La pesca, el último escollo del acuerdo del 'Brexit': ¿Cómo se gestionará el control de las aguas?
- La pesca en las aguas británicas ha marcado el final de las negociaciones del 'Brexit'¡
- El acuerdo garantiza cinco años y medio de estabilidad para los pesqueros europeos
La pesca ha sido el principal escollo durante las últimas horas de la negociación del acuerdo del 'Brexit', a una semana de alcanzar la fecha que marca el final del Reino Unido dentro de la Unión Europea. El asunto lleva varios meses sobre la mesa dada la posición británica dominante, ya que en sus caladeros fondean pesqueros de más de ocho nacionalidades europeas.
La Zona Exclusiva Económica del Reino Unido (hasta las 200 millas náuticas a partir de su costa) cuenta con unos caladeros muy ricos en pescado que representan el 15% del total de la pesca europea y del que salieron entre 2012 y 2016 una media anual de 1.285 millones de toneladas de pescado, según un estudio de la Comisión de Pesca de la Eurocámara de 2019. El 57% de esas capturas fueron de los Veintisiete -más de 739.000 toneladas que alcanzaron un valor cercano a los 540 millones de euros- frente al 43% de los pescadores británicos.
Por su parte, las capturas de pesqueros británicos en sus aguas se concentran en caladeros de menor tamaño. La actividad pesquera del Reino Unido en sus aguas apenas aporta un 0,1% del PIB, pero pese a representar tan poco peso Johnson lo convirtió en un símbolo de la soberanía nacional y del apoyo de los 'pro-Brexit'.
Las consecuencias de unas condiciones poco favorables para las diferentes flotas europeas pueden suponer un aumento de la explotación en los caladeros de la zona euro (compartidos entre los socios comunitarios en igualdad de condiciones), aunque se haya cerrado el acuerdo de la Unión Europea recientemente.
Los pesqueros españoles, grandes perjudicados con un mal acuerdo
La flota pesquera española ha seguido muy de cerca las negociaciones entre Europa y el Reino Unido. La incertidumbre de los últimos meses ante la posibilidad de un 'Brexit' sin acuerdo podría suponer una merma de 27 millones de euros relacionados con la pesca en las aguas británicas. Y una reducción drástica de las capturas de merluza, gallo o caballa (pescados más comunes en los caladeros británicos) también afectaría a los pesqueros españoles que se especializan en estas especies.
El empleo es otro de los aspectos que se puede ver afectado si el acuerdo que está pendiente de ser anunciado recoge una reducción drástica de las capturas. Hasta el momento, ochenta barcos españoles tienen licencia para faenar en las aguas del Reino Unido que, junto a las empresas vinculadas al procesado de pescado, se verían afectados casi 10.000 empleos vinculados a la actividad. Empleos que están concentrados en Galicia, Cantabria y el País Vasco principalmente.
Las cerca de 9.000 toneladas de pescado que capturaban los pesqueros españoles hasta el momento se verán reducidas, previsiblemente, con el nuevo 'Brexit' a partir del año que viene. Además, las aguas que recoge el documento no solo abarcan las costas del Reino Unido. Los principales caladeros se sitúan en el Atlántico Nordeste y en torno a las Islas Maldivas, donde se pesca con técnicas de alta mar como el palangre de fondo o la pesca de arrastre.
El Reino Unido busca recuperar la gestión de sus aguas
Hasta el momento, las aguas británicas y su explotación se negociaban en conjunto con el resto de las aguas territoriales de la Unión Europea. Una relación que Bruselas ha intentado mantener con el Reino Unido fuera de la Unión Europea. Por eso la postura de los negociadores europeos se ha centrado en mantener las condiciones y establecer un periodo de quince años de vigencia en los asuntos pesqueros.
Sin embargo, el primer ministro británico quiere mantener la gestión de la explotación de sus aguas y negociar con la Unión Europea como un socio preferente con mayor frecuencia. Boris Johnson ha manifestado su intención inicial de establecer, a partir del 1 de enero de 2021, unas negociaciones más frecuentes de cómo pescar en sus aguas y su zona económica exclusiva (hasta las 200 millas desde la costa). Por eso se ha llegado al acuerdo final de renegociar los acuerdos dentro de cinco años y medio, como ha anunciado la presidenta de la Comisión Europea.
La gestión de las aguas y de los recursos pesqueros británicos ha sido la disputa que ha protagonizado las últimas horas de negociación entre la Unión Europea y el Reino Unido, y que se ha retrasado varias horas hasta la intervención de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Según explican fuentes europarlamentarias a TVE, las cuotas pesqueras se habrían revisado "especie por especie" y "cuota por cuota".
El documento aprobado entre ambas partes está pendiente de ratificación por el Europarlamento y por el parlamento británico, un procedimiento que tendrá lugar en los próximos días. "Hemos llegado a un acuerdo después de un camino complejo", ha explicado la presidenta de la Comisión Europea que ha destacado la pesca como el último escollo de todas las negociaciones. Además, Ursula von der Leyen ha destacado que existirá "estabilidad en el aspecto pesquero durante 5 años y medio".
También ha recordado que hay una serie de mecanismos que permiten garantizar que el acuerdo se cumpla por ambas partes así como clausulas recogidas en el documento. "El precio a pagar serán los aranceles si no se cumple lo pactado", ha destacado la presidenta de la Comisión Europea que también ha puesto en valor que este acuerdo beneficia a todos aunque hubiera sido mejor que el Reino Unido no se fuera de la comunidad.
Por su parte, el primer ministro británico, Boris Johnson, ha destacado el nuevo acuerdo con la Unión Europea como un acuerdo similar al que tienen con Canadá. "Nuestra postura inicial se centraba en negociar los acuerdos de pesca cada tres años", ha declarado el primer ministro británico ha tildado de "una forma de recuperar el poder de nuestros reglamentos, aguas y controles". Del mismo modo ha anunciado un paquete de inversiones para mejorar la competencia de su industria pesquera.