Brasil supera la marca de los 200.000 muertos con COVID-19

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Imagen de dos personas con mascarilla durante el funeral de una víctima del Covid en un cementerio de Manaus, Brasil.

Brasil ha registrado 1.524 muertes con COVID-19 en las últimas 24 horas, el mayor número desde las 1.590 sumadas el 29 de julio y la segunda mayor cifra diaria desde el comienzo de la pandemia, con lo que el país ha superado este jueves la marca de las 200.000 víctimas, han informado fuentes oficiales.

El gigante latinoamericano, uno de los países mas afectados por la pandemia en el mundo, también ha contabilizado este jueves un récord de 87.843 nuevos casos, el mayor para un día desde el primer contagio el 26 de enero del año pasado y un número muy superior a los 70.570 casos del 16 de diciembre pasado, que era hasta ahora el mayor, según los datos divulgados por el Ministerio de Salud.

Este ha sido el tercer día consecutivo en que el número de fallecidos supera el millar, tras los 1.242 óbitos del miércoles y los 1.171 del martes, e igualmente el tercer día con más de 56.000 contagios diarios, lo que evidencia la llegada de una segunda ola de la pandemia sin que el país nunca hubiese superado la primera.

Las cifras confirman a Brasil, con sus 210 millones de habitantes, como uno de los epicentros globales de la pandemia, como el segundo país con más muertes por COVID-19 en el mundo después de Estados Unidos y como el tercero con más casos después de la nación norteamericana e India.

De acuerdo con el más reciente boletín del Ministerio de Salud, las víctimas mortales por el nuevo coronavirus en Brasil ya suman 200.498, mientras que los contagios llegan a 7.961.673, con lo que, al actual ritmo, superarán los 8 millones el viernes.

Siete millones de pacientes se han recuperado

Pese a las elevadas cifras, el Gobierno señala que más de 7,09 millones de personas se han recuperado de la enfermedad, lo que representa el 89,1 % de quienes han padecido la Covid.

Otros 664.244 pacientes, el 8,3 % de los contagiados, siguen bajo acompañamiento médico en hospitales o en sus residencias después de haber dado positivo en las pruebas clínicas.

Según los datos del Ministerio, la tasa de letalidad de la Covid en Brasil se ubicó este jueves en el 2,5 % del total de contagiados, la de la incidencia de la enfermedad llegó a 3.789 casos por cada 100.000 habitantes y la de mortalidad a 95 fallecimientos por cada 100.000 habitantes.

Los elevados números de esta semana aumentaron el promedio de muertes en los últimos 14 días hasta 749 este jueves, con un crecimiento del 3,6 % frente al de hace una semana (723 óbitos el 31 de diciembre) y un salto del 33,99 % en comparación con el de hace un mes (559 óbitos el 7 de diciembre).

Los récords de muertes y contagios se producen en momentos en que Brasil sigue sin definir la fecha para el inicio de la campaña de vacunación contra la Covid, aunque el ministro de Salud, Eduardo Pazuello, ha afirmado este jueves que podría comenzar el próximo 20 de enero.

354 millones de dosis de vacunas confirmadas para 2021

Tras la superación de la marca de las 200.000 muertes, el Ministerio de Salud ha divulgado un inusual comunicado en el que ha manifestado su solidaridad con las familias de todas las víctimas y ha dicho que trabaja para poder iniciar la campaña de inmunización lo antes posible.

"Con la unión de todos los sectores, como aerolíneas, fuerzas armadas, empresas privadas y todo el Gobierno, así como de voluntarios que se ofrecen todos los días a salvar vidas, el Ministerio prepara el lanzamiento de la mayor campaña de vacunación de combate al coronavirus con el fin de evitar la pérdida de más vidas", concluye.

Un voluntario desinfectando una calle de una favela de Río de Janeiro.

Por otra parte, el ministro de Salud de Brasil ha confirmado este jueves que el país sudamericano tiene 354 millones de dosis de vacunas contra la COVID-19 confirmadas para 2021. En total serán 212,4 millones de dosis de la vacuna de Oxford, 42,5 millones de la del consorcio Covax Facility de la OMS y 100 millones de la china "coronavac", producida por el Instituto Butantan.

"Hoy firmamos un contrato para entregar los primeros 46 millones de dosis (de la coronavac) en abril y otros 54 millones en el transcurso del año, para un total de 100 millones de dosis", ha dicho el ministro durante una rueda de prensa en el Palacio Planalto, en Brasilia.

Eduardo Pazuello ha descartado la compra de la vacuna Moderna por su elevado coste, ya que cada dosis saldría a unos 37 dólares y se necesitarían dos, a lo que se suma que no llegaría al país hasta octubre.

Bolsonaro lamenta la cifra de fallecidos, pero dice que "la vida sigue"

Pazuello tampoco se ha visto muy optimista con la compra de la vacuna de Pfizer, ya que las exigencias impuestas por la farmacéutica estadounidense son muy altas, pero ha indicado que las negociaciones están abiertas.

Según ha explicado el ministro, el coste de cada dosis de la vacuna de Oxford es de unos 3,75 dólares y el de la "coronavac" de unos 10 dólares.

"Esto (la pandemia) es una guerra y necesitamos usar todas las armas necesarias como debe ser. Es el momento en el que el país debe estar lo mas unido posible, el momento en que la salud no puede tener banderas, no puede tener partido, no puede tener ideología. Estamos hablando de brasileños", ha señalado durante la rueda de prensa.

Mientras, presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha lamentado este jueves la cifra de 200.000 muertos por la COVID-19, pero ha afirmado que "la vida sigue" y ha vuelto a criticar las medidas de aislamiento social adoptadas por estados y ciudades para contener el avance del coronavirus.

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, en una imagen del 7 de octubre del 2020.

"Nosotros lamentamos, hoy estamos batiendo las 200.000 muertes. Muchas de esas muertes con covid, otras de covid", pero "la vida sigue, nosotros lamentamos profundamente", ha dicho el mandatario durante una transmisión en directo en sus redes sociales.

Al lamentar la marca alcanzada, Bolsonaro, uno de los líderes mundiales más negacionistas frente a la gravedad de la enfermedad, manifestó también preocupación por su madre, de 93 años, aunque ha señalado que "hay que enfrentar eso" (el virus).

Además, ha vuelto a rechazar la obligatoriedad de la inmunización y a poner en duda la eficacia y comprobación científica de los antídotos.