Portugal asume la presidencia rotativa de la UE con la gestión de la pandemia y la era post-Brexit como mayores retos
- La presidencia portuguesa deberá también impulsar la recuperación económica y avanzar en el pacto migratorio
- Portugal toma el relevo de Alemania al frente del Consejo y cederá el testigo el 1 de julio a Eslovenia
Portugal, en la UE
Miembro de la UE desde el 1 de enero de 1986, entró a la par que España
Comisaria: Elisa Ferreira, responsable de Cohesión y Reformas
Miembro del espacio Schengen desde el 26 de marzo de 1995
Parlamento Europeo: Portugal tiene 21 diputados
Forma de gobierno: República semipresidencialista
Administración: Se dividide en 308 municipios y 3.092 distritos
Cuarta presidencia de turno: 1992, 2000 y en 2007
Desde este 1 de enero y hasta el 30 de junio de 2021, Portugal asume la presidencia rotatoria del Consejo de la Unión Europea, con el desafío de combatir la pandemia de coronavirus e impulsar la recuperación económica en una Europa azotada por la crisis sanitaria.
Portugal ha elegido como lema: “Es hora de actuar: por una recuperación justa, verde y digital” y entre sus objetivos se encuentran trabajar por una UE más resiliente, capaz de resistir las crisis no solo económicamente sino en términos de valores europeos y con el modelo social como factor de crecimiento.
Entre los retos de la presidencia lusa, se encuentran gestionar los efectos del Brexit y buscar una asociación integral con el Reino Unido y también llevar a buen puerto la ejecución del marco financiero plurianual, los programas sectoriales relacionados con el presupuesto y con el fondo de recuperación.
La Presidencia portuguesa además tiene como prioridades la Europa verde, líder mundial en la lucha contra cambio climático y la Europa digital, preparada para afrontar la transición tecnológica a nivel económico y de protección de los derechos de los ciudadanos. Sin olvidar, su papel global y su apuesta por el multilateralismo.
El pacto migratorio, un asunto pendiente
Alemania, cuya presidencia ha concluido el 31 de diciembre, le ha pasado a Portugal la patata caliente de lograr un pacto migratorio. Berlín ha tenido poco tiempo para avanzar en este dossier, ya que la propuesta de la Comisión sobre el pacto fue presentada a finales de septiembre y la pandemia "no ha hecho nada fáciles las negociaciones" en un área "muy sensible", al hacer imposibles las reuniones presenciales.
En su informe de progreso, los germanos subrayan los elementos donde hay más consenso, como la necesidad de reforzar las fronteras exteriores o los retornos y de crear vías legales de entrada a la Unión y de cooperar con los países de origen y tránsito. Sostienen que Portugal tiene "una buena base" y puede acercar posturas sobre el pacto migratorio.
Entre los asuntos en los que hay que seguir trabajando, está la definición de "solidaridad". La comisaria europea de Interior, Ylva Johansson, opina que sacar ese plan migratorio adelante no solo depende ahora de la "voluntad política" sino también de la evolución del coronavirus, y confía en que se logre "un gran progreso" durante el primer semestre de 2021.
En noviembre España, Italia, Grecia y Malta criticaron públicamente la propuesta en una carta enviada a la Comisión Europea, que califica el plan de "desequilibrado" y "no realista". Austria y los países de Visegrado (Hungría, Eslovaquia, Chequia y Polonia) opinan que participar en los retornos patrocinados es una manera de entrar en la obligación de acoger en su territorio a migrantes, idea que rechazan de plano.
Trabajo con Alemania y Eslovenia
Portugal sucede a Alemania al frente del Consejo, liderado por una poderosa Angela Merkel, que se mostraba aliviada de haber logrado cerrar el presupuesto plurianual de la UE pese a las reticencias de Hungría y Polonia, y precede a Eslovenia, países con los que forma el trío de presidencias, juntos colaboran estrechamente en un programa de 18 meses, a partir del cual cada nación define sus prioridades específicas.
Esta agenda europea hasta fin de 2021 está marcada por el compromiso de enfrentar la crisis sanitaria y se basa en las prioridades estratégicas 2019-2024 que pasan por proteger a los ciudadanos y las libertades y desarrollar una economía sólida y dinámica. También se pretende construir una Europa con un impacto social, ecológico, justo y neutro para el clima y promover sus intereses y valores en el escenario mundial.
Es la cuarta vez que Portugal asume la presidencia de turno de los Veintisiete, nuestro vecino occidental tuvo esta responsabilidad en el primer semestre de 1992, de enero a junio de 2000 y de julio a diciembre de 2007.
Un timón para "guiarnos unidos hacia el futuro"
El logo elegido por Lisboa para su presidencia son unos puntos amarillos, sobre fondo azul, con lo que las 12 estrellas de la bandera que repesentan a los 27 estados miembros de la Unión Europea se transforman en un sol y también un timón, dos elementos que guían a los navegantes, en un guiño a la historia de los descubrimientos portugueses.
El ministro de Exteriores luso, Augusto Santos Silva, resaltó en la presentación que “la idea de rumbo es una idea de futuro, y la presidencia portuguesa quiere valorar la unidad de Europa". Una Europa "que avanza hacia el futuro y, en relación con lo cual, la presidencia portuguesa puede ser, sin falsa modestia, una especie de timón para ayudarnos a todos a guiarnos unidos hacia ese futuro”, afirmó.
El gobierno portugués debe planificar y presidir las reuniones del Consejo y sus órganos preparatorios durante los próximos seis meses y también representar a este órgano en las relaciones con el resto de instituciones de la UE.
Sobre este particular, la secretaria de Estado de Asuntos Europeos, Ana Paula Zacarias, sostiene que la necesidad de adecuar el trabajo a las restricciones por la pandemia obligará a Portugal a trabajar duro para responder a los desafíos organizativos y tener "una presidencia digital seria", pero sin excluir las “reuniones presenciales de manera descentralizada” en todo el país.
La ceremonia oficial de inauguración de la presidencia portuguesa tendrá lugar el 14 de enero y el momento culminante será la cumbre social del 7 de mayo, seguida por la cumbre informal de jefes de Estado y de gobierno. La última reunión prevista en el calendario es un encuentro informal de ministros de Agricultura y Pesca el 14 y 15 de junio.