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'Brexit'

Bruselas y Londres admiten que la pesca es el último obstáculo para un acuerdo del 'Brexit': "Es un gran desafío"

  • La presidenta de la Comisión Europea anuncia "avances considerables" en las negociaciones
  • Londres se muestra más pesimista y pide movimiento a la UE: "La situación es seria"

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Boris Johnson y Ursula von der Leyen, el 9 de diciembre en Bruselas
Boris Johnson y Ursula von der Leyen, el 9 de diciembre en Bruselas.

Las negociaciones entre Londres y Bruselas para un acuerdo comercial y la futura relación tras el Brexit de los últimos días han producido "avances considerables", pero no los suficientes, puesto que el bloqueo en torno a la pesca persiste, según han señalado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el primer ministro británico, Boris Johnson, tras una conversación teléfonica este jueves.

"Hemos dado la bienvenida a los avances considerables en muchas cuestiones. Sin embargo, quedan por sortear grandes diferencias, en particular sobre la pesca. Superarlas será un gran desafío", asegura la dirigente comunitaria en un comunicado.

Por la mañana, el negociador jefe de la UE, Michel Barnier, confirmaba cierto progreso en lo que respecta a la competencia de las empresas comunitarias y británicas, pero reconocía que todavía están pendientes los "últimos obstáculos". Mientras, las señales desde Londres no son precisamente optimistas: el primer ministro británico ha advertido a Von der Leyen sobre la seriedad de la situación y ve poco probable lograr un acuerdo si la UE no cambia su postura en torno a la pesca.

"El estado de nuestras negociaciones con la UE es muy serio. El progreso parece bloqueado y se está acabando el tiempo. El primer ministro ha expresado su preocupación sobre la situación a la presidenta de la Comisión esta noche", ha señalado el negociador jefe británico, David Frost.

La pesca, un símbolo que frena el consenso

A dos semanas para que el Reino Unido se convierta en un país tercero con el fin del periodo de transición y deje de regirse por la normativa europea, los equipos negociadores buscan un pacto in extremis para evitar un divorcio duro a finales de año.

Y sorteados los pormenores sobre la competencia y la gobernanza del acuerdo, dos de los tres escollos que han impedido en las últimas semanas el consenso, la pesca, que supone solo una pequeña parte de la economía a ambos lados del Canal de La Mancha, se ha convertido en el único obstáculo que impide una fumata blanca.

Todo un símbolo de la ansiada soberanía británica, Londres quiere priorizar la faena de los barcos británicos en sus aguas y busca negociar anualmente las cuotas con los países del club. Por su parte, la UE se decanta por una situación lo más similar a la actual y quiere garantizar el acceso de la flota europea a la pesca británica.

El Reino Unido advierte: "La situación es seria"

Precisamente, el lado británico de las negociaciones se muestra mucho más pesimista en público. Si el número dos del Ejecutivo británico, Michael Gove, señalaba esta tarde que las probabilidades de alcanzar un acuerdo comercial antes del 31 de diciembre son "inferiores al 50 %", lo mismo se desprende de la versión británica de la conversación telefónica entre los dos dirigentes.

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En un comunicado, el portavoz del Gobierno de Johnson ha señalado que el primer ministro considera que "la postura europea en torno a la pesca no es razonable y debería cambiar significativamente de cara a lograr un acuerdo. Parece muy probable que no habrá acuerdo si no hay un cambio en la postura europea". Johnson ha insitido a la prresidenta de la Comisión en que el tiempo se agota y ha advertido: "La situación es seria".

Aunque Londres reconoce que las posturas se están acercando tras sus concesiones en materia de competencia, lo cierto es que sigue sin descartar un divorcio duro a finales de año, eso sí, manteniendo una relación "de amistad". Y por el momento, las negociaciones todavía no se han roto y continúan en Bruselas.