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Sin reparto a domicilio no hay comida: el vía crucis de las personas con movilidad reducida durante el temporal

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Una voluntaria se dispone a hacer una entrega de compra de supermercado dentro de la iniciativa #Quédateencasa
Una voluntaria se dispone a hacer una entrega de compra de supermercado dentro de la iniciativa #Quédateencasa

El reparto a domicilio de los supermercados se ha vuelto esencial para muchos ciudadanos durante la pandemia. Sin embargo, el temporal Filomena ha obligado a cancelar gran parte de estos servicios que necesitan las personas con movilidad reducida.

El hielo en las calles sigue limitando la actividad de varias localidades de Madrid o Castilla La-Mancha. Menos de un 15 por ciento de las calles de Madrid están libres de los efectos del temporal, según el delegado de Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, Borja Carabante.

Aunque las principales avenidas tienen zonas despejadas por las que pueden circular los vehículos, muchas calles secundarias presentan rampas de hielo que hacen imposible conducir por ellas. Las aceras tampoco ofrecen un estado mejor en la mayoría de los casos. Por eso, muchas personas han decidido no salir de casa ante el riesgo de sufrir una caída al resbalar por el hielo.

Esto supone un problema a la hora de realizar la compra. Varias cadenas de supermercados ya notificaron el sábado que suspenderían sus servicios de reparto de manera indefinida. No obstante, las aplicaciones de cadenas como Mercadona ya permiten cerrar encargos a partir del próximo fin de semana.

"Los supermercados se han visto superados estos días que tratan de volver a la normalidad lo antes posible", han explicado fuentes de la Asociación Española de Distribuidores de Autoservicio y Supermercados (Asedas) a RTVE.es.

Sin la compra a domicilio, varias personas mayores o con dificultades de movilidad dependen de otros para llenar su nevera. “Mi hija, que me gestiona las compras, me avisó de que esta semana no recibiría compra del supermercado” explica Carmen, vecina del distrito madrileño de Carabanchel. Esta mujer asegura que en condiciones normales es autosuficiente. “El hielo es lo que me da miedo”.

La gestión ciudadana en las nevadas de otros países

Unos vecinos de su bloque han sido los encargados de comprarle algún alimento fresco y pan hasta que su hija ha podido acercarse y realizar una compra para aguantar varios días. “Yo sé que hay ayudas del ayuntamiento para esto”, añade esta mujer de Carabanchel. Sin embargo, desiste de pedirlas, ya que asume que cuando llegue la ayuda "la nieve ya se habrá derretido".

“Yo no salgo si no vienen a sacarme”

Jacinta tiene una ceguera superior al 33%. Y su vista va a peor. Recibe una asistencia de la Comunidad de Madrid que también se ha visto afectada por el hielo. “Se retrasaron un par de días en traerme la comida… y como nadie me avisaba, pensé que se habían olvidado” ha lamentado esta mujer que vive sola, ya que su hijo, enfermo de cáncer, no está en casa.

Solidaridad y superación frente al temporal Filomena

Este miércoles se ha presentado una asistente a su casa a las siete de la mañana para asearla aunque no ha podido ayudarle a comprar nada. “Ha venido a una hora en la que no hay nada abierto. Yo entiendo que estén saturados estos días, pero no pueden asearme en 15 minutos y dejarme sola de nuevo”, ha explicado esta mujer de 84 años.

En su caso, los voluntarios de Solidario le han echado una mano estos días. “Me hacen compañía porque apenas hablo con nadie. Mi hijo no está y no puedo ver las teclas del teléfono” explica esta mujer que también ha mostrado su preocupación ante la dejadez de las administraciones.

"Llevo más de dos semanas sin salir de casa. Ahora tampoco puedo salir acompañada a dar un paseo porque podemos caernos los dos por el hielo" ha explicado resignada Jacinta que no puede salir a la calle sin el apoyo de otra persona.

Uno de estos voluntarios de Solidarios para el Desarrollo, Álvaro Crespo, ha destacado las dificultades que han tenido estos días para acercarse a las personas que lo necesitan. "Es cierto que les asistimos con llamadas telefónicas, pero ha sido difícil coordinar las salidas de los voluntarios con este tiempo", ha argumentado Álvaro.

"Uno de nuestros voluntarios ha sufrido una caída en un desplazamiento por lo que estamos tomando precauciones", ha añadido este voluntario que también recuerda que no es aconsejable acompañar a los mayores a la calle porque "si sujetas a una persona y te resbalas tú, caéis los dos".

El voluntariado, de nuevo al rescate

Las redes vecinales han vuelto a colaborar en labores de emergencia como pasó durante los primeros meses del confinamiento. En la mayoría de los barrios alrededor del centro de Madrid se han organizado grupos de trabajo para limpiar los accesos a centros de salud o farmacias.

Menos donaciones, más demanda de ayudas

Alberto Sánchez, de la red vecinal del Manzanares, ha explicado cómo los primeros esfuerzos se han centrado en hacer corredores seguros para los peatones. "Primero teníamos que garantizar el paso de los más mayores en calles donde no se ha visto una sola máquina quitanieves" ha declarado este voluntario que reconoce que solo están llevando comida a casa si algún vecino lo pide.

Los bancos de alimentos también se han puesto a funcionar estos días. Amparo, del grupo de Alto Carabanchel, ha lamentado las dificultades que han tenido para hacer llegar los alimentos que tienen, ya que las condiciones de las calles no permiten que la gente pueda acercarse sin correr peligro de un resbalón.