'Loud!', un potente experimento narrativo y visual de Maria Llovet
- Un thriller casi sin palabras, en el que las onomatopeyas acaparan el protagonismo
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Maria Llovet (Barcelona, 1982) es una de las pocas dibujantes españolas que triunfan en todos los estilos y todos los mercados, desde el cómic norteamericano al europeo, pasando por el al manga japones. Y encima, de vez en cuando nos sorprende con obras más personales en las que se atreve a jugar con el lenguaje del cómic de una forma original y rompedora. Es el caso de Loud! (Norma editorial), un thriller ambientando en un moderno club nocturno que es tan potente visualmente que sobran los diálogos.
"Loud fue un poco como un experimento -confiesa Maria-. Por una parte me apetecía hacer un proyecto algo distinto en tono a lo que había venido haciendo hasta el momento, algo más ligero y desenfadado (¡y lo es! a pesar de que también es bastante sórdido)".
"Por otro lado -continúa- quería hacer una obra sin diálogos, para centrarme solo en la narrativa visual, en contar sin decir, sino mostrando. Esa es precisamente la esencia de narrar con imágenes, y que deja plenamente claro que el guión es lo que pasa, no lo que se dice".
Una stripper tardona, una camarera cabreada, una pareja de sicarios, una artista de bondage, una adolescente embarazada, un clan de vampiros, un pedófilo, una lesbiana yonqui, una mujer en pleno divorcio, una dominatrix y muchos otros personajes coincidirán en este club en una noche inolvidable en la que no faltarán drogas, alcohol, sangre e incluso amor.
Loud = ruidoso
El título del cómic, Loud (ruidoso) ya es una declaración de intenciones. "Me pareció que era perfecto -confiesa Maria- porque es como una onomatopeya en si mismo (y las onomatopeyas son casi lo único que se lee en esta obra), además de un juego de palabras con lo fuerte que está el sonido de la música, que no deja que las conversaciones de los personajes se oigan en casi ninguna escena".
"El cómic no es mudo del todo -añade- porque había trozos donde me resultaba falso quitarle las palabras por intención mía en vez de la "realidad" de lo que pedía la historia que estaba pasando. Para mi la coherencia interna a la hora de escribir es muy importante, ser sincera, ser honesta con lo que estoy escribiendo y que sea "entero" en si mismo".
"Al tener que prescindir de diálogo -continúa- son exactamente eso, las emociones, lo único que nos conduce a través de lo que pasa, lo que nos hace "leer" la escena y entender qué sienten o qué les pasa. Pero creo que eso es algo fascinante, y que no solo sucede cuando no hay diálogo, sino que es algo subyacente en cualquier escena que se narre de determina da forma, sea en cine o en cómic, y que nos puede pasar por alto a nivel consciente si hay texto. Por ejemplo, se puede ver algo así muy fácilmente poniéndose una peli de Spielberg sin sonido, es flipante.
"La verdad -añade Maria- es que a mi siempre me ha gustado insertar el silencio dentro de mis obras, sea en escenas mudas o en pausas dramáticas en medio de conversaciones, o incluso viendo alguna escena desde lejos con lo que no podemos saber qué se dicen. En estos casos, por ejemplo, podemos ver que dos personas se están discutiendo por sus gestos y sus caras, igual que en la vida real. Si nos sentamos al lado de una ventana en una cafetería y una pareja discute al otro lado de la calle no les vamos a oír, pero sí podemos ver y entender que algo pasa y hasta parte de qué es lo que pasa. Este tipo de cosa es lo que me resulta fascinante".
"Es la empatía la herramienta que nos permite descifrar este tipo de situaciones, pero en la narrativa visual juegan un papel determinante el tempo y el montaje, qué planos se elijen y en qué secuencia, etc. Pero esto es así tanto si hay diálogo como si no", concluye la dibujante.
"Ruido visual"
Con esa forma casi muda de narrar las onomatopeyas son las grandes protagonistas de muchas viñetas al ser un club nocturno en el que se supone que, además de música, hay todo tipo de ruidos. "En este caso me resultaba muy importante que se notara al instante que había mucho ruido -afirma Maria-, para que tuviera sentido que no se hablaran (o si se gritan para oírse entre ellos que no veamos qué se dicen) y por eso hay tanto "ruido" visual. Pero no tienen el mismo uso que en un cómic normal, donde sí están participando activamente en la narrativa tipo: hay una acción, un sonido, una reacción, por ejemplo. Aquí son más bien textura necesaria para dar el tono, es como intentar dibujar el aire".
Destacar también la importancia del color en las viñetas. "Intenté recrear la iluminación de un local de este tipo -asegura-, con luces de colores diferentes pero sobretodo oscuro, e intentar separar planos con color también. Me lo pasé muy bien con los efectos de luz y de "sonido" que hay, como si fueran las "cenefas" de un ecualizador. Supongo que a su manera se podrían considerar onomatopeyas también".
Un puñado de criaturas de la noche
Destacar el reparto de del cómic formado por un puñado de criaturas de la noche que os detallábamos al principio. "Hay de todo -asegura Maria-. La idea era hacer una mezcla heterogénea para que hubiera el mayor contraste posible entre los personajes y las distintas historias o "momentos" que vemos a lo largo del cómic".
"Los cazarrecompensas son más o menos los que abren y cierran la historia, así que si tuviera que decir los más protagonistas serían ellos -nos cuenta-. De hecho estos dos personajes tienen un proyecto propio, tengo bastante clara sus historias personales y por dónde haría tirar la trama. Pero sinceramente no estoy segura de que llegue a explorarlo algún día, o si transformaré todas esas ideas en otra cosa distinta, o si simplemente se quedarán en el cajón, que también pasa.
El ritmo, la violencia la música, los sicarios, los vampiros... preguntamos a Maria si le ha influído Abierto hasta el amanecer: "No es una referencia directas para esta obra, pero sí me encantan Robert Rodríguez y Tarantino, y también otro tipo de pelis de acción o de aventuras que no tienen nada que ver con el tono habitual en mis obras. Digamos que aquí dejé salir un poco esa parte. Pero por contra, sigue siendo una obra muy de mi palo en muchos trozos, creo yo".
"Que cada lector se imagine la música"
Al desarrollar la historia en un club nocturno la música está omnipresente, por eso preguntamos a Maria si ha pensado en alguna banda sonora para el cómic: "No en particular, y de hecho fue una decisión consciente; a la hora de afrontar las onomatopeyas me planteé intentar recrear un tipo de música o canción y cómo sería. Pero luego pensé que prefería algo más neutro, como el sonido de un sub buffer que pulsara por encima de todas las escenas sin definir el estilo musical, y que cada lector pudiera imaginarse la música que prefiriera".
"Por contra -añade-, hay una escena donde ponen un cassette, ahí sí se supone que es una canción concreta, que por cierto es una de mis favoritas, de uno de mis músicos favoritos. Están trozos de las letras mezcladas con "sonido" escrito. No te voy a decir cual es, pero se puede reconocer (o google puede, jaja). ¡Nadie me hacomentado nada al respecto todavía!"
Sus proyectos
Hace unos meses Maria diseño un mural para una exposición de arte urbano en Barcelona, una experiencia que le gustaría repetir: "¡Sí, me encantaría! Fue una experiencia genial. El mural no lo pinté yo físicamente sino Berok, un artista de muro que trasladó todos los murales del proyecto. Me encantó la experiencia y desde luego me gustaría repetir, y quien sabe si atreverme a pintar algo yo misma (pero algo más pequeño, ¡que este medía 30 metros! jaja)
Y sí, también me gustaría diversificar en otras cosas. Llevo mucho tiempo queriendo hacer algo de animación indie, pero el problema es que no tengo tiempo, y para algo así se requiere mucho".
Y es que a Maria se le acumulan los proyectos: "Ahora mismo estoy trabajando en mi nueva obra como autora completa, se llama Luna y la va publicar Boom! Studios en estados Unidos en formato 5 comic books a partir de febrero. Aparte también estoy preparando la edición en USA de una de mis novelas gráficas anteriores, y compaginando también con algunas cosas de ilustración".
'Faithless', con Brian Azzarello
Loud coincide con la publicación en españa de otra gran obra de Maria Llovet, Faithless I (Panini), creada junto al famoso guionista Brian Azzarello (100 balas, Batman). Una historia de autoexploración, erotismo y quizás, incluso amor. Está protagonizada por una joven a la que le gusta jugar con la magia, lo que atraerá la atención de seres oscuros y poderosos.
"Les estoy muy agradecida tanto a Azzarello como a Sierra Hahn, nuestra editora en Boom, porque confiaran en mi -confiesa-. Solo puedo decir cosas buenas de Faithless porque no ha hecho más que traerme alegrías, la verdad".
"Y el proyecto en sí me gusta mucho -continúa-. Azzarello tiene un dominio maravilloso de los diálogos y las situaciones en las que mete a sus personajes, y al mismo tiempo sus guiones respiran lo suficiente para que a la hora de narrar visualmente las escenas me sienta bastante holgada, sin tener que apretujar demasiado. Es un equilibrio más difícil de lo que parece, pero él tiene claro que se necesitan pausas aquí y allá, y eso casa genial con mi modo de narrar".
"Y sí, con Azzarello volveremos al ataque con Faithless III durante 2021" -concluye Maria-.