'Brexit', a'Brexit', año uno: Reino Unido vive su primer día fuera de la UE
- Las relaciones entre Londres y Bruselas pasan a ser meramente comerciales tras casi medio siglo de unión
- El acuerdo, alcanzado el 24 de diciembre, asegura la cooperación de Reino Unido con los países de la UE
El Reino Unido vive este viernes su primer día de completa desconexión de la Unión Europea, más de cuatro años después del histórico referéndum en el que los británicos votaron a favor del 'Brexit'. Una circunstancia que pone fin a casi medio siglo de presencia británica en el bloque europeo.
Aunque ya había abandonado oficialmente el club de los Veintisiete el pasado 31 de enero, esta medianoche, con la entrada del 2021, el Reino Unido ha salido oficialmente del mercado común y la unión aduanera, a la que aún seguía ligado durante el período de transición que concluyó con el final de 2020.
La separación ha llevado años de intensas negociaciones antes de que finalmente, el acuerdo final de ruptura por 600 billones de libras esterlinas, unos 670.000 millones de euros se alcanzara en Nochebuena. Un acuerdo de libre comercio que ha sido ratificado en el Reino Unido, después de que las dos cámaras del Parlamento británico -Comunes y Lores- lo aprobasen el día 30 en una sesión extraordinaria.
El proyecto de ley que se tramitó por la vía de urgencia transpone a la legislación británica los compromisos adquiridos con la UE sobre la relación entre ambas partes.
El pacto de Nochebuena sellado en Bruselas, después de nueve meses de negociaciones, asegura que el Reino Unido puede "comerciar y cooperar" con los 27 miembros de la UE "en los más cercanos términos de amistad y buena voluntad".
Nuevas relaciones
Las partes comienzan este viernes una nueva era en sus relaciones con una cooperación mucho menos definida y regida principalmente por el nuevo Acuerdo de Comercio y Cooperación (TCA, por sus siglas en inglés).
La libertad de movimiento para vivir y trabajar terminará aunque de momento, a corto plazo, todavía se mantiene la libertad de visado. Los bienes serán más controlados a ambos lados de las fronteras entre Reino Unido y la Unión Europea, y dentro del Reino Unido, en la frontera marítima entre Irlanda del Norte y Gran Bretaña.
Los negocios a ambos lados tendrán que saltar por el aro para cumplir los requisitos para las exenciones de tarifas. Además, algunas decisiones clave todavía que aún están por tomar marcarán el destino de muchas empresas del sector servicios.
No obstante, las largas caravanas de camiones con bienes de consumo en las fronteras no están siendo aún visibles de forma inmediata ya que este inicio de enero es un momento típico de menos tráfico de carga.
En el túnel de Calais, que atraviesa el canal de la Mancha en ambos sentidos, la tranquilidad ha reinado en estas primeras horas.
Acuerdo 'in extremis' para Gibraltar
Finalmente, un acuerdo en las últimas horas del 31 de diciembre entre España y Reino Unido sobre Gibraltar permitirá la libertad de movimientos entre la colonia británica y España.
La ministra de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Arancha González Laya, ha anunciado este jueves un principio de acuerdo con Reino Unido por el que se aplicarán las reglas de Schengen y se suprimirá la Verja con Gibraltar una vez culmine la negociación de un futuro acuerdo entre los Veintisiete y Londres en relación con el Peñón.
En una comparecencia en Moncloa, la ministra ha resaltado que el acuerdo alcanzado supone "que se derriba la Verja" mediante la aplicación de las normas del Acuerdo de Schengen, de cuyo cumplimiento España deberá ser la "garante última", si bien ha descartado ofrecer más detalles en el plano técnico a falta de comparecer ante el Congreso para explicarlo.
Fin a casi medio siglo de relación tormentosa
Con el divorcio entre Reino Unido y la UE se pone fin a una relación ambivalente y tormentosa que ha durado casi medio siglo, en lo que supone una ruptura sin precedentes en el proyecto europeo que comenzó tras la II Guerra Mundial.
El debate a favor y contra de pertenecer a la UE ha estado siempre presente entre los políticos de distintas tendencias, pero han sido los conservadores de Boris Johnson lo que han tenido en las últimas décadas más problemas internos por el fuerte euroescepticismo.
Paradójicamente, fueron los "tories" los que metieron al Reino Unido en la entonces Comunidad Económica Europea (CEE) en 1973 bajo el mandato de Edward Heath, primer ministro entre 1970 y 1974. Heath lo consiguió después de dos intentos fallidos por parte del Reino Unido, en 1963 y 1967, por el veto de Francia a causa de las dudas del entonces presidente Charles de Gaulle sobre el compromiso británico con el proyecto europeo.
Desde aquel ingreso visto como símbolo de progreso, el vínculo británico con Europa tuvo momentos difíciles para distintos primeros ministros.
David Cameron dimitió tras el referéndum del 2016 y Theresa May se vio forzada a renunciar ante la imposibilidad de reunir los apoyos suficientes en el Parlamento para sacar adelante un acuerdo sobre la retirada británica del bloque europeo.
La desconexión, no obstante, no es una sorpresa. El Reino Unido se mostró siempre reticente a una mayor integración europea, sobre todo política y monetaria, hasta el punto de que consiguió mantener su libra esterlina y quedar fuera de la divisa comunitaria.
Para Boris Johnson, artífice de la campaña a favor del "Brexit" en el referéndum de 2016, la salida de su país de la UE no implica el abandono de los vínculos con Europa. "Cultural, emocional, histórica, estratégica y geográficamente, este país seguirá unido a Europa", dijo Johnson tras sellar el acuerdo con la UE la pasada Nochebuena.