Bruselas cree que Johnson no quiere un acuerdo y presiona para responsabilizar a la UE de un 'Brexit' duro
- La UE y el Reino Unido continúan con las negociaciones sobre la pesca, el obstáculo que impide un acuerdo
- A menos de dos semanas para el fin del plazo, Johnson insiste en la soberanía británica y la UE pide reciprocidad
La Unión Europea cree que el Reino Unido no quiere alcanzar un acuerdo del Brexit sino que está presionando para que sea Bruselas quien se levante de la mesa de negociaciones y cargue con la responsabilidad en caso de que el 31 de diciembre haya un divorcio duro según ha podido saber RTVE.
A menos de dos semanas para que expire el periodo de transición en territorio británico, los equipos negociadores siguen trabajando en busca de un pacto que Londres ve poco probable si no hay algún tipo de movimiento europeo sobre la pesca y todavía continúa el debate en torno a la igualdad de condiciones para las empresas. Este mismo viernes, Barnier ha advertido ante la Eurocámara que quedan "apenas unas horas útiles" para decidir si hay acuerdo del Brexit o no y no ha descartado ningún escenario. "Es el momento de la verdad", ha señalado.
Pero más allá de acusaciones de uno y otro lado, lo cierto es que el tiempo sigue corriendo sin que se produzcan los avances necesarios para que haya fumata blanca. El Parlamento Europeo ha dado de plazo hasta el domingo para aceptar la ratificación de un posible pacto, y mientras ya ha dado luz verde a los planes de contingencia de la UE para garantizar el tráfico aéreo y terrestre en caso de una ruptura brusca.
A vueltas con la pesca
La pesca, que apenas representa un 1 % del PIB de la UE y un 0,1 % del británico, ha adquirido enorme relevancia en las negociaciones de las últimas semanas. Londres quiere completa potestad para priorizar la faena a la flota británica, una opción que la UE considera injusta, puesto que quiere mantener las actuales cuotas en lugar de negociarlas anualmente, como propone el Gobierno de Boris Johnson.
La UE respeta el punto de vista británico, pero no está dispuesta a ceder, según ha indicado Barnier ante la Eurocámara. "Si el Reino Unido quiere, tras un periodo de ajuste creíble y suficiente, poder cortar el acceso a sus aguas para los pescadores europeos en cualquier momento, la UE debe tener también un derecho soberan de reaccionar o de compensar, ajustando entonces las condiciones de acceso a su mercado para el conjunto de productos y, sobre todo, para los productos de pesca", ha señalado.
"No sería justo ni aceptable que los pescadores europeos solo tuvieran derechos transitorios en las aguas británicas, mientras que el resto del acuerdo, en particular para las empresas británicas, permanecería estable", ha añadido.
Johnson insiste en la soberanía británica
La visión europea choca directamente con la ansiada búsqueda de la soberanía británica, tal y como ha señalado Boris Johnson este viernes. "Obviamente, la postura británica es que siempre querremos seguir hablando si hay opción para un acuerdo, pero tenemos que reconocer que el Reino Unido tiene que tener el control de su propio territorio, es lo que se votó. También debemos tener el control sobre nuestros derechos de pesca y ningún Gobierno va a aceptar un tratado que no recoja estos dos puntos básicos", ha dicho.
“Debemos tener control sobre nuestros derechos de pesca y nuestro territorio“
En los últimos días, los comentarios a ambos lados del Canal de La Mancha sobre el estado de las negociaciones proyectan dos situaciones muy distintas. Por un lado, la UE ha anunciado "avances significativos"; por otro, Londres cree que la situación "es muy seria".
Y mientras el Gobierno británico cree que la probabilidad de un pacto es inferior al 50 %, Johnson insiste: el Reino Unido será un país próspero, con o sin acuerdo, a partir de 2021. "Sí, puede que sea difícil al principio, pero este país prosperará como hemos hecho muchas veces".