Miles de migrantes hondureños entran ilegalmente en Guatemala tras romper un cerco policial
- La caravana busca llegar a Estados Unidos para tener mejores condiciones de vida, alejados de la pobreza y la violencia
Una caravana migrante compuesta por más de 3.000 hondureños ha ingresado este viernes ilegalmente a Guatemala tras superar un dispositivo policial de seguridad y se encamina a cruzar el territorio de ese país en busca de su meta final, Estados Unidos.
Los migrantes dejaron atrás la barrera policial del puesto fronterizo El Florido, a 200 kilómetros al este de la Ciudad de Guatemala, sin que las fuerzas de seguridad pudieran detener a la multitud, según constató Efe.
Tras sobrepasar la frontera, la caravana avanza actualmente sobre el departamento de Chiquimula para seguir en ruta a México, en primer lugar, y posteriormente a Estados Unidos.
El Instituto Guatemalteco de Migración confirmó a periodistas la brecha de los retenes policiales para detener a los hondureños y señaló que actualmente su personal "da acompañamiento" a la caravana por Chiquimula "para evitar incidentes en la carretera".
Otro grupo de 3.000 personas
La entidad migratoria explicó además que otro grupo de 3.000 hondureños está por llegar a la misma frontera de El Florido próximamente, por lo que son más de 6.000 los migrantes del vecino país que buscan el "sueño americano".
El Gobierno guatemalteco había mantenido durante todo el día su posición de no permitir el ingreso al territorio de los miles de migrantes hondureños.
Sin embargo, ante la gran cantidad de migrantes en la frontera, los agentes de la Policía Nacional Civil decidieron dar un paso al lado y dejaron avanzar a la multitud.
Las autoridades de Guatemala habían advertido de que no dejarían ingresar a su país a los migrantes si no cumplían con los requisitos establecidos al respecto, especialmente una prueba negativa de la COVID-19.
El cruce de los migrantes en la frontera contó con algunos incidentes que pudo constatar Efe.
Uno de los policías hondureños que estaba al frente del primer retén fue herido en la cabeza con una piedra, mientras que, ya en territorio guatemalteco, una mujer cayó desmayada cuando los migrantes estaban frente a frente con las fuerzas de seguridad.
En busca de mejores condiciones de vida
La caravana salió el jueves por la noche desde la ciudad de San Pedro Sula, en el norte de Honduras, pese a las advertencias de las autoridades locales, mexicanas y guatemaltecas de que no permitirán el ingreso de personas que intenten cruzar las fronteras de manera irregular.
Otros 217 hondureños y 10 salvadoreños fueron detenidos entre el jueves y la mañana del viernes por ingresar ilegalmente a Guatemala, mientras otra multitud de alrededor de 600 hondureños retornó voluntariamente a su país.
Las autoridades detallaron que entre el grupo de más de 200 migrantes detenido, que supuestamente salió el miércoles de Honduras, hay 41 menores de edad, incluidos ocho niños y niñas que no superan los 10 años.
Los hondureños buscan llegar a Estados Unidos para tener mejores condiciones de vida, alejados de la pobreza y la violencia que azotan el istmo centroamericano, especialmente después de la pandemia y los huracanes Eta y Iota que tocaron tierra en noviembre pasado.