Argentina aprueba la ley del aborto: "Es un 'sí' a un derecho básico que nos impulsa a exigir otros derechos"
- Aprobada en la Cámara de Diputados, la ley ha sido ratificada por el Senado en una votación histórica
- El logro de esta jornada es el resultado de muchos años de lucha feminista en Argentina
"Es un hito. Viví un aborto a los 18 años, con pocas herramientas a mi alcance, en un universo simbólico que no me favorecía. Fue una experiencia rodeada del silencio", verbaliza con voz rota desde el otro lado del teléfono Dahiana Belfiori, escritora y activista argentina. Celebra que el Senado en Argentina haya aprobado el proyecto que permite legalizar el aborto hasta la semana 14 de embarazo.
Belfiori vivió en su propia piel el aborto clandestino. Hace cinco años, con el libro de relatos Código Rosa, rompió el silencio contando su vivencia y la de otras mujeres que también se habían visto en la necesidad de abortar en la clandestinidad.
El logro de esta jornada es el resultado de muchos años de lucha feminista en Argentina, 15 años de una campaña que ha sido precedida de muchos esfuerzos anteriores: la primera comisión por el aborto en Argentina se celebró en 1988.
Aprobada en una votación histórica
La norma ya fue aprobada el pasado 11 de diciembre en la Cámara de Diputados y ahora es ratificada por el Senado con los votos a favor de 38 senadores, 29 en contra y una abstención. Los pañuelos verdes y azules han estado ondeando, unos frente a otros, en las puertas de la Cámara Alta antes, durante y ahora después de la votación.
De un lado las partidarias del aborto con sus pañuelos verdes defienden que es una ley que garantiza el derecho de las mujeres a poder abortar y sobre todo, el acceso a la salud de forma integral; frente a las que están en contra, los pañuelos azules que lo criminalizan.
Los senadores que han votado en contra se apoyan en los argumentos de las organizaciones provida y recurren a las leyes para oponerse a la interrupción del embarazo. Alegan que el artículo 19 del código civil "considera que el feto es una persona humana desde el momento de la concepción". Las entidades celestes consideran que hay un vacío legal y que lo único que pretende es "tapar la realidad" y la crisis económica que vive el país.
Esta vez gana el sí que llega dos años después de que la Cámara Alta rechazara el anterior proyecto con 38 votos en contra, 31 a favor y 2 abstenciones. "La votación estaba muy reñida, se ha conseguido por tan solo nueve votos, pero sabíamos que iba a ser ley", explica a RTVE.es la activista argentina Sonia Tessa.
Una ley que "permite a la mujer ser autónoma"
Abortar es una decisión peligrosa. Desde los años ochenta, miles de mujeres han muerto en el intento. El Ministerio de Salud argentino revela que entre 2010 y 2017 se produjeron una media anual de 45.604 ingresos hospitalarios derivados de abortos clandestinos, que en 2018 representaron la tercera causa de muerte materna en el país suramericano.
"Es un 'sí' a un derecho básico que nos impulsa a exigir otros derechos. Es una ley que permite a la mujer ser autónoma y no ser presas de un mandato biológico", asegura Tessa.
Belfiori recuerda que ella tuvo muchas dudas, pero que en el fondo no pudo elegir. Se quedó embarazada fuera del matrimonio en el seno de una familia conservadora y tuvo que elegir su proyecto vital. "Sin embargo, fue una pesadilla que no podía compartir con nadie. Creo que la propia experiencia de abortar cambió el curso de mi vida. En lugar de construir sobre el silencio, con el paso del tiempo, quise sumarme a una lucha que sostiene a las mujeres."
Laura Salomé Canteros es periodista, feminista y activista de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal Seguro y Gratuito. Según ella, "el aborto legal es la demanda de mayor consenso dentro del feminismo. Eso generó su potencia transversal, inter generacional y multidisciplinaria. Logramos ingresar en cada espacio de la vida social con nuestros argumentos", sostiene.
Un 'sí' que resuena en toda América Latina
Su compañera Belfiori considera que este logro histórico se debe a que se puso "la experiencia en primera persona del plural". "Los argumentos de los que han estado en contra no contienen ni contemplan la experiencia de las personas. Las feministas pusimos en el centro el rostro, el cuerpo y la voz a las experiencias del aborto".
El 'sí' del Senado argentino resuena hoy en toda América Latina. "Nuestra lucha y nuestra fuerza sabemos que es un modelo para las demás compañeras. Nos están mirando las compañeras chilenas y las colombianas", señala la escritora, que no puede contener la emoción ante este hito histórico.
Argentina no es el primer país latinoamericano que reconoce el derecho de las mujeres a interrumpir libremente el embarazo. "Pero la nuestra es una ley con más garantías" con respecto a Uruguay, Cuba, Guayana y ciudad de México, asevera Belfiori. "Espero que el ejercicio de la objeción de conciencia no implique que en las zonas más rurales (poblados y pueblos pequeños) las mujeres no puedan abortar", añade la activista.
Coinciden en que queda mucho camino por recorrer. "Este es tan solo el comienzo. Nunca hemos pedido permiso para luchar, pero ahora lo hemos logrado gracias a una fuerza colectiva", apunta Belfiori. Ahora son conscientes del apoyo social y la escritora asegura: "No es casual que toda mi vida gire en torno a la palabra. Fueron muchos años de silencio hasta que encontré la forma de escribir nuevas narrativas y sentirme parte de otras mujeres que han sufrido mi misma experiencia."