Alemania prolonga las restricciones hasta el 31 de enero mientras el Reino Unido registra nuevo récord de contagios
El avance de la COVID-19 en Alemania ha llevado a las autoridades a prolongar las restricciones hasta el 31 de enero. "Debemos reducir todavía más nuestros contactos sociales para combatir la pandemia"; ha señalado Merkel tras una reunión con los presidentes regionales.
Entre otras medidas, la mayoría de comercios no esenciales, bares, restaurantes, instalaciones culturales y deportivas y las escuelas permanecerán cerradas y se recomienda el teletrabajo siempre que sea posible.
Y es que, dos meses después de las primeras restricciones, Alemania sigue sin lograr doblegar la curva epidemiológica: en el último día ha comunicado 11.897 nuevos casos y 944 muertes, la tercera cifra más alta registrada desde el inicio de la pandemia.
Limitación de reuniones y movilidad
El Gobierno también ha endurecido otras medidas, como la limitación de las reuniones privadas a una sola persona no conviviente y la restricción de la movilidad a un radio de 15 kilómetros a los residentes en zonas con una incidencia por encima de los 200 casos por cada 100.000 habitantes. "Las medidas se deben prolongar y en algunos puntos endurecer", ha asegurado Merkel en rueda de prensa.
La canciller alemana ha anunciado que los viajeros procedentes de las regiones más afectadas por el virus, especialmente donde se hayan detectado las nuevas variantes, se sometan a dos pruebas diagnósticas. Además, todos tendrán que permanecer en cuarentena durante cinco días, incluso si dan negativo en COVID-19.
Nuevo récord de contagios en el Reino Unido
La pandemia también se está acelerando en otros países europeos tras las fiestas navideñas, y lo hace con especial intensidad en el Reino Unido, que ha vuelto a registrar un nuevo récord de casos diarios, por encima de los 60.000 positivos.
De hecho, el principal epidemiólogo asesor del Gobierno británico, Chris Whitty, ha advertido que una de cada 50 personas han sido infectadas por el virus desde la detección de la nueva variante, que aceleró la tranmisión del virus un 70 % en las últimas dos semanas de diciembre.
Inglaterra y Escocia han iniciado este martes los confinamientos nacionales para contener la enfermedad, unas medidas que en el caso de Inglaterra podrían estar en vigor hasta la primavera. "Si no nos quedamos en casa, el riesgo actual, en pleno invierno y con esta variante es extraordinariamente elevado", ha alertado Whitty, que prevé que el repunte de contagios se traduzca en las próximas semanas en más muertos.
Y aunque el país ya ha vacunado a más de 1,3 millones de personas, la mayoría personas mayores de 80 años, las autoridades siguen insistiendo en que la vacuna todavía supone todo un reto logístico y no erradicará por completo al virus. Según Whitty, el próximo invierno podrían ser necesarias más medidas para combatir posibles repuntes de la COVID-19. "El coronavirus no va a desaparecer, tal y como la gripe no ha desaparecido", ha indicado.