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Coronavirus

Así es la situación de la pandemia en Cataluña para aplazar las elecciones del 14-F

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Una ciudadana ejerce su derecho a voto en un colegio electoral de Barcelona.
Una ciudadana ejerce su derecho a voto en un colegio electoral de Barcelona.

A un mes de la fecha fijada inicialmente para la celebración de las elecciones en Cataluña, la Generalitat ha propuesto a los partidos catalanes posponer al 30 de mayo o junio las elecciones previstas para el 14 de febrero, pero ¿cuáles son los argumentos que sustentan esta propuesta? Más allá de las diferencias políticas -el PSC aboga por un aplazamiento "técnico" al 14 o 21 de marzo-, parece que los responsables del Govern han tenido en cuenta el escenario epidemiológico actual.

Como el resto de España, Cataluña se encuentra inmersa en la tercera ola de la pandemia después de las Navidades e intenta hacerle frente reforzando las restricciones en las últimas jornadas. Lo ha hecho con un confinamiento municipal que recuperó para todos los días de la semana -antes solo lo aplicó de viernes a domingo- el pasado 7 de enero y que se extenderá, al menos, durante la próxima semana. Asimismo, la Generalitat ha decretado el cierre de centros comerciales y gimnasios.

Sin embargo, esto no ha sido suficiente para evitar que la incidencia siga en aumento o que los hospitales estén al borde del colapso tras notificar casi 22.000 nuevos casos en los últimos siete días y más de 40.000 desde comienzos de año. “Desde diciembre, vivimos un crecimiento sostenido no exponencial, pero que no se para”, afirmaba el jueves la consellera de Salud, Alba Vergés.

Aunque todavía debe ser ratificada por el Consell Executiu, la propuesta dada a conocer este viernes escucha la petición científicos como el investigador de Biocomsc Daniel López-Codina, que recomendaba retrasar las autonómicas de febrero porque, explica, suponen mucho movimiento de población que puede conducir a un incremento de contagios.

Asimismo, en un informe remitido el lunes a los partidos políticos catalanes, el Departamento de Salud de la Generalitat calcula que Cataluña llegará al pico de presión en las UCI por la COVID-19 en las vísperas del 14 de febrero.

La incidencia crece más de 200 puntos desde Nochebuena

La tendencia ascendente de los contagios comienza el 10 de diciembre, pero el dato ha aumentado un 155 % en solo en el último mes. Solo desde Navidad, la incidencia acumulada ha crecido más de 200 puntos, pasando de algo más de 300 a más de 500 casos por cada 100.000 habitantes, y las previsiones dicen que seguirá subiendo.

Este incremento se traduce en un mayor número de pruebas en centros de salud. Las PCR realizadas en algunos ambulatorios se han duplicado respecto a comienzos de diciembre y los laboratorios han pasado de analizar 187.000 muestras en una semana a 227.000.

La positividad del virus prácticamente se ha duplicado en el mismo periodo de tiempo: de estar cerca del 5 %, a superar ahora el 12 %. Un escenario que el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, no ha entrado a valorar más allá de la oportunidad o no de hacer eventos masivos. "Tenemos que adaptarnos al nivel de transmisión de cada momento", ha recordado, antes de añadir que todavía hay margen para valorar la situación.

Hospitales catalanes suspenden operaciones no urgentes

La situación también ha empeorado en los hospitales, donde el número de pacientes con coronavirus casi se ha duplicado desde diciembre, hasta atender a más de 4.000 en las últimas 24 horas.

En cuanto a las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), que no han salido del riesgo extremo desde finales de octubre, el Ministerio de Sanidad informa que actualmente están al 42 % de su capacidad, un dato que supera ampliamente el 25 % fijado por el Consejo Interterritorial de Salud para considerar peligrosa la presión sobre el sistema.

La ocupación de las UCI supera ampliamente la media nacional del 28 % y ha crecido 13,5 puntos porcentuales en el último mes.

Tanto es así, que algunos centros ya han comenzado a desprogramar intervenciones quirúrgicas no urgentes. Lo han hecho "no tanto para poder atender pacientes COVID”, algo para lo que todavía aseguran tener capacidad, sino para poder tratar adecuadamente a los pacientes con otras patologías, explica a TVE el director general de la corporación sanitaria Parc Taulí, Joan Martí.

El objetivo, asegura, es tener camas libres para futuros pacientes con COVID-19 que están de media un mes ingresados.