Las claves del acuerdo de libre comercio post-Brexit: sin aranceles, pero con pasaporte y compromisos climáticos
- El acuerdo debería aportar cierta seguridad a las empresas tras años de agitación por el ‘Brexit’
- Sin embargo, muchos aspectos de la futura relación están aún pendiendes de resolver
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El Reino Unido y la Unión Europea (UE) han firmado este jueves un acuerdo provisional de libre comercio que regirá las relaciones económicas entre ambos países desde el 1 de enero.
El acuerdo no sólo abarca el comercio de bienes y servicios, sino también una amplia gama de otras áreas de interés para la UE, como la competencia, la pesca, el transporte aéreo y por carretera o la energía y la sostenibilidad. Sin embargo, muchos aspectos de la futura relación continúan sin resolverse y previsiblemente no se saldarán en un largo periodo de tiempo.
El acuerdo debería evitar el caos a los comerciantes transfronterizos que hemos visto estos últimos días y aportar cierta seguridad a las empresas tras años de agitación por el ‘Brexit’. La pesca, otro de los principales obstáculos, también respira, de momento, con alivio: Londres esperaba recortar las cuotas europeas en un 60 % o 70 % en tres años, pero finalmente se ha alcanzado un periodo transitorio de cinco años y medio durante el cual los derechos de acceso recíproco permanecerán inalterados.
El Gobierno británico se ha mostrado satisfecho por lo conseguido. A juicio del primer ministro británico, Boris Johnson, se trata de un "acuerdo completo al estilo del de Canadá, que protegerá empleos, permitirá vender productos británicos sin aranceles ni cuotas en el mercado de la UE, y permitirá a nuestras compañías hacer todavía más negocios con nuestros amigos europeos". Por su parte, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha destacado el acuerdo como "equilibrado". “Protegerá los intereses de los europeos y el acuerdo va, lo creo así, en interés del Reino Unido", ha recalcado.
El texto cerrado esta tarde es un borrador definitivo, por lo que, técnicamente, aún queda una parte del proceso antes de que se convierta en algo firme. Por el momento, se espera que los embajadores de los Veintisiete se reúnan en los próximos días, para dar el visto bueno para aplicar de forma provisional el acuerdo mientras se tramita su ratificación.
Comercio: libre sin aranceles ni cuotas
A partir del 1 de enero de 2021, el Reino Unido quedará fuera del mercado único y la unión aduanera de la UE. Esto significa que la normativa aduanera, reguladora y los controles fronterizos que la UE exige a terceros países se aplicarán desde entonces a Reino Unido, lo que conlleva más burocracia para las empresas y ajustes en las cadenas de suministro. También habrá mayores trámites aduaneros y controles de las mercancías del Reino Unido que entran en la UE, con más demoras en las fronteras.
Sin embargo, el acuerdo alcanzado este jueves permitirá un comercio sin tarifas -aranceles- ni cuotas -volumen máximo de cada producto- entre las dos partes, "el primer acuerdo firmado por la UE" que lo incluye, ha asegurado Johnson, aunque habrá una vigilancia para asegurarse de que Reino Unido mantiene los estándares laborales, medioambientales e impositivos exigidos.
Según Von der Leyen, el acuerdo garantizará que la competencia en el mercado "seguirá siendo justa" y que se respetarán los estándares comunitarios pues el texto contiene "herramientas efectivas para reaccionar si se distorsiona e impacta" en el comercio.
Eso sí, los servicios -la principal fuente de riqueza británica- perderán todos los derechos de comercio libre internacional que tenían hasta ahora. Ya no se benefician, por ejemplo, del pasaporte, que permiten el acceso automático a todo el mercado único de la UE. Tampoco habrá reconocimiento automático de las cualificaciones profesionales: los médicos, enfermeras, dentistas, farmacéuticos, veterinarios, ingenieros o arquitectos deben ver reconocidas sus cualificaciones en cada Estado miembro en el que deseen ejercer.
No obstante, se establecerán normas de no discriminación, facilidades de visados para empleados de empresas, para comercio digital, así como las licitaciones públicas.
Pesca: periodo transitorio de cinco años y medio
La pesca en los caladeros británicos ha sido uno de los últimos escollos para lograr un acuerdo. A pesar de que Londres esperaba recortar las cuotas europeas en un 60 % o 70 % en tres años, finalmente se ha alcanzado un periodo transitorio de cinco años y medio durante el cual los derechos de acceso recíproco a la pesca en las aguas de la otra parte permanecen inalterados.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, ha señalado que el pacto proporcionará "cuatro años y medio de absoluta predictabilidad" a la flota europea. Los negociadores franceses, uno de los países que más había presionado en este tema, también se han mostrado muy satisfechos con lo logrado.
De esta manera, y a partir del 1 de enero, el Reino Unido se convierte en un estado costero independiente y es libre de decidir sobre el acceso a sus aguas y caladeros, con respecto a sus obligaciones internacionales. Por ello, abandona la Política Pesquera Común, el marco jurídico conjunto de la UE que garantiza la igualdad de acceso a las aguas, los acuerdos estables de distribución de cuotas y la gestión sostenible de los recursos marinos. Asimismo, los productos pesqueros del Reino Unido se someterán a controles aduaneros y sanitarios al entrar en la UE.
Servicios financieros: sin acceso a los mercados de la UE
Los servicios financieros no formaron parte de las conversaciones comerciales, por lo que el acceso general del vasto sector bancario y financiero de Reino Unido al mercado único del bloque finaliza el 1 de enero.
Bajo un sistema conocido como equivalencia, no se otorgará acceso a los mercados de la UE a bancos, aseguradoras y otras firmas financieras con sede británica a menos que Bruselas considere que sus reglas internas son "equivalentes" o tan sólidas como las normativas del bloque.
En palabras de Johnson, el acuerdo comercial no contenía tanto como le hubiera gustado sobre la equivalencia regulatoria para los servicios financieros, si bien “permitirá que nuestra dinámica ciudad de Londres prospere y prospere como nunca antes", ha señalado.
Energía y cambio climático: cooperación y respeto a los compromisos
El texto garantiza la cooperación energética y el respeto a los compromisos alcanzados en el acuerdo de París, además de la no regresión en materia de cambio climático y la fijación de precios del carbono, con la posibilidad de vincular los regímenes de fijación de precios del carbono de la Unión Europea y el Reino Unido.
Sin embargo, Reino Unido saldrá del mercado único energético -que garantiza un suministro más eficiente, barato y seguro de electricidad, gas y petróleo- y del sistema de subastas, dejará de ser miembro de la Comunidad Europea de Energía Atómica (Euratom) y no podrá comerciar material y tecnología nucleares con la misma.
Movilidad: fin de la libre circulación de personas
En materia de movilidad, la cláusula de no discriminación garantiza la igualdad de trato de los ciudadanos de la UE para los visados de corta duración. Asimismo, el acuerdo garantiza la coordinación de algunas prestaciones de la seguridad social (pensiones de vejez y supervivencia, jubilación anticipada, asistencia sanitaria, maternidad/paternidad, accidentes de trabajo) para facilitar el trabajo en el extranjero y no perder los derechos.
No obstante, finaliza la libre circulación de personas: los ciudadanos del Reino Unido ya no tienen libertad para trabajar, estudiar, iniciar un negocio o vivir en la UE. Los ciudadanos británicos también necesitarán un pasaporte válido para viajar y se requerirán visados para estancias superiores a 90 días en un período de 180 días. Además, habrá controles fronterizos adicionales y los pasaportes de las mascotas de la UE ya no serán válidos a partir del 1 de enero.
En lo que respecta al transporte de mercancías, se pondrá fin al libre transporte intracomunitario. Sí habrá, en cambio, acceso ilimitado punto a punto para los transportistas que trasladan cargas entre la UE y el Reino Unido.
Mientras que en materia de aviación, el tráfico será ilimitado para los vuelos directos, si bien una aerolínea británica no podrá operar vuelos de pasajeros o carga intraeuropeos ni operar vuelos de pasajeros hacia o desde la UE (por ejemplo, Londres-Amsterdam-Bangkok). Asimismo, el Reino Unido ya no participará en la elaboración de normas en el Organismo de Seguridad Aérea de la UE
Lo que sí se mantendrá es la cooperación en materia de seguridad y protección de la aviación y gestión del tráfico aéreo.
Programas de la UE: fin al Erasmus+
A partir del 1 de enero, el Reino Unido formará parte de los cinco programas de la Unión Europea abiertos a la participación de terceros países (con sujeción a su contribución financiera): el programa Horizonte Europa, sobre investigación e innovación; el programa de investigación y capacitación de Euratom - ITER (instalación de ensayos de fusión), Copérnico (sistema de vigilancia de la Tierra) y tendrá acceso a los servicios de vigilancia y seguimiento por satélite de la UE (SST).
Sin embargo, ya no se beneficiará de los programas de financiación de la UE como el ‘Next Generation EU’, destinado a acelerar la recuperación de la UE de la pandemia de la COVID-19; el programa de desarrollo regional y financiación de la cohesión; tampoco formará parte del plan de apoyo al desarrollo agrícola y rural; ni tampoco del conocido programa Erasmus+, centrado en el intercambio de estudiantes entre países europeos.