene también por referencia el baño que se da el protagonista en la famosa adaptación al cine de From Hell. Hay también varias referencias fuera del mundo del cómic: las cornamentas de la serie de Hannibal (que recuerdo estar viendo cuando concreté los lápices), el cuadro de David de la muerte de Sócrates (con el que nos reímos un buen rato con Albert), La muerte del buen ladrón... Pero creo que será mejor que las descubran los lectores".
Amigos y fans de Bruguera desde el colegio
Lo curioso es que ambos se conocen desde el colegio, como nos comenta Albert: "Un día encontré por casa de mis padres un folio escolar con dibujos compartidos entre los dos, con robots disparándose. Creo que era del año 1982, o sea, que solo teníamos cuatro o cinco años. Nos hicimos amigos porque a los dos nos gustaba mucho dibujar, y los dos leíamos cómics de Bruguera. En la escuela hicimos muchos trabajos conjuntos con nuestros dibujos. Yo era muy de Mortadelo y Filemón, a él le iba más Jan y Vazquez, creo recordar, pero también leíamos al resto de autores. Más allá del mundo Bruguera, también recuerdo mi primer contacto con el cómic adulto en su casa, leyendo a escondidas algunos tomos de Quino que tenía su padre, como si fueran obras pornográficas, y nos partíamos de risa hasta ahogarnos. Aquello era muy atrevido y muy bestia para nosotros".
"Aun así -continúa Albert-, el mundo de Bruguera que leímos estaba plagado de personajes paródicos, antihéroes, de pillos con historias que casi siempre acababan mal. Quizás eso actuó como una vacuna y más tarde toda la épica superlativa del mundo de los superhéroes me resbaló un poco. "Que ahora tienen mucho trasfondo, sufren y tienen sus propias contradicciones y sentimientos", bueno, como los podría tener un peluquero. No sé. Yo creo que viniendo de donde veníamos estábamos más preparados para abrazarnos al cómic underground durante la adolescencia, como así fué. Nos tiraban más los personajes marginales y "outsiders", o la crítica social".
"Oriol enseguida se metió en el mundo de la animación y allí consiguió muchos contactos -añade Albert-. Luego los dos también estudiamos ilustración en "La Llotja" de Barcelona. Por aquellas fechas fue cuando empezamos a escribir guiones conjuntos, a desarrollar tratamientos de series y personajes. Partimos unos cuantos en el equipo, y al final solo quedamos nosotros dos luchando contra los molinos de viento. A veces nos movíamos por encargos, a veces por iniciativa propia. Pero por el camino hemos aprendido mucho y hemos formado un buen equipo, nos entendemos bien. Lo único que ahora dispongo de poco tiempo para entregarme con plenitud a estas cosillas, entre el trabajo y los niños".
Felices de haber conseguido el Premio Bruguera
Oriol confiesa que para ellos ha sido muy importante conseguir este segundo Premio Bruguera de Novela Gráfica: "Pues mucho, la verdad. Un inesperado premio a la constancia que, a su vez, también acongoja un poco. Nunca me he considerado un gran dibujante y conozco a bastantes. En todo caso, que nos haya premiado Bruguera escapa del todo a lo previsto, es un gran honor y espero que ello nos permita hacer llegar a más gente nuestra historia. También en otros idiomas. Y claro, si ello nos permite contar nuevas historias, mejor que mejor".
"Pues con nuestro currículum vital imagínate -añade albert-. Que nos publique el mismo sello que publicó aquellos primeros cómics con los que nos iniciamos en el noveno arte. Es indescriptible, muy gratificante. Es como un retorno muy poético. Ahora solo falta que algunos de los autores originales de Bruguera lean también nuestra obra. Ese será nuestro segundo premio. Bueno, de hecho ya sabemos que uno de ellos se ha leído el cómic y tenemos su bendición".
En cuanto a sus proyectos Albert nos avanza que: "hay un montón en el aire, sin definir demasiado. Tengo un guión monográfico cerrado, pero de otro perfil, más de aventuras y de suspense. Oriol intenta convencerme de convertirlo en una especie de aventura gráfica, pero no lo acabo de ver claro, jajaja. Luego estoy de lleno en otro largo de estilo más parecido a La extremaunción, y luego guiones más pequeños, esbozos, ideas. Aparte de eso, Oriol tiene algunos universos gráficos creados de hace tiempo, pensados más para animación, que creo podrían traspasarse muy bien a cómic, y tenemos guiones para arrancarlo si hace falta. Solo tendríamos que reciclarlos un poco. También hay ideas que quizás vemos más para crear un juego de mesa. No sé, piensa que somos amigos. Quedamos y hablamos cada dos por tres con otros amigos, y formamos castillos en el aire, es algo como muy natural. Somos creativos. Forma parte de nuestra manera de pasarlo bien. La inquietud está, solo falta decidir qué escoger y lanzarnos".
"Con Albert aún estamos pensando en cuál va a ser nuestra siguiente historia y supongo que la anunciaremos por algún lado a su debido tiempo -añade Oriol-. Llevamos muchos años colaborando y creo que hablo por los dos si digo que nos gusta trabajar juntos. Nos complementamos bastante bien y aunque también sea trabajo, nos echamos muy buenos ratos. Por otro lado, con la primera oleada estaba cambiando de trabajo y me quedé sin el viejo y sin el nuevo; así que estoy aprovechando dicho impasse para tratar de acabar de dar forma a algunos proyectos que creo podrían salir a luz en breve".
"Ahora mismo -continúa Oriol- estoy acabando de ilustrar por vez primera un juego de cartas llamado Super Echelon y preparando la traducción a distintos idiomas de un cómic muy breve, escrito en catalán, que terminé durante el primer confinamiento y que seguramente acabe llevando a autoedición. No estoy muy seguro de él, pero me gustaría que se leyera más, ya que ha tenido buenas críticas entre los más allegados. También estoy pensando en probar a hacer mi primer crowdfunding para financiar otro proyecto gráfico, calculo que de un mínimo de 48 páginas y estoy preparando una web para poder reunir estos y otros proyectos, mostrar otros de antiguos, etc. Aunque aún en proceso de construcción, si la queréis visitar estará en www.fritometeneis.com Así que espero poder ir contando más cosas también desde ahí".