No, Israel no ha encontrado un remedio ultravioleta contra la COVID-19 que le evitará vacunar
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Diversos mensajes en redes sociales aseguran que “Israel consigue curar el 99,9% de patógenos Covid en 30 segundos con una simple luz ultravioleta”, y especulan con que el país no administrará la vacuna. Ambas ideas son falsas y parten de un artículo científico que ha sido malinterpretado.
Hadas Mamane es profesora de Ingeniería Mecánica en la Universidad de Tel Aviv y una de las investigadoras responsables del artículo citado en los mensajes en el que se basa el bulo, que han llegado al servicio de Whatsapp de VerificaRTVE y hemos visto en redes sociales. Nos ha explicado que “la vacunación es la primera línea de defensa contra el coronavirus mientras que la radiación ultravioleta no es una alternativa, solo una línea de defensa más que no puede reemplazar a la vacuna”. El estudio en cuestión, recientemente publicado en la revista científica Photochemistry and Photobiology, identifica el espectro de radiación ultravioleta más indicado para acabar con diversos coronavirus.
¿Cómo acaba la luz ultravioleta con el coronavirus? La radiación es absorbida por el material genético del virus, sobre el que se produce una reacción que impide que el virus se multiplique. Albert Bosch, catedrático de Microbiología de la Universidad de Barcelona, nos explica que “la radiación ultravioleta es un germicida potentísimo que se utiliza para desinfectar superficies y materias no vivas desde hace años”. Pero esta radiación no debe ser aplicada directamente a los seres humanos, ya que puede ser extremadamente dañina para la salud, produciendo cáncer de piel entre otras patologías. Hace unos meses os explicábamos estos peligros en detalle en este artículo sobre lámparas domésticas ultravioleta.
Lo más importante de su descubrimiento, según la doctora Mamane, es que el espectro ultravioleta adecuado para esta tarea puede ser generado por un tipo de lámparas LED que son de las más baratas en el mercado, lo que puede contribuir a su generalización como medio de desinfección. La doctora Mamane es muy optimista respecto a esta tecnología y asegura que en unos meses se empezará a comercializar. No obstante, es una tecnología que no se debe usar en casa y que necesita de “un espacio y un proceso seguro. Por ejemplo, se pueden instalar lámparas LED dentro de los sistemas de ventilación de las escuelas o aeropuertos, de modo que el aire quede desinfectado al pasar a través de él”. El profesor Bosch afirma que hace años que se utilizan sistemas de desinfección basados en radiación ultravioleta en los centros de investigación biológica. También se están realizando pruebas de esta tecnología en el Metro de Barcelona o para desinfectar los quirófanos del Hospital Clínic, entre otros ejemplos.
La doctora Mamane, que comparte su opinión con Albert Bosch, nos pide subrayar una idea: “No hay alternativa a la vacuna, la desinfección de superficies y del aire puede ser eficaz como línea de defensa complementaria, pero no podemos desinfectar el mundo entero”.
El bulo también sugiere que en Israel no vacunará a su población, pero sí lo está haciendo ya. De hecho, actualmente es el país del mundo que más adelantada lleva su estrategia de vacunación, según el servicio estadístico Our World in Data, participado por la Universidad de Oxford. La campaña de vacunación empezó allí el día 19 de diciembre, y el primero en inoculársela fue el primer ministro, Benjamin Netanyahu. El 31 de diciembre, trece días después, casi un 10% de la población israelí había sido ya vacunada, superando largamente la tasa de vacunaciones del resto de países del mundo. Según el ministro de Sanidad, en esa misma fecha se estaban administrando 150.000 vacunas al día en un país de 9 millones de habitantes.