El Reino Unido se asoma al caos por la nueva cepa del virus y con un 'Brexit' duro al acecho

• El cierre de la frontera francesa por la nueva variante del coronavirus ha colapsado los puertos británicos
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La nueva cepa del virus deja a miles de camiones varados en Inglaterra

La detección de una nueva variante del nuevo coronavirus más contagiosa en el Reino Unido y el cierre de la frontera francesa ha colapsado este lunes los puertos británicos por los que cada día circulan miles de camiones con mercancías de la Unión Europea. La imagen de cientos de camiones aparcados en las autopistas cercanas al puerto de Dover y la exasperación de los transportistas en plena semana de Navidad ha servido de preludio de lo que podría ocurrir el 1 de enero si el Gobierno de Boris Johnson no logra un acuerdo comercial con la Unión Europea.

Las cadenas de supermecados británicas han llamado a la calma de los consumidores y aseguran que disponen de todos los productos necesarios, pero han advertido que, si no se logra una solución en los próximos días, el país se enfrenta a la escasez de productos perecederos, en particular coliflor, lechuga o cítricos que provienen del mercado europeo.

En la misma línea se ha expresado el primer ministro británico, que ha defendido que el país está preparado para afrontar estas dificultades gracias a los planes de contingencia preparados en los últimos años para hacer frente a un divorcio duro. "Solo afecta al 20 % de las importaciones, lo que significa que la gran mayoría de alimentos está entrando y saliendo de forma normal", ha señalado tras presidir una reunión de urgencia del Comité Cobra.

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En busca de una solución con Francia

Desde primera hora, Londres y Francia buscan una solución para restablecer la circulación de bienes y mercancías en el Canal de La Mancha, que permanecerá cerrado al menos durante 48 horas. Johnson, que ha hablado con Emmanuel Macron, confía en que los puertos se desbloqueen en cuestión de horas, pero de momento no ha trascendido ningún plan alternativo.

El primer ministro sí ha reconocido que, si bien entiende la "ansiedad" generada en Europa por la mutación del coronavirus, no cree que el tráfico de mercancías pueda propagar el virus. "Entendemos completamente la ansiedad en torno a la nueva variante, pero creemos que el riesgo de transmisión de un conductor que viaja solo es muy bajo" ha señalado.

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Sin embargo, las asociaciones de transportistas ya han advertido que el problema llegará si el cierre se prolonga más tiempo, puesto que el temido desabastecimiento en caso de un divorcio sin acuerdo a finales de mes se ha adelantado diez días.

Johnson se dice preparado para un hipotético Brexit duro

Y mientras el país se va quedando cada vez más aislado -más de 40 países, entre ellos España-, el tiempo para pactar la futura relación tras el Brexit sigue agotándose. Los equipos negociadores han vuelto a reunirse este lunes en Bruselas, sin que haya trascendido algún avance que allane el camino hacia un pacto a diez días del plazo límite.

“Por supuesto que podemos hacer frente a cualquier dificultad“

Preguntado en Downing Street, Johnson ha defendido que el Reino Unido seguirá siendo "próspero" incluso si el 1 de enero no tiene un tratado comercial con el club comunitario, que representa el 43 % de sus exportaciones y el 52 % de sus importaciones. "Hay problemas, es vital que todos entiendan que el Reino Unido tiene que poder controlar sus territorios y la pesca. Una salida [sin acuerdo] sería más que satisfactoria y por supuesto que podemos hacer frente a cualquier dificultad", ha defendido.

En cualquier caso, un hipotético acuerdo comercial en los próximos días no impediría que la situación de este lunes se repita en enero. El Parlamento Europeo ya ha advertido que no dispondría del tiempo suficiente para dar su visto bueno al pacto antes de que acabe el año, por lo que la única opción para evitar más caos pasaría por una implementación de un hipotético acuerdo antes de su ratificación.

Entretanto, la crisis que ha generado la nueva variante de la COVID-19 en territorio británico ha llevado a la ministra especial de Escocia o al alcalde de Londres a reclamar una prórroga del periodo de transición con la UE para negociar con calma, una opción que el Gobierno rechaza desde hace meses.