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Coronavirus

El Congreso de EE.UU. aprueba el rescate de 900.000 millones de dólares tras meses de negociación

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La presidenta de la Cámara de representantes Nancy Pelosi
La presidenta de la Cámara de representantes Nancy Pelosi en el Capitolio

El Congreso de Estados Unidos ha aprobado este lunes con los votos favorables de la Cámara Baja y del Senado el paquete de estímulo por valor de 900.000 millones de dólares (735.000 millones de euros) para hacer frente a la devastación económica causada por la pandemia del coronavirus.

El Senado ha dado su visto bueno al rescate con 91 votos a favor y 7 en contra después de que la Cámara Baja hiciese lo propio con 359 favorables y 53 contrarios. Los 900.000 millones de dólares del paquete de estímulo (735.000 millones de euros) han quedado incluidos dentro de la ley de gasto para financiar la administración federal hasta septiembre 2021 por un valor total de 2,3 billones de dólares.

Para su entrada definitiva en vigor queda el trámite de la ratificación por parte del presidente saliente, Donald Trump, que sin embargo ha amenazado con bloquear el rescate económico y romper así un acuerdo alcanzado por demócratas y republicanos tras meses de arduas y complejas negociaciones que han descarrilado en varias ocasiones.

En total, la propuesta ocupaba 5.593 páginas que según medios de comunicación locales la convertía en una de las mayores piezas legislativas consideradas hasta ahora y que ha provocado que algunos congresistas se quejasen por falta de tiempo para revisarla, ya que hasta este lunes no llegó a sus manos

¿Qué incluye el rescate?

Los nuevos beneficios llegan meses después de que expirasen los anteriores, incluidos en el rescate de 2,3 billones de dólares -el mayor de la historia de Estados Unidos- aprobado en marzo, cuando empezaba la pandemia.

Ese rescate, que muchos economistas coinciden en que salvó a la economía estadounidense de un golpe mucho mayor, creó un programa masivo de ayuda para pequeños negocios, salvó a las aerolíneas y entregó subsidios al desempleo en un momento en el que se perdían millones de trabajos por semana entre muchos otros beneficios.

El Senado de Estados Unidos aprueba por unanimidad el mayor plan de estímulo económico de su historia

Sin embargo, la mayoría de fondos se agotaron cuando la pandemia golpeaba a finales de verano de nuevo en el país, que suma ya más de 319.000 fallecidos y 18 millones de contagios por la COVID-19. Demócratas y republicanos han optado ahora por restituir los programas que mejor funcionaron del anterior paquete de estímulo, aunque con un tamaño menor.

Por ejemplo, el nuevo rescate rebaja a la mitad -de 1.200 a 600 dólares- los pagos directos a los contribuyentes, que también recibirán 600 dólares por hijo menor de edad; asimismo rebaja a la mitad el subsidio al desempleo de 600 a 300 dólares por semana.

El paquete de estímulo también incluye 325.000 millones de ayuda a las empresas (275.000 de los cuales para el pago de nóminas), 45.000 millones de rescate a los sistemas de transporte público, 82.000 millones para escuelas, 20.000 millones para la distribución de vacunas o 13.000 millones para cupones de comida.

Trump califica el rescate económico de "vergüenza"

El presidente saliente, Donald Trump, ha amenazado este martes con bloquear el rescate económico y ha pedido que se aumenten de 600 a 2.000 dólares los pagos directos a los contribuyentes. En un vídeo compartido a través de su cuenta de Twitter, ha calificado el paquete de estímulo de "vergüenza" y ha dicho que los pagos son "ridículamente bajos".

"Pido al Congreso que enmienda este proyecto y que incremente los ridículamente bajos 600 dólares a 2.000 dólares, o 4.000 por pareja; también pido al Congreso que se deshaga de los puntos innecesarios y de despilfarro de este proyecto", ha dicho Trump.

Tras la aprobación este lunes del rescate y de la ley de gasto, los congresistas abandonaron Washington y no tenían previsto regresar hasta el arranque de la nueva legislatura, el próximo 3 de enero. Sin embargo, la presidenta de la Cámara Baja, Nancy Pelosi, ha dicho en respuesta a la petición de Trump que los demócratas están listos para regresar al Congreso esta misma semana y aprobar el incremento de los pagos directos.

"Los republicanos se negaron repetidamente a decir qué cantidad quería el presidente para los pagos directos. Por fin, el presidente acepta 2.000 dólares. Los demócratas están listos para llevar esto al pleno esta semana por consentimiento unánime. ¡Vamos a hacerlo!", ha dicho Pelosi en Twitter.

Meses de negociaciones

Desde que los demócratas intentaron aprobar en verano un nuevo rescate de más de tres billones que republicanos y la Casa Blanca bloquearon, las negociaciones entre los dos partidos han fracasado una y otra vez con las elecciones presidenciales de por medio.

Es por eso que los demócratas consideran el acuerdo actual como un compromiso de mínimos que a muchos deja con un mal sabor. De hecho, una de las congresistas más progresistas dentro de los demócratas, Rashida Tlaib, compañera de Alexandria Ocasio-Cortez en el llamado "Squad", se opuso al rescate por insuficiente.

"Mi deber es estar y representar a mi distrito (Detroit), que ya pasaba por dificultades antes de la COVID-19 porque se les ha dicho una y otra vez que esperen por un cambio. No podemos esperar más. Voté 'no' al proyecto de ley 'covid'. Nuestra gente está muriendo y ya hemos esperado lo suficiente", ha dicho.

Más optimista se mostró su jefa de filas, la presidenta de la Cámara Baja, Nancy Pelosi, al afirmar que cuando el presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, asuma el poder, será "un mundo completamente diferente". El propio Biden ha respaldado la aprobación de este rescate, aunque ha avisado que no es suficiente y que solo es el principio, ya que se necesitarán más fondos cuando llegue a la Casa Blanca el 20 de enero.

Pese al optimismo de Biden y Pelosi, para aprobar nuevos rescates a su gusto los demócratas necesitarán hacerse con el control del Senado para la próxima legislatura y para ello tienen que ganar los dos últimos asientos en disputa, ambos en el estado de Georgia, el próximo 5 de enero.