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Notre Dame: comienza la cuenta atrás para su restauración

  • El 16 de abril de 2024 volverá a sonar el órgano con Te Deum, el primer acto público
  • El reloj monumental será construido de nuevo gracias a un reloj gemelo y al concurso de artesanos rusos
  • Notre Dame es Patrimonio de la Humanidad desde el año 1991

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Comienza la restauración de Notre Dame sin un presupuesto cerrado y con concursos públicos pendientes

Provistos de cascos de seguridad y trajes de protección, ocho integrantes del coro de la Catedral de Notre Dame cantaron por primera vez desde el devastador incendio del año pasado. Fue un concierto de Nochebuena. La música volvía al templo. El día 31 se celebró un concierto de Jean Michel Jarre con una recreación virtual de Notre Dame.

Empiezó así una nueva etapa para esta joya del gótico, Patrimonio de la Humanidad desde el año 1991. Las obras de su reconstrucción, tras 20 meses contra reloj para limpiar y desescombrar.

Notre Dame volverá a tener su reloj monumental

Un incendio en directo

Las imágenes de Notre Dame en llamas conmocionaron a los parisinos y a todo el Planeta. Nunca habíamos asistido, en esta aldea global, al incendio en directo de un templo tan grandioso como Notre Dame, que resistió guerras y revoluciones. Fueron 9 horas, luchando 400 bomberos contra el fuego. Sin descanso. Cada minuto contaba.

El incendio se produjo probablemente de forma accidental, por un descuido. Se ha atribuido a un cortocircuito de las instalaciones eléctricas, aunque no han faltado las teorías conspiratorias, alimentadas en las redes sociales, por los continuos ataques contra templos y propiedades de la Iglesia católica.

Durante el pasado año se registraron más de mil incidentes violentos de esos atentados anticristianos, con 32 incendios provocados. En este mismo año también ardió la catedral de Nantes por un solicitante de asilo, que trabajaba como voluntario en el templo. En estos mismos días un incendio devoró la techumbre de la iglesia parisina de Nuestra Señora del Rosario.

La gran campana, de 13 toneladas, vuelve a tañir

Los bomberos salvaron los elementos más valiosos. Las dos torres gemelas y la fachada principal. De haber venido abajo podíamos haber dado por perdida la Catedral. Afortunadamente estas torres no se vieron afectadas.

La monumental campana “Emmanuel”, de 13 toneladas, regalo de Luis XIV, ha vuelto a tañir, en este mismo año, al cumplirse el primer año del incendio. Era un homenaje a los sanitarios que siguen combatiendo contra la Covid-19 y de paso anunciar que la Catedral resurgía de sus cenizas.

Las reliquias

Las dos reliquias más importantes se salvaron. La Corona de Espinas y la Túnica de San Luis, un jubón que supuestamente perteneció al último monarca europeo que se embarcó en una cruzada para recuperar Jerusalén en el siglo XIII.

Ahora se custodian en el Ayuntamiento de París hasta la apertura de la catedral.

La bendición bajo el fuego

Jean-Marc Fournier, capellán de la brigada de bomberos de París, arriesgó su vida para salvar la Corona de Espinas. Evitó también que las hostias consagradas fueran consumidas por el fuego. Es, para los bomberos, un “héroe absoluto”.

Penetró a oscuras en el interior de la Catedral en llamas. Sabía dónde estaba el sagrario y la Corona de Espinas. Nos ha contado algo sobrecogedor. Con el Copón, que contenía las sagradas formas, hizo la bendición, pidiendo que el fuego cesará y se salvara Notre Dame. Impresiona solo de pensarlo. Elevando ese Copón hacia arriba y hacia abajo y de derecha a izquierda, haciendo con él la señal de la Cruz. En medio de la oscuridad, y mientras caían vigas quemadas y el ambiente era ya irrespirable. El ruido era también insoportable, como un huracán de fuego, que le cercaba y amenazaba con quemarle vivo.

Allí permaneció durante unos minutos este sacerdote, que también asistió a las familias y a las víctimas del atentado de Bataclan. A pie de calle. En su hoja de servicios están los siete años que pasó como capellán castrense, en guerras como las de Irak.

Retirar 40.000 piezas de un andamio quemado

El día 24 de noviembre de este año se terminó la operación de retirada del andamiaje quemado por el incendio, y que suponía una amenaza para la estabilidad del edificio. Fue una operación realizada con precisión de cirujano. Había que retirar una a una un total de 40.000 piezas de hierros retorcidos, con un peso total de 200 toneladas. Por si esto no fuera poco había que trabajar a 40 metros de altura.

Esos andamios fueron instalados para restaurar la aguja-campanario de la catedral, en obras cuando se desató el incendio.

La retirada del andamiaje, que comenzó el día 8 de junio, no fue una tarea fácil. Las partes más accesibles se desmontaron con la ayuda de una grúa. Otras necesitaron de la intervención de operarios colgados de cuerdas. Así cortaron con sierras los tubos del andamio, fundidos unos sobre otros por los miles de grados del incendio. Cualquier error o fallo podía ser mortal.

Las labores efectuadas hasta ahora se han visto frenadas por la contaminación por plomo desprendida de la fusión de las placas de plomo del tejado, fuertes temporales en otoño e invierno y finalmente la pandemia del coronavirus.

El órgano de los 8.000 tubos

El órgano, el más grande de Francia, ha sonado en Notre Dame desde el año 1733. Con sus ocho mil tubos está por el momento en silencio. Está afectado por el calor del incendio, el plomo y el polvo del incendio.

Conseguir que vuelva a sonar no será fácil. Hay que separar los tubos de la consola, formada por cinco teclados para las manos, un teclado para los pies y 115 mandos. Fue necesario construir un andamio especial, de gran altura y resistencia.

En los primeros días de agosto se pudo mover la consola de media tonelada de roble, y situarla en el suelo en tan solo 25 minutos. Quedaba la limpieza de los tubos sin moverlos de su sitio original. Son muy frágiles y podían deformarse y perderse para siempre el sonido original.

El reloj de Notre Dame 3D

El reloj de Notre Dame no se salvó. El fuego consumió sus miles de piezas. La aparición de otra máquina del tiempo gemela permitirá en cuatro años construir uno igual. Los dos relojes fueron construidos en el mismo año, 1867, y en el mismo taller, de Colin, hoy desaparecido.

Está reloj está en la Iglesia de la Santísima Trinidad, a 4 kilómetros de Notre Dame. Fue sustituido hace 50 años por otro más moderno y menos preciso. En una fábrica de San Peterburgo, especializada en construir relojes monumentales, ingenieros y relojeros están estudiando ese reloj gemelo y tratando de ver cómo funcionaban.

Como este reloj gemelo no se puede desmontar, con el peligro de destruirlo, se ha recurrido a la realidad virtual para desentrañar su compleja maquinaria. Se están realizan copias en 3D y en 2D, que permitirán conocer las medidas de cada una de sus piezas para después construirlas, en un lugar todavía no decidido.

En Francia no hay ya talleres que puedan construir relojes como éste de Notre Dame. No hay planos. Solo fotos. Francia y Rusia han tenido que hermanarse al fin, superando los enfrentamientos bélicos del pasado.

Un concierto con realidad virtual

El año 2020 se ha despedido con los mejores deseos de una pronta recuperación de Notre Dame. El pionero de la música electrónica Jean-Michel Jarre ofreció el pasado 31 de diciembre un concierto gratuito para dar la bienvenida al año 2021 a través de un avatar y teniendo como escenario una recreación virtual de la catedral de París. Este evento, llamado Welcome to the Other Side, se ha retransmitido por medios tradicionales como la radio y la televisión, pero también a través de visores de realidad virtual con aplicaciones como VRChat o Venues.

Jean-Michel Jarre ha actuado en directo desde un estudio cerca de la catedral real de París, mientras su avatar tocaba en el interior de una Notre Dame virtual.